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Mochila y paracaídas

En junio próximo, el presidente municipal de Puerto Vallarta, Ramón Demetrio Guerrero, alias “El Mochilas”, someterá a consulta su administración con un proceso similar al realizado por Ismael del Toro en Tlajomulco.

Será un ejercicio inédito en la historia de este destino turístico caracterizado por su alta dosis de politización y por haber padecido los más extraordinarios casos de alcaldes polémicos.

Cobijado en Movimiento Ciudadano tras haber sido desdeñado en el PAN como posible candidato a la alcaldía, Ramón Demetrio Guerrero mantuvo desde los primeros días de su gobierno el discurso de haber recibido un ayuntamiento en bancarrota.

Pero en los hechos, su actuación distaba mucho de ajustarse a la austeridad obligada por la falta de recursos. Por ejemplo, fueron constantes las visitas a Guadalajara en vuelos comerciales y con hospedaje en el hotel Riu Plaza, uno de los más lujosos de la ciudad.

También sus colaboradores emularon sus pasos. Por ejemplo, el coordinador administrativo Carlos Enrique Félix Miranda, realizó un viaje a la capital del estado para un trámite de vehículos que recibirían en comodato. Aunque tiene su casa particular en la colonia Mezquitán Country, se hospedó en el Hotel Country Plaza donde pagó mil 646 pesos.

En su reporte de gastos y aunque fue un viaje de un día, figura carga de combustible por 643 pesos y otro consumo más de 700 pesos de gasolina y hasta un taxi de 140 pesos del sitio 41 de Plaza Patria.

Están dos consumos de mil 732 pesos del restaurante Scratch Do Ouro según facturas 07446 y otro de mil 732 pesos en la factura 07448.

Hay otros gastos en viajes del alcalde a la ciudad de México y de funcionarios municipales a Guadalajara con gastos de avión, hoteles y restaurantes que no denotan austeridad.

Hace unos días, diarios en Vallarta dieron a conocer 50 viajes que acumula el “Mochilas” incluidos vuelos privados cuyo promedio fue de 18 mil pesos.

Está el caso de un par de vuelos redondos realizados a Guadalajara dos días seguidos, el 27 y 28 de febrero, en lugar de quedarse a dormir en la ciudad para ambos asuntos.

Recientemente también fue cuestionado porque en la fiesta para los maestros rifó un automóvil, decenas de electrodomésticos, celulares, computadoras, pantallas y refrigeradores, lo que fue motivo de escándalo entre los regidores incluidos los de su propio partido.

Pese a este panorama, Ramón Demetrio Guerrero se someterá a consulta sobre su permanencia en el cargo. Con bastante morbo hay quienes esperan conocer si la “mochila” que se carga es un paracaídas oculto.

 

• Paralelo Veinte

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