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IP y AMLO: ¿el fin de los privilegios para unos cuantos?

Vayamos en orden cronológico.

De acuerdo con Reporte Índigo, en un reportaje realizado por el periodista Luis Herrera y publicado por ese medio el día 31 de julio, “los organismos que representan al empresariado de Jalisco tales como cámaras, confederaciones, consejos, colegios y asociaciones en general de esa naturaleza han recibido 629 millones 671 mil 016 pesos directamente del Gobierno del Estado”, del 2007 a la fecha, según información oficial.

En este trabajo, se documenta que “la mayor parte de esta gran bolsa de dinero público que ha sido puesta en manos de las cúpulas empresariales fue transferida durante el gobierno de González Márquez, de 2007 a febrero de 2013, esto es, 502 millones 766 mil 926 pesos; mientras que el de Sandoval Díaz les ha aportado otros 126 millones 904 mil 089 pesos.”

Por otra parte, el pasado viernes 10 de agosto, Alfonso Romo, quien será el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, hizo un anuncio que no cayó nada bien a un buen porcentaje del sector empresarial e industrial del país: el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no otorgará estímulos fiscales a empresas porque la prioridad será el ahorro, al menos durante la primera etapa del sexenio.

“Incentivos fiscales no va a haber. Por lo pronto vamos a ahorrar, vamos a crear condiciones de confianza para que la inversión venga. No podemos hablar de incentivos porque queremos reducir el gasto corriente. Ya una vez que tengamos la casa en orden, podemos hablar”, señaló en rueda conjunta con Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.

Esta declaración trascendió justo un día antes de que Andrés Manuel López Obrador sostuviera un encuentro con los próximos 32 Delegados de Programas Integrales de Desarrollo, a los que se les dio una instrucción muy precisa: la prioridad es trabajar de abajo hacia arriba y no tener intermediarios para que lleguen los programas sociales, según dijo Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación.

Así las cosas, lo dicho en campaña por López Obrador será una realidad, “cambio es cambio.

Es inevitable, a cuenta de lo anterior, que en Jalisco las autollamadas cúpulas empresariales y los poderosos organismos industriales de la Ciudad de México y Nuevo León, por ejemplo, enfrentarán muy pronto una nueva y desafiante realidad.

La lógica del siguiente gobierno es encontrarse cara a cara con la base social de México; esto sugiere que los recursos económicos de la federación tendrán como destinatario final al ciudadano que no ve representados sus intereses en pequeñas cofradías que suelen amistar  con los protagonistas del poder público.    

En lo personal, comparto la idea de que primero hay que poner en orden la casa; una sociedad como la nuestra, que aspira a mejores niveles de desarrollo y equidad, requiere atender con prontitud las necesidades de más de 55 millones de pobres y 10 millones de mexicanos en pobreza extrema.

De igual manera, hago votos para que la próxima administración federal apoye con determinación y sin distingos el talento y entusiasmo de los miles de micro y pequeños empresarios que abrazan la esperanza de construir una patria más solidaria, justa y vigorosa.    

• Paralelo Veinte

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