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Bosque de la primavera. foto A rturo Campos Cedillo.

«Ver para creer»

Por José Antonio Gómez Reyna Antonio Gómez Reyna

 

Hoy recordamos a Tomás Dídimo, también conocido como como Tomás el gemelo.

Tomás Dídimo fue uno de los doce apóstoles de Jesús.

Venerado en la Iglesia Ortodoxa, en la Iglesia Católica e Iglesias no Calcedónicas, (estas iglesias se derivan de la Iglesia Sira Ortodoxa de Oriente  por un desacuerdo en el año 431).

Tomás Dídimo se le conocía como “Tomás el Incrédulo”, su mente era lógica y escéptica, tenía poca instrucción, pero poseía una mente aguda y racional. Se le consideraba de mente analítica y se le reconocía como un verdadero científico.

Lo que nos señala lo incrédulo que era Tomás Dídimo es cuando le anuncian la resurrección  de Jesús y dice: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos y meto mi mano en su costado no creeré”.

De ahí se deriva el haber necesitado “Ver para Creer”.

Está frase es la expresión clara de nuestra desconfianza en la sola palabra, más aun cuando la palabra está desacreditada.

La gente está hastiada de discursos y falsas promesas.

En cambio cuando se dice “Las palabras mueven, pero los ejemplos arrastran”.

La palabra cobra su valor y credibilidad si está acompañada de obras que la refrendan.

Esta semana el alcalde del municipio de Zapopan, Pablo Lemus Navarro, aseguró que en un año, tendrán las escrituras los paracaidistas que se encuentran en las faldas del Bosque de la Primavera y de igual forma el proyecto para llevar servicios básicos a las colonias.

Es importante recordar que existe una invasión de unas 12 colonias en el área natural protegida del Bosque de la Primavera.

Se sabe que desde hace años se han ido asentando paracaidistas tanto del Estado como de otras partes de la República, con la complacencia de las autoridades Municipales, Estatales o Federales.

Se han ido urbanizando las áreas de amortiguamiento del bosque, ya que continuamente se construyen nuevos fraccionamientos, que muchos de éstos están ligados a incendios del bosque y se nota que parte importante de estos incendios se registran en las áreas de mayor interés inmobiliario.

Hoy el Bosque de la Primavera sigue perdiendo hectáreas ya que el total de la superficie de él es de 36,200 hectáreas de las cuales 30,500 están protegidas bajo el decreto federal de 1980, que le da la categoría de área natural protegida.

La invasión al bosque de los años 2007 y 2008 fueron graves ya que se perdieron 500 hectáreas del polígono protegido, esto a causa de un litigio del amparo promovido por el ejido Santa Ana Tepetitlán.

Y nos podemos hacer la pregunta ¿Área Natural Protegida?, y si es protegida entonces ¿quién la protege?.

¿La autoridad federal?, yo creo que no, ya que el discurso va y viene y de acciones… ninguna.

¿La autoridad Estatal?, igual que la federal, solo que aparte del discurso formo un organismo público descentralizado que no tiene las atribuciones para ejercer la Ley en el tema de invasiones.

¿Y los Ayuntamientos? , siguen en las mismas ya que se hacen de la vista gorda y continúan las invasiones.

Pero hoy cambia el discurso del nuevo presidente municipal de Zapopan, ya que Pablo Lemus Navarro, no solo vigilará y acatará la ley, sino que va más allá, ya que tratará de regularizar la tenencia de la tierra de un Área Natural Protegida.

O sea que unas acciones fuera de la ley, él las va a avalar y de paso embarcar a la CORETT.

Sabrá Pablo Lemus que los asentamientos irregulares en el bosque de la Primavera, también es un asunto federal y estatal; como es el caso de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, entre otras.

Se sabe que la invasión de terrenos es un negocio y en el caso de la Primavera no es la excepción; Todo inicia cuando se instalan en un predio y se adjudican la propiedad y después de un tiempo en que la autoridad responsable Federación, Estado o Municipio lo toleran y lo avalan, los paracaidistas venden los terrenos e inician otra invasión, en sí, son gente que vive de esto y son profesionales en esta actividad.

En ocasiones los ejidatarios o dueños de terrenos llegan a hacer “negocios clandestinos”, que en este caso afectan al Bosque.

Finalmente el alcalde de Zapopan Pablo Lemus Navarro que ha dicho que “en un año ordenaría los asentamientos en el Bosque de a Primavera y llevaría los servicios básicos a las colonias”.

No me queda otra cosa que recordar a él incrédulo Apóstol Tomás Dídimo, con la frase “Ver para Creer”.

• Paralelo Veinte

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