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Por Carlos Martínez Macías
Con su anhelado libro por fin concluido, el periodista Francisco Barba Vizcaíno se ha convertido, a propósito de las áridas tierras de la zona norte de Jalisco, en “una voz en el desierto” para denunciar el histórico abandono de esta región.
“Bajo la bota de la indiferencia”, es el título del libro donde Paco demuestra con documentos, mapas, testimonios y una investigación que incluyó recorridos por los municipios afectados, cómo Zacatecas y Nayarit dividen en dos a Jalisco.
Según documenta el periodista, la segmentación se remonta a 1867, cuando el entonces presidente de México, Benito Juárez, emite un decreto para crear el distrito militar de Tepic, tomando como base el llamado Séptimo Cantón que formaba parte de Jalisco.
La decisión de Juárez, fue una respuesta a las constantes tropelías causadas por un salteador de caminos llamado Manuel Lozada, “El Tigre de Álica”, que sembraba el terror en la sierra del mismo nombre.
Pero también obedecía a una razón política, ya que el bandolero había puesto sus armas al servicio de la monarquía de Maximiliano y con esto se convertía en su enemigo.
El 18 de diciembre de 1884, el entonces presidente Manuel González, publicó el decreto donde el distrito militar de Tepic, pasa a convertirse en territorio federal de Tepic, con el rango y facultades de cualquier estado de la república.
Y finalmente, al proclamar Venustiano Carranza la Constitución de 1917, queda establecido que el territorio de Tepic pasa a convertirse en el Estado Libre y Soberano de Nayarit, con las dimensiones y límites del territorio, que a su vez las tomó del distrito militar y éste del séptimo cantón de Jalisco.
Como el origen fue uno de los ocho cantones que tenía la entidad, pocos se preocuparon en reparar en los límites que tenían estas divisiones y fue por eso que desde 1867, el séptimo cantón que se convirtió en Nayarit, era vecino por medio de la comunidad de La Yesca, con la población de Florencia, Zacatecas.
En el libro, es posible revisar el Estudio Histórico y Geográfico Documental de Límites Nayarit-Jalisco, que hace un recuento y muestra anexos de documentos de principios del siglo pasado, donde se da cuenta que desde que Tepic era un territorio, ya tenía vecindad con Zacatecas.
Uno de los datos más relevantes de esta polémica, tiene que ver con un encuentro celebrado entre las comisiones de límites de Jalisco y Nayarit en 1945, en tiempos del gobernador Marcelino García Barragán.
De estas reuniones, se acordó que las comisiones buscaran una franja de terrenos de Nayarit que “impliquen para Jalisco, una vía o corredor de comunicación o continuidad territorial, para unir la zona de Colotlán (ex octavo cantón de Jalisco) con el resto de esta entidad”.
La iniciativa nunca se llevó a cabo, por lo que los mapas oficiales de Jalisco mienten, ya que los diez municipios de la zona norte están separados de los 115 restantes.
Desde hace varios años, Paco Barba se ha empeñado en llevar este caso a todas partes. A la Cámara de Diputados, al Senado y ante los gobernadores de Jalisco en turno, pero no ha encontrado eco a sus planteamientos.
Por algún tiempo, comenzó a germinar entre habitantes de la zona norte, la intención de repetir la fórmula por la que un día fueron segmentados de Jalisco: crear un territorio.
Iniciaron los protocolos y enviaron documentos y peticiones a los senadores, pero hasta la fechan han sido completamente ignorados.
En el último año del actual gobierno estatal, todo parece indicar que el tema de los límites de Jalisco con Nayarit, será una vez más ignorado como sucedió en anteriores administraciones.
A nadie parece importarle que el estado de Jalisco se encuentre separado y no ha existido ni siquiera el mínimo intento de conformar una nueva comisión que revise la pérdida de soberanía en una franja de la zona norte.
Por eso la indiferencia del título del libro de Paco.
