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Todo para Dina

La modernización del transporte público sigue dando tumbos y se extingue el sexenio sin haber quedado resuelto uno de los más graves problemas que enfrenta la ciudadanía.

La llamada Ruta Empresa, el nuevo modelo del transporte que terminaría con el tradicional sistema de “hombre camión”, ni siquiera pudo entrar en vigor en Puerto Vallarta porque la concesionaria Integrados y Unidos de la Bahía, S.A. de C.V., no cumplió con las obligaciones pactadas.

Entre otras cosas, la empresa compraría unidades nuevas, construiría oficinas, obras civiles en patios de encierro, talleres y la tecnología del servicio de prepago y el correspondiente monitoreo de los vehículos, para lo cual iba a obtener un crédito por mil 400 millones de pesos.

Tampoco la ruta empresa en Guadalajara se ha ido en blanco. Decenas de quejas se han acumulado por el mal servicio que incluye fallas en las máquinas de prepago, retraso en las corridas y malos tratos de los choferes, situaciones que en teoría el nuevo modelo iba a desterrar.

En las aguas turbulentas que vive el servicio de transporte, los camioneros se quejan de presiones que enfrentan todos los días.

Hay más de 500 unidades circulando que ya rebasaron los diez años de uso y por lo mismo están fuera de la norma. A fines de 2017 podría alcanzar los mil camiones en las mismas condiciones.

Los choferes acusan a los operativos de la Secretaría de Movilidad donde inmovilizan a estas unidades y los hacen comprometerse a firmar un convenio para renovarla en un plazo de cuatro meses, lo que se ha convertido en un auténtico calvario para los dueños de los camiones.

Hay quienes se enteran de los operativos y prefieren bajar a los pasajeros y guardar las unidades.

Otras presiones han sido denunciadas en los mismos cristales de los minibuses con la leyenda: “modernización sí, corrupción no”.

En concreto, las denuncias tienen que ver con presiones para que en la renovación de los vehículos compren la marca Dina, empresa propiedad del ex senador Raymundo Gómez Flores.

También las presiones son para que se contrate a la empresa TISA, Tarjetas Integrales, S.A., para la elaboración de tarjetas de prepago y la administración del nuevo modelo.

En el caso de Gómez Flores, ya había advertido un servidor en 2014 que la renovación del transporte público pasaba por Dina. Muestra de ello es que las empresas estatales como Servicios y Transportes, Sistecozome y el Sistema de Tren Eléctrico Urbano, han comprado su nueva flota a la citada empresa. Esto incluye trolebuses y cuatro unidades del Macrobús.

El primer contrato para Dina fue el 66/2014 con el cual adquirió Siteur 45 unidades por 45 millones de pesos. El 67/2014 para comprar 160 vehículos para Servicios y Transportes por 220 millones de pesos. El 36/2014 para adquirir 20 unidades por 22 millones de pesos y el 222/2014 para adquirir 25 trolebuses por 188 millones de pesos.

Curiosamente todos los contratos fueron signados por el entonces subsecretario de Administración, Salvador González Reséndiz.

Cada vez que el gobierno estatal compró unidades para el transporte público, adquirió Dina; mientras que los particulares cuando renuevan sus camiones prefieren otras marcas como Mercedes Benz.

El dirigente del Sindicato de Avanzada del Transporte, Arnoldo Licea, denuncia que presentaron un camión Higer que opera en la Ciudad de México y Aguascalientes cumpliendo sobradamente las especificaciones técnicas que marca la norma, pero no ha sido certificado por las autoridades de movilidad. Y lo describe de esta forma:

“Éste es un camión diseñado para el traslado de personas; mientras que el de Dina, es vehículo de carga con asientos de pasajeros”.

• Paralelo Veinte

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