En su libro “Doce cuentos peregrinos”, el extraordinario Gabriel García Márquez, narra las andanzas de un ex presidente caribeño que vive en el exilio en Europa.
El veterano político asediado por los achaques, se encuentra en Suiza a un paisano que le manifiesta su respeto y a cuyos hombros decide subirse para vivir cómodamente como cuando estaba en la cúspide del poder.
Una parte por admiración y otra por interés –-ya que no hay dictador al que no se le atribuya una fortuna oculta–, el paisano y su esposa le dan alojamiento en su casa y lo atienden tras una cirugía a la que se tiene que someter el ex mandatario, a pesar que esto implica gastarse sus ahorros.
Finalmente el viejo decide huir del invierno y regresar a América y les deja una carta y un anillo como gratitud. Tras un año de no saber de él, la pareja se entera que los dolores regresaron en el ex presidente, no obstante fuma, bebe y come de todo y hasta está pensando regresar a su país para encabezar una revuelta política…
Como el personaje del “Gabo”, Ramón Sierra, el poderoso empresario que fabricó un movimiento, inventó un alcalde y después tomó por asalto el ayuntamiento de Villa Corona, está de regreso para repetir la fórmula pero ahora en Acatlán de Juárez, a casi nueve kilómetros del otro municipio.
Sierra creó en su momento la organización civil Consejo de Vigilancia Ciudadana (COVIC), desde donde construyó su plataforma política por medio de regalos y servicios gratuitos.
Luego a través del Partido Humanista registró a Rodolfo Ruvalcaba Muñoz, su empleado, como candidato a alcalde aunque quien hizo campaña fue él. Tras la victoria hizo a un lado al presidente electo y asumió las riendas de la administración municipal, como denuncié en esta columna en varias entregas.
La Fiscalía General del Estado decidió intervenir y abrir una investigación contra Ramón Sierra por los presuntos delitos de usurpación de funciones, abuso de autoridad y delitos cometidos contra la administración pública.
Sin embargo, Ramón Sierra obtuvo el amparo 1449/2016 contra cualquier orden de aprehensión, citación o privación ilegal de la libertad.
Tras su exilio de Villa Corona, quien fuera su “chalán”, Rodolfo Ruvalcaba Muñoz (el legalmente elegido), asumió la presidencia municipal.
Increíblemente a través de un video en redes sociales, Sierra califica como una imposición que Ruvalcaba Muñoz asumiera la presidencia (cuando en realidad era el candidato registrado) y que secuestró el municipio un partido que no ganó, porque saben que en Villa Corona “un servidor que contendí por el Partido Humanista” (sic), fue quien ganó las elecciones y que luego “este muchacho (Rodolfo Ruvalcaba) me traicionó por malagradecido”.
Pero a partir del mes de agosto a través de su nueva página de Facebook, “Ramón Sierra Acatlán de Juárez”, anuncia su ruptura con Villa Corona y revela que cuenta con una orden de restricción expedida por una juez de control que le prohíbe acercarse a ese municipio, por lo que ahora enfoca sus baterías hacia Acatlán donde promete traer numerosos beneficios.
Por lo pronto adelanta que abrirá cuatro oficinas, una en cada delegación: Bellavista, el Cerrito, La Resolana y la cabecera municipal.
Además, da a conocer que desarrollará un fraccionamiento con mil 600 terrenos, con mil 600 viviendas para los habitantes que no tienen acceso a créditos y él asumirá la responsiva del financiamiento.
Agrega que se trata de terrenos en regla y que ya trabajan en los permisos para el desarrollo urbano. Dice que el fraccionamiento es la primera parte de muchos beneficios que vendrán porque él, Ramón Sierra, no sabe hacer otra cosa más que trabajar.