El Congreso del Estado, perseguido por la sombra de malos manejos financieros en el pasado reciente, es hoy nuevamente centro de polémica tras hacerse público los préstamos por más de 400 mil pesos recibidos por dos diputados de Movimiento Ciudadano.
Augusto Valencia López recibió 214 mil pesos por concepto de “préstamo institucional pagadero a 12 quincenas” el pasado mes de julio, mientras que la también legisladora de MC, María del Consuelo Robles Sierra, obtuvo 200 mil pesos también por el mismo concepto sólo que pagadero “a 8 quincenas”.
Sin embargo, los préstamos en el poder legislativo también llamados pomposamente “adelantos de sueldo”, es una práctica común y los beneficiados son empleados de base, supernumerarios, funcionarios de primero, segundo y tercer nivel y, por supuesto, los propios diputados.
Una revisión a los cheques emitidos tan solo en el mes de julio por el Poder Legislativo del Estado de Jalisco, muestra que durante ese mes se giraron 97 cheques de la cuenta del Banco del Bajío 115704540101, de todos estas operaciones 45 fueron girados para el otorgamiento de préstamos institucionales y los otros 52 para pagos diversos.
Los 45 cheques emitidos para préstamos, sumaron un millón 300 mil cien pesos, entre los que se encuentran (además de los recibidos por Valencia por 214 mil pesos y Robles Sierra de 200 mil pesos), montos por 60 mil, 50 mil, 45 mil, 30 mil, 20 mil y hasta por simples tres mil pesos.
Los plazos también son variados. Desde ocho, nueve, diez y hasta doce quincenas.
El debate por los préstamos en el Congreso se ha centrado en las condiciones generales de trabajo para los empleados del poder legislativo, ya que mientras diputados del PRI sostienen que esta prestación corresponde únicamente a los trabajadores que están sindicalizados o de base, el diputado Augusto Valencia aclara que el beneficio es para todos.
El Congreso del Estado ha mantenido la práctica de los préstamos pese a que es uno de los agujeros que han sufrido sus finanzas. Tan solo en la pasada legislatura, 18 trabajadores supernumerarios se fueron sin haber cubierto los préstamos solicitados que sumaban 165 mil pesos.
También es una constante que en el otorgamiento de financiamientos sin intereses, no se hagan distinciones a los rangos de quienes lo solicitan.
De esta manera en lo que va del año se han entregado decenas de “préstamos institucionales” a supernumerarios, a directores de área y legisladores. La misma María Teresa Brito Serrano, hoy contralora estatal, recibió un préstamo por 35 mil pesos con descuentos quincenales, cuando se desempeñaba como directora de Procesos Legislativos.
Fue el 25 de febrero de 2016 mediante cheque 2020 de Banco del Bajío pagadero a 12 quincenas. Sin embargo, dos meses después, el 27 de abril de 2016, rindió protesta como Contralora del Estado con apenas cuatro quincenas transcurridas del plazo fijado por el préstamo.
De acuerdo con la lista de cheques emitidos y publicados en el portal de transparencia del congreso, figuran pagos de pensiones alimenticias como resultados de mandatos judiciales contra trabajadores del poder legislativo, además de pago de laudos a favor de ex trabajadores y rembolsos por fondos revolventes que tienen asignadas algunas direcciones.
Aparecen además pagos a Pensiones del Estado de cuotas pendientes como resultado de juicios laborales y también pagos retroactivos a trabajadores como parte de un litigio perdido.
Entre la lista de cheques emitidos mensualmente, destacan los girados a los diputados que presiden distintas comisiones por las que reciben 65 mil pesos por concepto de “asignación de recursos para la comisión…”