Tras la investigación realizada por manipulación de partidos correspondientes a la Liga MX Femenil, una futbolista de Mazatlán fue suspendida por 6 años de toda actividad relacionada al balompié mexicano.
Mediante un comunicado publicado en redes sociales, la Federación Mexicana de Futbol dio a conocer las medidas a tomar:
Después de revisar las pruebas y dar derecho de audiencia a las involucradas, la Comisión Disciplinaria determinó, con base en el Reglamento de Sanciones de la FMF, así como en el Código de Ética de la FIFA y Código de Ética de la FMF, sancionar a una jugadora con 6 años de suspensión de cualquier actividad relacionada al futbol profesional (deportiva, administrativa y/o de representación)”.

La FMF no reveló la identidad de la futbolista que deberá cumplir con la sanción a partir de este martes 29 de abril de 2025, sin embargo, fue contundente al anunciar que este caso se llevará a los escritorios de la FIFA.
Al estar involucrado el órgano rector del futbol, se espera un anuncio en las siguientes semanas donde se revele si la actual jugadora de Mazatlán podrá continuar su carrera fuera del futbol mexicano o esta medida se hará extensiva a a nivel mundial.
Tras el comunicado por parte de la Federación Mexicana de Futbol, Mazatlán no se ha pronunciado al respecto, por lo que se espera que el club sinaloense emita un comunicado a la brevedad.
Historia de sanciones
A lo largo de la historia del fútbol mexicano, varios jugadores han sido objeto de sanciones ejemplares que marcaron sus carreras y dejaron huella en el reglamento disciplinario. Uno de los casos más severos fue el de Salvador Carmona, quien en 2007 fue suspendido de por vida por reincidir en el uso de sustancias prohibidas. El exjugador de Toluca y Cruz Azul ya había sido sancionado previamente por dopaje y, tras una nueva infracción, recibió el castigo máximo, quedando excluido para siempre del fútbol profesional.
Otro caso emblemático fue el de Cuauhtémoc Blanco, quien en 2004 fue suspendido por 18 partidos tras agredir a un árbitro durante un partido de repechaje entre América y Santos. Aunque la sanción fue posteriormente reducida, representó uno de los castigos más duros por conducta violenta contra el cuerpo arbitral. En años recientes, el delantero Mauro Quiroga fue suspendido por 10 partidos luego de escupir a un rival durante un partido de la Liga MX, generando fuerte polémica.

Más allá de las sanciones individuales por violencia o dopaje, el fútbol mexicano también ha enfrentado escándalos por trampas y amaño de partidos. El más famoso fue el de “Los Cachirules” en 1988, cuando se descubrió que la selección sub-20 de México había registrado jugadores mayores de edad en un torneo clasificatorio. La FIFA castigó al país con dos años de suspensión de toda competencia internacional, incluyendo el Mundial de Italia 1990, en una de las sanciones más graves de su historia.
En 2025, el fútbol mexicano volvió a ser sacudido por un caso de manipulación de resultados. Siete jugadores de los clubes Real Apodaca y Correcaminos de la UAT fueron sancionados con un total de 57 años de suspensión por su participación en amaño de partidos con fines de apuestas ilegales. Uno de los jugadores recibió 16 años de castigo, mientras que los demás enfrentaron suspensiones de entre 2 y 7 años. Este caso evidenció la vulnerabilidad de las ligas de ascenso ante las redes de apuestas clandestinas.
También se han registrado intentos de manipulación no sancionados oficialmente. En 2003, Antonio Carlos Santos, entonces técnico de los Lagartos de Tabasco, denunció que algunos de sus jugadores fueron sobornados para dejarse perder contra León en la liga de ascenso. Aunque las declaraciones generaron escándalo, no se aplicaron sanciones por falta de pruebas concluyentes, dejando abierta la sospecha sobre la corrupción en divisiones inferiores.