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Un despropósito reducir la edad para ser diputado

Como suele suceder cuando se toman decisiones sin socializar con la población, que resultan ser polémicas y tras su aprobación son repudiadas por la ciudadanía, de inmediato comienzan a recular y a zafarse de la quema los que pueden. Y parece ser que en esa situación se encuentran bastantes senadores de la República, quienes ya se pronuncian en contra de la recién aprobada reforma constitucional que reduce la edad para ser diputados y Secretarios de Estado en nuestro país, y anuncian buscarán echarla para atrás por considerarla un despropósito.

La reforma en comentó fue aprobada el pasado martes 11 de abril con 439 votos de diputados de todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión para disminuir de 21 a 18 años la edad mínima para ser diputado, y de 30 a 25 para ser Secretario de Estado.

Tengo muy claro que la edad no es necesariamente una herramienta de medición para valorar la madurez o inmadurez de una persona y mucho menos su capacidad para desempeñar un encargo público, no obstante, considero se debió dar un debate serio previo a votar este tema.

Para nadie es un secreto que anteriormente se requería ser un personaje sumamente destacado para ser Secretario de Estado, inclusive para ser Subsecretario, Oficial Mayor, o Director General; se necesitaba ser un muy relevante profesionista y experimentado político, salvo en áreas técnicas, en que se exigía solo quizá ser un experimentado y prestado profesionista o científico o gran técnico.

Bajo la administración de gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se modificó y llegaron personajes con menor trayectoria, aunque finalmente eran personas con perfiles más o menos idóneos; en tanto que, con el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, se mantuvo esa constante; personas no tan reconocidas pero al menos en su mayoría con perfil profesional y/o técnico o científico adecuado.

En los sexenios panistas de Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa, siguió esa constante. En el pasado sexenio del exmandatario priísta Enrique Peña Nieto, bajó el nivel, pero en el actual, bajo la égida de Andrés Manuel López Obrador, se rompió completamente con los criterios para elegir los perfiles, pues no hay que olvidar que una de las máximas de AMLO es que sus cercanos deben cumplir con el único requisito de 10 por ciento de capacidad y 90 por ciento lealtad, y en ello, se tiene un gobierno plagado de ineptos.

Las reformas se concretaron a los artículos 55 y 91 de la Constitución y con ellas, de acuerdo a los legisladores, se permitirá la inclusión de los jóvenes en la toma de decisiones, sin discriminación; sin embargo, permitirá llegar al 25% del total de la población en el país, pues según el Censo Nacional de Población y Vivienda 2020 en México residen 31 millones de personas de 15 a 29 años.

La propuesta partió originalmente de la bancada tricolor, y se sumaron Morena y el Partido Verde (PVEM), pero todos los grupos parlamentarios dieron su voto a favor.

El objetivo, señalaron, es promover la participación de las y los jóvenes en el quehacer legislativo.

La diputada Andrea Chávez, de Morena, expuso en tribuna que “yo no quiero experiencia en el moche, en el ´cochupo´, en el ´mapachaje´ electoral;, en la alusión y en la evasión fiscal, en andar brincando de partido en partido, dejando de lado los valores, dejando de lado los proyectos, los programas, las agendas ideológicas y las visiones de mundo por andar ambicionando posiciones”.
“Es falso el argumento que se ha compartido en las redes sociales y en los medios de comunicación, de que las juventudes carecemos de la experiencia necesaria para poder conducirnos como diputadas y diputados federales”, sostuvo.
“No más sólo hijos de políticos y de empresarios para ser diputados, que el derecho sea para todos”, celebró la presidenta de la Comisión de Juventud, Karla Ayala Villalobos, del PRI.
Reprochó a los partidos de que “a nosotros los jóvenes siempre sólo nos utilizan para ganar votos, para votar en las campañas, pero nunca nos toman en cuenta para los cargos de elección popular”.

En tanto la senadora panista Lilly Téllez anunció que votará en contra de la reducción de la edad mínima para ser diputado federal y secretario de Estado.

“Votaré en contra de bajar la edad a 18 para ser legislador, y a 25 para ser Secretario de Estado. La experiencia y la madurez son indispensables para cumplir con esas tareas”, tuiteó Téllez.
La legisladora panista respondió a los cuestionamientos de usuarios de redes. “Tú eres senadora y nunca habías tenido experiencia”, le cuestionó un tuitero. “36 años como periodista me han dado una gran experiencia sobre los problemas de México, saludos”, contestó.
Lilly Téllez retomó además una publicación de Andrea Chávez en la que la morenista afirma: “dicen que las y los jóvenes ‘no tenemos experiencia politica’, esa que a algunos les sobra: experiencia en el moche, en las mañas y en el oportunismo”.
La panista le respondió publicando una foto donde aparece Chávez en el interior de una camioneta y le dice: “Habla la voz de la experiencia en privilegios inexplicables”.

El asunto es que ambos casos (para diputado federal y secretario de Estado) se debieron establecer y definir requisitos mínimos, sobre todo considerando que en el actual sexenio hemos observado y lamentado el muy pobre nivel demostrado por bastantes diputados y senadores, lo mismo que secretarios de Estado que, en este último caso, con el simple hecho de ser amigos y leales al presidente de la República, pueden ser designados para cargos antes reservados para personajes con credenciales muy respetables.

opinion.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1

• Salvador Cosío Gaona

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Es Abogado por la U de G, con estudios de posgrado en Administración Pública, Economía Política, Economía del Sector Publico, Administración Municipal, Finanzas Publicas, Administración y Desarrollo de Recursos Humanos, Financiamiento para el desarrollo y Políticas Publicas, en diversas instituciones. Tiene el Grado de Doctor en Derecho con la distinción Maxima Cum Laude en la Universidad Complutense de Madrid en España.

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