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CONECTÁNDONOS
Por Adriah Brito
Ha todos nos han ocurrido situaciones fuertes, que de alguna u otra manera nos han marcado o lastimado. Todos hemos vivido historias que no nos gustan contar o estamos sanando heridas que preferimos evadir; mientras nos cuestionamos si en algún punto vamos a poder superarlas.
A veces sentimos que la forma más sencilla de sobrellevar las situaciones incómodas/dolorosas que nos pone la Vida es cerrándonos. Es diciéndole que no a todas esas oportunidades o personas que nos ponen a prueba continuamente y que nos hacen ver nuestros peores fantasmas. Sin embargo… ¿qué ganamos al permitir que nuestros miedos nos ganen?
Tal vez tenemos la sensación de que ganamos, porque sentimos que estamos “a salvo”, pero luego vuelve a ocurrir otra situación donde nos sentimos expuestos e inseguros y optamos por volver a cerrarnos y prevenirnos de sentir ese miedo que nos detiene.
Y es ahí cuando caemos en cuenta de que, por el hecho de evadir nuestros miedos, no significa que estos se vayan. Y vaya que esa sensación es frustrante.
Tal vez no podemos eliminar todas las limitantes que nos brindan nuestros miedos con una sola fórmula, pero si podemos comenzar por permitirnos sentir… aún con todo y miedo. Porque justamente de eso se trata la Vida, de evolucionar, de crecer y de derrumbar los muros que muchas veces nosotros mismos construimos, simplemente para mantenernos a salvo.
Estamos aquí para sentir y aunque unas sensaciones sean más placenteras que otras, tenemos que seguir avanzando, aún cuando creemos que nuestros miedos pueden más que nosotros.
Sé que esto se dice fácil y por experiencia propia se que no lo es. Sin embargo, prefiero vivir una Vida que esté orgullosa de haber vivido, que una que mis miedos hayan diseñado.
@adriahbrito
abrito@adriahbrito.com
