El Video Assistant Referee (VAR) fue introducido en el fútbol con la promesa de erradicar los errores arbitrales y hacer el juego más justo. Desde su implementación oficial en 2018 en la Copa del Mundo de Rusia, esta tecnología ha sido utilizada en ligas y torneos internacionales para revisar jugadas polémicas, como goles dudosos, penales y tarjetas rojas. Sin embargo, lejos de acabar con la controversia, el VAR ha generado nuevas discusiones sobre su precisión, la interpretación de los árbitros y su impacto en el estruendo.
La tecnología del VAR se basa en cámaras de alta resolución ubicadas en distintos ángulos del campo, las cuales envían imágenes a una sala de revisión donde un equipo de árbitros analiza las jugadas en tiempo real. A pesar de contar con herramientas avanzadas, como el software de detección de fuera de juego semiautomático, han ocurrido errores notorios. En muchas ocasiones, la toma de decisiones sigue dependiendo de la subjetividad de los árbitros, lo que ha llevado a fallos polemi.
Algunos de los casos más escandalosos incluyen el gol anulado a Luis Díaz en un partido entre Liverpool y Tottenham en la Premier League 2023, donde el VAR omitió trazar las líneas de fuera de juego correctamente. En la Copa del Mundo de 2022, Japón avanzó en la fase de grupos tras un gol contra España en el que el balón parecía haber salido completamente, pero el VAR recomendó que una mínima fracción seguía en juego, generando un debate mundial. En la Serie A de Italia, un error técnico en el VAR provocó que se anulara incorrectamente un gol legítimo de la Juventus contra Salernitana, lo que llevó a la Fed

Una anécdota curiosa ocurrió en la liga portuguesa en 2021, cuando durante un partido entre Boavista y Belenenses, el sistema del VAR falló por completo debido a un corte de energía en la sala de revisión. Los árbitros tuvieron que tomar decisiones sin asistencia tecnológica, lo que provocó que los equipos reclamaran por varias jugadas polémicas. Esto evidencia que, a pesar de la tecnología, el fútbol aún depende de factores externos y
A pesar de sus fallas, el VAR llegó para quedarse y es poco probable que el fútbol regrese a una era sin asistencia tecnológica. Sin embargo, su implementación aún requiere mejoras, desde una mayor transparencia en la comunicación de las decisiones hasta una mejor capacitación para los árbitros que lo operan. Organismos como la FIFA y la IFAB han reconocido que el sistema es perfectible y han propuesto ajustes, como la reducción del tiempo de revisión y la posibilidad de que los aficionados escuchen las d
Mientras tanto, los debates sobre el VAR seguirán formando parte del espectáculo, con aficionados, jugadores y entrenadores dividiéndose entre quienes lo defienden como un avance necesario y quienes lo consideran una interferencia que resta emoción al juego. En última instancia, el fútbol sigue siendo un deporte donde la interpretación de las reglas y el factor humano juegan un papel crucial, con o sin tecnología.