SIN PEDIR AUDIENCIA

Por Carlos Martínez Macías (*)
Hace unos días, ejidatarios de José María Morelos, en el municipio de Tomatlán, estuvieron a punto de derribar las puertas y cercos colocados por Rasa Land para convertir al desarrollo de Xala (antes Chalacatepec) en un sitio exclusivo con playas privadas.
Se trata del largamente cacareado mega desarrollo turístico en la Costalegre, donde el Instituto de Pensiones del Estado invirtió casi 89 millones de dólares del fondo de los trabajadores y que 15 años después del anuncio del exgobernador Emilio González Márquez, todavía no puede realizarse.
Habitantes del poblado de Morelos, denuncian que la empresa Rasa Land, impide el paso por las playas, evita que pescadores ingresen a trabajar en las aguas que bañan esas tierras, fue desmantelado el campamento de tortugas y se han apropiado de cientos de hectáreas adicionales a las que supuestamente compraron.
Las mil 200 hectáreas que aportó la empresa en el fideicomiso inicial F-380 para la sociedad con el Ipejal, fueron impugnadas legalmente al considerarse que se trataba de tierras pertenecientes al ejido y no pequeñas propiedades como alegaba la compañía desarrolladora.
En 1965 se inició un juicio contra las supuestas pequeñas propiedades que existían en la zona y que supuestamente eran distintas a la Hacienda de La Nancy, un rancho de más de 50 mil hectáreas de donde habrían nacido los ejidos de José María Morelos y Campo Acosta.
Son fragmentos de estas tierras, las que Rasa Land aportó a través de tres empresas subsidiarias: Chalamar, Paraland y Chalalegre, al fideicomiso de Chalacatepec
Solo que 27 años después, la justicia le dió la razón a los ejidatarios al considerar que nunca existieron tales pequeñas propiedades. Los afectados interpusieron un recurso de revisión, pero en septiembre de 2023 se falla otra vez a favor de los ejidos y se ordena al Registro Público de la Propiedad de Puerto Vallarta (donde fueron registrados los predios) que cancele las escrituras de la pequeña propiedad, situación que está pendiente de cumplimentarse.
En esta enredada historia, no solo Chalacatepec ha cambiado de nombre a Xala. El 13 de septiembre de 2013, Pensiones aprueba ceder su participación de 48.5 por ciento en el Fideicomiso F-380 para sumarse a la empresa Activos Turísticos de México (ACTUR) donde tendría el 24 por ciento.
La firma ACTUR, es una operadora de fondos integrada además por el Fondo Nacional de Inversiones de Banobras y Rasa Land, la compañía que ostenta la mayoría de las acciones.
Pero los propietarios de Rasa Land, eran los dueños del 99 por ciento de Litimar S. A. de C. V., la empresa que se transformó en ACTUR el 10 de enero de 2012 bajo escritura pública 65,187, misma fecha en la que el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, a través de Fonadin, se obligó a aportar 80 millones de dólares al nuevo ente.
Con ACTUR como socio, el gobierno estatal mantuvo acciones en el hotel Four Seasons en la Ciudad de México y en el exclusivo desarrollo de la Mandarina en Riviera Nayarit, hasta que la operadora vendió su participación en RLH Properties y se quedó solamente con Xala.
El director de este mega desarrollo, Ricardo Santa Cruz, anticipaba que a mediados de 2024 ya iban a aterrizar aviones 737 en el aeropuerto de Costalegre (lo que no ha sucedido) y que ya comenzaron a ofrecer residencias en 5.5 millones de dólares y esperan vender otras villas de 750 metros cuadrados en más de ocho millones de dólares cada una.
Ejidatarios señalan que los desarrolladores de Xala, se apropian de las marismas, de la laguna de sal y otras tierras que no les pertenecen. Por eso, al ser el gobierno estatal socio a través del Ipejal, preguntan si está enterado que Chalacatepec es ahora una playa privada.
Y sobre los 15 años que han pasado sin que se culmine el proyecto, los tiempos no alcanzarán para entregar buenas cuentas. En septiembre de 2013, se fijó como plazo ocho años para la desinversión de Pensiones en ACTUR lo que debió ocurrir en 2021; pero en septiembre de 2020, los consejeros ampliaron el plazo cinco años más, lo que en teoría debe suceder en 2026.
Se supone que entonces, los 89 millones de dólares aportados del fondo de los trabajadores, deberán regresar con todas las ganancias obtenidas en década y media.
¡Ah! además de los 35 millones de dólares de ingresos “líquidos” que decía el ex gobernador Enrique Alfaro que ya habían obtenido del fondo después de esta extraña aventura.
(*) Carlos Martínez Macías, Director General de Paralelo 20. Es un periodista de larga trayectoria en prensa, radio, televisión y medios digitales. Ha realizado coberturas especiales en México y el extranjero. Ganador del Premio Jalisco de Periodismo.