Cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que no solo honra sus derechos, sino que también recuerda la lucha constante contra la desigualdad, la discriminación y la violencia de género. En las últimas décadas, el movimiento feminista ha logrado avances significativos en diversas áreas, desde la política hasta el deporte y la ciencia. Las protestas multitudinarias en ciudades de todo el mundo reflejan el poder colectivo de las mujeres, exigiendo paridad, justicia y seguridad.

En la política, la presencia femenina ha crecido exponencialmente. Actualmente, hay 31 mujeres jefas de Estado o de Gobierno en el mundo, según datos de la ONU. En América Latina, países como México, Chile y Honduras han elegido a mujeres para liderar sus gobiernos. En Estados Unidos, Kamala Harris hizo historia en 2021 al convertirse en la primera mujer vicepresidenta. A pesar de estos logros, la representación femenina en los parlamentos globales aún es baja: solo el 26.5% de los escaños legislativos son ocupados por mujeres.
En el ámbito empresarial, las mujeres han roto barreras en puestos de liderazgo. En 2023, el número de mujeres CEO en las empresas Fortune 500 alcanzó un récord de 53, una cifra aún baja, pero significativa en comparación con décadas anteriores. Empresas como General Motors, Citigroup y Oracle son lideradas por mujeres, demostrando que su capacidad de gestión y liderazgo es clave para el éxito corporativo. Sin embargo, la brecha salarial sigue siendo un desafío, ya que, en promedio, las mujeres ganan un 20% menos que los hombres en puestos similares, de acuerdo con el Foro Económico Mundial.

El deporte también ha sido un terreno conquistado por las mujeres. En el fútbol, la Copa del Mundo Femenil de la FIFA 2023 rompió récords de audiencia y asistencia. En el tenis, figuras como Serena Williams y Naomi Osaka han usado su influencia para visibilizar la equidad de género en el deporte. En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, por primera vez en la historia, la participación de atletas mujeres casi igualó la de los hombres, marcando un hito en la inclusión deportiva.
En el entretenimiento, las mujeres han liderado la industria del cine y la música, derribando estereotipos y generando impacto global. Directoras como Greta Gerwig y Chloé Zhao han sido premiadas en la industria cinematográfica, mientras que cantantes como Taylor Swift y Beyoncé han usado su voz no solo para crear música, sino también para impulsar cambios sociales. La influencia de las mujeres en la cultura popular es indiscutible, inspirando a nuevas generaciones a desafiar las normas impuestas por el patriarcado.

El movimiento feminista ha logrado transformar leyes y políticas públicas en todo el mundo. En países como Argentina y España, la lucha de las mujeres permitió la legalización del aborto, garantizando el derecho a decidir sobre sus cuerpos. En México, la paridad de género en el Congreso es una realidad, y se han implementado leyes más severas contra la violencia de género. Aun así, los feminicidios siguen siendo una crisis global: en 2022, más de 45,000 mujeres fueron asesinadas en el mundo por razones de género, según la ONU.

Uno de los casos más emblemáticos que demuestra la huella de las mujeres en el mundo es el de Malala Yousafzai. Atacada por los talibanes a los 15 años por defender el derecho a la educación de las niñas en Pakistán, Malala no solo sobrevivió, sino que se convirtió en la voz de millones de mujeres que luchan por estudiar y tener un futuro mejor. A los 17 años, recibió el Premio Nobel de la Paz, siendo la persona más joven en lograrlo, y hoy continúa su labor como activista y defensora de los derechos humanos.
El 8M no es solo una fecha de conmemoración, sino un recordatorio de la lucha que aún queda por delante. Las mujeres han demostrado su capacidad de liderazgo, su fuerza en la resistencia y su poder para cambiar el mundo. A través de su lucha, han derribado muros y construido caminos para que las futuras generaciones vivan en una sociedad más justa e igualitaria.