lunes, marzo 31

Aranceles a autos genera descontento global

Un día después de que el presidente Donald Trump anunció aranceles de 25% a los autos importados, tanto Canadá como la Unión Europea fracturaron aún más la relación con el gobierno del republicano.

El nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, anunció que hablará con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a solicitud del mandatario estadunidense.

La vieja relación que teníamos con Estados Unidos, basada en la integración profunda de nuestras economías y en una cooperación estrecha en materia de seguridad y defensa, se terminó”, afirmó Carney en conferencia de prensa.

Me opongo a cualquier intento de debilitar a Canadá, de dividirnos, para que Estados Unidos pueda poseernos, eso nunca ocurrirá”, declaró el funcionario, cuyo país congeló el martes pasado los pagos de reembolsos para el fabricante de coches eléctricos.

En el mismo sentido, Estados Unidos desdeñó los acercamientos de la Unión Europea para llevar a cabo negociaciones.

La Comisión Europea intentó entablar negociaciones para evitar aranceles adicionales, pero el mensaje de la Casa Blanca fue que no habría negociaciones hasta que se impusieran más aranceles estadunidenses.

A esto se suma las respuestas de países que han abierto la puerta a estudiar respuestas, como Francia, Canadá, Alemania o Japón.

El ministro de Economía del país galo, Eric Lombard, calificó el plan de Trump de “muy mala noticia” y dijo que la única solución era que la UE subiera sus propios aranceles.

Reino Unido también busca una exención, pero amenazó con revisar los subsidios a Tesla.

En el mismo sentido, el gobierno japonés calificó la decisión de “extremadamente lamentable”.

La asociación de fabricantes de automóviles estadunidenses pidió aplicar los aranceles “de forma que se evite un aumento de precios para los consumidores”.

El proyecto cuenta con una excepción: los vehículos ensamblados en México o Canadá estarán sujetos a un impuesto del 25% sólo sobre la parte de piezas sueltas que no procedan de Estados Unidos.

Más allá de la industria automotriz, el gobierno de Estados Unidos también estudia tarifas para sectores como el farmacéutico, los semiconductores y la madera.

Un día después del anuncio de aranceles de 25% a vehículos importados a Estados Unidos, la industria sintió el primer golpe.

Los fabricantes cayeron en los mercados bursátiles.

La empresa Ford perdió 3.8%, General Motors 7.34% y Stellantis 1.17%.

El anuncio del presidente Donald Trump ha generado nerviosismo en los mercados y ha aumentado la incertidumbre ante la expectativa de nuevos aranceles dirigidos a otros países.

Los gravámenes aduaneros se aplicarán a partir del 3 de abril a los vehículos livianos ya ensamblados, pero también a ciertos componentes.

Este último punto es sensible, ya que el sector se basa en una cadena de suministro compleja y que atraviesa fronteras.

El proceso de fabricación en las empresas Ford y General Motors incluye diversos trayectos de ida y vuelta entre Estados Unidos, México y Canadá.

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