En unas semanas más, el aguerrido periodista, Francisco Barba Vizcaíno, cumplirá su sueño de presentar un libro sobre una historia que le ha arrebatado décadas de su vida profesional: el abandono de la zona norte de Jalisco.
La publicación, que lleva por título “Bajo la bota de la indiferencia”, hace un recuento desde 1867 cuando fue convertido el séptimo cantón de Jalisco en el Distrito Militar de Tepic para combatir al forajido Manuel Lozada, “El Tigre de Álica”.
Ese jirón de tierra se transformaría en territorio en 1884 y para 1917 en la Constitución es elevado a rango de estado con el nombre de Nayarit.
El buen Paco Barba recuerda que nunca se percataron que esos enredados vuelcos de tierras, terminarían por partir al estado de Jalisco en dos, ya que el municipio de La Yesca, ahora nayarita, era la superficie que unía a los diez municipios de la zona norte con el resto de la entidad.
Numerosos estudios y documentos históricos –-como algunos del Archivo General de la Nación—revelados en el libro, dan cuenta que Nayarit y Zacatecas son vecinos y que no existe una continuidad geográfica que mantenga unido a Jalisco como señalan los mapas oficiales.
Un ejemplo del abandono en que vivió la zona norte son las carreteras. El libro da cuenta de que fueron obras de infraestructura impulsadas por Zacatecas, las que favorecieron a municipios jaliscienses.
Hasta mediados de los años sesenta, para ir de Guadalajara a San Martín de Bolaños, se tenía que viajar por Aguascalientes y se recorrían 632 kilómetros en casi 10 horas. Más adelante, cuando se rodeó por Jalpa, Zacatecas, el camino fue de 546 kilómetros y casi nueve horas.
Desde la década de los ochenta, con la carretera 23 por El Teúl, Zacatecas, son 329 kilómetros en más de seis horas. Sin embargo, el autor plantea que si se uniera El Teúl vía Florencia con San Martín de Bolaños, serían apenas dos horas y media desde Guadalajara ya que hay apenas 180 kilómetros entre San Martín y la capital de Jalisco.
En la obra de Francisco Barba se presentan documentos valiosos como mapas de 1880 que señalan la “zona controlada por el Territorio de Tepic, reivindicada por Jalisco”; o el diccionario de Antonio García Cubas de 1891 que cita los límites de Tepic y señala al este con Jalisco “interrumpido por el estado de Zacatecas”.
También destaca un recorrido que hizo Paco donde acredita el inicio del municipio de La Yesca, Nayarit y el de Florencia, Zacatecas, lo que confirma que son vecinos y por consiguiente “cercenan” a Jalisco.
A lo largo de muchas décadas, el periodista narra que los habitantes de los diez municipios de la zona norte, han tenido más relación con los municipios y el estado zacatecano que con Jalisco. Esto se ve reflejado en el comercio, la educación, la industria y hasta los servicios de la Comisión Federal de Electricidad.
Tal vez fue por todo esto que el también activista Paco Barba se dio a la tarea de encabezar un movimiento denominado “Por la Dignificación de la Zona Norte”, que tiene por fin promover ante el Senado y después ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la creación de un territorio federal en los diez municipios norteños.
En la exposición de motivos presentada ante el senado, señalan que los mapas oficiales de Jalisco son falsos porque no existe una continuidad territorial.
Ante ello y debido al abandono de la zona, piden que en los 8 mil 900 kilómetros cuadrados de extensión, sea creado un nuevo territorio que los rescate del rezago en el desarrollo económico y social que padecen cien mil personas de la región y apuntan un botón de muestra irrefutable: dos de los municipios más pobres de México se encuentran aquí, Mezquitic y Bolaños…
Por cierto, el libro sobre la histórica marginación de la zona norte de Jalisco, será presentado en la ciudad de Zacatecas.