Ciudades completamente cerradas, vuelos cancelados, lo mismo que la salida de autobuses, trenes, metros y ferris, bloqueos en carreteras, hospitales improvisados y las más altas medidas de prevención y movilización para atender y atacar el denominado coronavirus, es lo que China ha estado mostrando al mundo a partir de que fue circulada la información respecto a ese letal virus que ha generado alerta en todos los rincones del planeta.
Dicho virus hasta ahora desconocido ha encendido los focos rojos no solo en China su país de origen, sino que está causando temor en todo el mundo, principalmente en la últimas horas cuando los Estados Unidos de América confirmaron un primer caso registrado en su territorio, mientras que en México se analizan posibles casos en Jalisco, y Yucatán.
En China la cifra de muertos por la neumonía de Wuhan, -ubicado así por el nombre de la ciudad origen de la misteriosa neumonía- suma ya 41 y miles de infectados.
Este nuevo virus de China (2019-nCoV), que se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en un mercado de Wuhan, es un tipo de microorganismo diferente de cualquier otro coronavirus humano descubierto hasta ahora. Los coronavirus son una gran familia de virus respiratorios que pueden causar enfermedades que van desde el resfriado común hasta el síndrome respiratorio de Medio Oriente y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), qué mató a unas 650 personas en China continental y Hong Kong en 2002-2003.
Los coronavirus son zoonóticos, lo que significa que se transmiten entre animales y personas. Investigaciones detalladas descubrieron que el SARS-CoV se transmitió de gatos civeta a humanos y el MERS-CoV de dromedarios a humanos. Se sabe también que varios coronavirus conocidos circulan en animales que aún no han infectado a los humanos.
Los signos y síntomas clínicos notificados hasta ahora son principalmente fiebre, tos y dificultad respiratoria. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e incluso la muerte.
Quizá lo más preocupante sea la proximidad de las vacaciones por el Año Nuevo Chino en que millones de sus habitantes se desplazan a todos lados del mundo para festejar.
Esta nueva cepa de coronavirus, que se descubrió en la ciudad de Wuhan, en centro de China, generó una enorme inquietud por su conexión con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS).
Esta alarma expandida en todo el mundo, ha provocado también, según los analistas financieros que cunda el nerviosismo en los mercados asiáticos, porque, como ya mencionaba, se presenta justo en un momento en el que cientos de millones de chinos se preparan para viajar con motivo del Año Nuevo Lunar.
Así pues, este nerviosismo parece extenderse a los mercados europeos y a Wall Street. En Europa pocos índices se han librado de las caídas (tampoco el Ibex 35 español), mientras que el petróleo corrige alrededor de un 2% en el mercado de futuros.
Las bolsas asiáticas entraron en terreno negativo después de que los inversores asociaran el nuevo brote con la propagación del síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) de 2002/2003, otro tipo de coronavirus que emergió en China y se convirtió en una pandemia mundial que se cobró casi 800 víctimas mortales. La propagación de este coronavirus puede detener la economía china ahora que llega el Año Nuevo Lunar, lo que suele disparar el consumo y los viajes.
«La gente se está poniendo nerviosa y sacando provecho», asegura Wang Chen, socio de XuFunds Investment Management en declaraciones a Bloomberg. Este gestor asegura que su empresa ha recortado algunas posiciones esta semana. «Nos esperan unas largas vacaciones y el brote de virus, y recientemente los mercados cogieron mucha fuerza. Ahora habría que tener precaución».
Las aerolíneas y las empresas relacionadas con el turismo han sufrido los desplomes más fuertes. La hotelera BTG se ha dejado más de un 5% tras hundirse en la sesión del lunes un 9%. China Eastern Airles se ha dejado un 3%, el mismo camino que han recorrido casi todas las aerolíneas de los índices chinos. Por el contrario, las farmacéuticas han vuelto a disfrutar de grandes subidas como ha sido el caso de Guizhou Yibai Pharmaceutical que se ha disparado un 5,52%.
La cuestión es que este miedo se está trasladando a otros parqués del mundo. En Europa las bolsas caen con intensidad lideradas por las aerolíneas. En España IAG ha cedido un 2,8% hasta los 7,49 euros por acción, mientras que Lufthansa se ha dejado un 3,38%, Air France KLM un 2,61% y Turkish Airlines un 1,33%.
Otras compañías que están sufriendo sobremanera son las que tienen mayor exposición al comercio con China y al comercio internacional en general donde el gigante asiático juega un papel muy relevante. ArcerlorMittal se ha dejado un 2,4% en la bolsa española hasta los 14,23 euros por título y BHP se ha dejado un 1,36% en la bolsa de Londres.
Las marcas de lujo Kering, Louis Vuitton, L’Oréal y Hermes International también han llegado a corregir este martes casi un 4%, aunque finalmente han cerrado con descensos de entre el 1 y el 2%. China es uno de los mayores mercados de lujo del mundo con más de 100 millonarios entre el 10% de la población más rica del mundo. Algunas firmas como UBS destacan a China como el país con más ricos del mundo, por encima de EEUU.
En concreto, Kering, el grupo de empresas comerciales francesas creadas por el empresario y millonario François Pinault, lideraban las caídas de la Bolsa de París, con un descenso del 2,07%, seguido de Louis Vuitton (-1,13%) y L’Oréal (-1,31%), mientras que Hermes International ha perdido un 1,09% al cierre.
En opinión de Análisis Grupo Banco Sabadell, el aumento de casos de coronavirus en China es una noticia negativa para el sector, que generará incertidumbre en el más corto plazo dada la relevancia de China en este negocio y el posible descenso del consumo. Según la entidad, Asia exJapón supone aproximadamente el 33% de las ventas de Kering y Louis Vuitton.
Los canales de conexión entre China y el resto del mundo podrían estar detrás de estos movimientos. Una ralentización de la economía china como producto de la expansión de este virus puede reducir las importaciones europeas del gigante asiático. Por otro lado, el virus puede reducir el número de pasajeros que vuelan hacia Asia por miedo, afectando sobre todo a las grandes aerolíneas que cubren las rutas de larga distancia. Por último, el canal de transmisión financiero también es relevante en un mundo globalizado en el que los inversores tienen activos extranjeros y los flujos de inversión se mueven en todas direcciones.
La OMS fue notificada de la identificación del virus en Wuhan el 31 de diciembre y el 20 de enero las autoridades chinas confirmaron que puede transmitirse de persona a persona.
Para entonces, decenas de miles de personas habían salido de la ciudad.
Hasta el momento se han identificado casos de infectados en China, pero también en otros países de Asia y en Estados Unidos, y se detectó en personas que habían estado recientemente en Wuhan.
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