La predicción de un reconocido historiador norteamericano, famoso por haber acertado quién sería el presidente de los Estados Unidos de América del Norte en al menos ocho elecciones, ha pronosticado que Donald Trump será el primer presidente estadounidense en perder una reelección desde que Bill Clinton derrotó a George H. W. Bush en 1992.
El historiador y “gurú” que acertó el resultado de 8 de las últimas 9 elecciones en la Unión Americana, Allan J. Lichtman, profesor de Historia de la American University, desarrolló en 1981 un sistema que le permitió pronosticar exitosamente al vencedor de todos los comicios presidenciales desde 1984, con la única excepción de los controvertidos del 2000. Hace cuatro años, fue de los pocos que predijo que Donald Trump le ganaría a Hillary Clinton, y hasta se animó a anticipar que sería sometido a un juicio político.
Allan J. Lichtman no es un oráculo ni un politólogo. Es un historiador que se hizo célebre en Estados Unidos por su notable precisión para anticipar el futuro político. Desde 1973 es profesor de historia en la American University de Washington DC y en 1981 desarrolló un sistema que le permitió predecir exitosamente el ganador de todas las elecciones presidenciales desde 1984 hasta 2016.
La única excepción fueron los comicios del 2000, los más disputados de todos los tiempos. Al Gore recibió más votos que George W. Bush —como él había predicho—, pero perdió en el Colegio Electoral luego de que dieran ganador al candidato republicano en Florida por una diferencia menor a mil sufragios, en una elección que terminó siendo judicializada. Lichtman no creó su método solo. Lo hizo junto a Vladimir Keilis-Borok, un importante matemático y geólogo ruso que había ideado un sistema para pronosticar terremotos. Con esa misma lógica, diseñaron un mecanismo que no se basa en especulaciones ni en encuestas, sino en la historia. Bajo la premisa de que los ciudadanos conciben al voto como una forma de premiar o castigar al gobierno, estudiaron en profundidad todas las elecciones entre 1860 y 1980 para buscar qué variables se presentaban asociadas a triunfos oficialistas y cuáles a derrotas. Encontraron que había 13 especialmente significativas.
Lichtman publicó en 1996 The Keys To the White House (“Las claves para la Casa Blanca”; Lanham: Rowman & Littlefield), el libro en el que plasmó su teoría, que a esa altura ya había sumado varios aciertos. Aunque ninguno fue tan resonante como el de 2016. Cuando todas los sondeos y la gran mayoría de los analistas y pronosticadores vaticinaban una victoria de Hillary Clinton, Lichtman dijo que Donald Trump iba a ganar. El Presidente se lo agradeció.
Trump, reconoció su predicción, pero no comprendió el significado profundo de las claves, que es que cuando eres el presidente, y no el contendiente, te juzgan por tus logros.
El sistema predictivo de Lichtman se basa en 13 proposiciones sobre el desempeño del gobierno y sobre los candidatos que compiten en las elecciones. Si 8 o más de las 13 son verdaderas, el pronóstico es que gana el presidente o el postulante de su partido. Si, en cambio, 6 o más son falsas, la predicción es una victoria opositora.
Así clasificó el historiador las 13 claves que pueden definir el resultado de las elecciones de 2020:
1) Mandato partidario: tras las elecciones de medio término, el partido gobernante tiene más bancas en la Cámara de Representantes de las que tenía tras los anteriores comicios de mitad de período. Respuesta: FALSO. El Partido Republicano había ganado 247 de los 435 escaños de la Cámara de Representantes en los comicios legislativos de 2014. Pero, tras las parlamentarias de 2018, perdió la mayoría y se quedó con apenas 199, frente a 235 del Partido Demócrata. Es cierto que ganó escaños en el Senado, pero esta clave solo observa lo que sucede en la cámara baja.
2) Competencia: no hay una competencia seria para el candidato oficialista en las primarias partidarias. Respuesta: VERDADERO. Donald Trump obtuvo en las internas republicanas el 100% de los 2.550 delegados en juego y el 94% de los votos. Bill Weld salió segundo con apenas 2 por ciento.
3) Oficialismo: el candidato oficialista es el presidente en ejercicio. Respuesta: VERDADERO
4) Tercer partido: no hay ningún tercer partido o candidato independiente significativo. Respuesta: VERDADERO. Si bien hay partidos menores que se presentan, como en todas las elecciones, no hay ninguno que supere el 3% de intención de voto en ninguna encuesta.
5) Economía de corto plazo: la economía no está en recesión durante la campaña electoral. Respuesta: FALSO. El PIB estadounidense sufrió la peor caída de su historia en el segundo trimestre de 2020: se contrajo 31.7% anual. Todavía no concluyó el tercer trimestre, que abarca el comienzo de la campaña, pero el colapso fue tan grande que, más allá de que se registra un rebote, los números seguirán siendo negativos en comparación con 2019.
En todos sus discursos, Trump intenta de enfatizar que la crisis se terminó y que el país se está recuperando. De hecho, es cierto que el desempleo, que había subido hasta 14.7% en abril, bajó a 8.4% en agosto. Pero Lichtman no cree que sea suficiente para cambiar la interpretación de esta clave. Lo que importa es el número, que muestra una caída respecto del año pasado.
6) Economía de largo plazo: el crecimiento económico per cápita durante el mandato iguala o supera al promedio de los últimos dos mandatos presidenciales. Respuesta: FALSO. El Fondo Monetario Internacional proyecta que el PIB de los Estados Unidos se contraerá 5.9% en 2020. Si se confirmara ese número, Trump completaría su mandato con un incremento promedio de 0.4 por ciento. En sus ocho años de gobierno, Obama promedió un crecimiento anual de 1.6 por ciento.
7) Cambios en las políticas públicas: el Gobierno realizó importantes cambios en políticas públicas nacionales. Respuesta: VERDADERO. Que reconozca las transformaciones no significa que Lichtman esté de acuerdo con ellas. Lo relevante para la predicción es que se hayan producido. “El gobierno de Trump retrocedió el reloj en la protección del medio ambiente. Revirtió casi todas las regulaciones diseñadas para limitar la emisión de gases de efecto invernadero, que causan el cambio climático inducido por los seres humanos. Al mismo tiempo, promovió ferozmente a las industrias de combustibles fósiles, que son responsables de esta catástrofe.
8) Conflicto social: no hubo una agitación social sostenida durante el mandato. Respuesta: FALSO. Desde que un grupo de policías mató a George Floyd, el 25 de mayo en Mineápolis, Minesota, Estados Unidos empezó a temblar por algunas de las protestas más masivas y disruptivas en mucho tiempo. Para contrarrestar el debilitamiento de su imagen, Trump intenta presentarse como el presidente de “la ley y el orden” para seducir a los votantes inquietos ante el crecimiento de la conflictividad social. Pero el autor de White Protestant Nation (“La nación blanca protestante”; Grove Press, 2008) tampoco le ve futuro a este enfoque. “Trump cree que es como Richard Nixon en 1968, que en otro momento de agitación social compitió por la presidencia con una plataforma de ‘ley y orden’. Pero lo que no entiende es que Nixon era el contendiente, no el presidente. El argumento de Trump parece ser: ‘Si me eligen presidente voy a poner fin a todas estas cosas terribles que están pasando mientras soy presidente’. No es muy convincente.
9) Escándalo: el Gobierno no fue salpicado por ningún escándalo importante. Respuesta: FALSO. Trump fue sujeto a impeachment, pero el peor escándalo, que quizás pasa algo desapercibido, porque es más sutil que los otros, es la corrupción del sistema de gobierno estadounidense. Trump corrompió todo lo que tocó. El Departamento de Justicia se convirtió en un instrumento personal para exonerar a sus amigos y compinches, y castigar a sus enemigos. Corrompió el censo. Wilbur Ross, el secretario de Comercio —que tiene a su cargo la Oficina del Censo—, mintió para incluir una pregunta sobre la ciudadanía. Corrompió la Agencia de Protección Ambiental, lo que está destruyendo el medio ambiente. Corrompió el Departamento de Estado, usando a Rudy Giuliani como su operario personal de política exterior. Corrompió virtualmente cada aspecto del gobierno, y lo hizo mintiéndole al pueblo estadounidense todos los días, múltiples veces.
10) Fracaso en política exterior: el Gobierno no sufrió ningún fracaso militar o diplomático significativo. Respuesta: VERDADERO
11) Éxito en política exterior: el Gobierno logró algún éxito militar o diplomático significativo. Respuesta: FALSO. Los hechos de política exterior que pueden hacer ganar o perder elecciones a los gobiernos son, por lo general, las guerras. Como durante su mandato los Estados Unidos no iniciaron ni pusieron fin a ninguna —al menos no de manera taxativa—, Lichtman concluye que no tuvo éxitos ni fracasos. El Departamento de Estado se apresuró a presentar ciertos triunfos en las últimas semanas, como el acercamiento entre Israel y algunos países árabes, pero no parece ser suficiente.
12) Carisma oficialista: el candidato oficialista es una figura carismática o un héroe nacional. Respuesta: FALSO. Esta clave tiene un umbral muy elevado: para ganarla hay que ser una persona única en una generación, verdaderamente inspiradora, un candidato ampliamente atractivo. Del lado republicano, es lo que fue Ronald Reagan en los 80, porque consiguió el apoyo de muchos demócratas. Trump no califica. Más del 60% de los estadounidenses no lo consideran honesto ni confiable. No les gusta. Y a su lado ni hay ningún demócrata pro Trump.
13) Carisma opositor: el candidato opositor no es una figura carismática o un héroe nacional. Respuesta: VERDADERO
Resultado final: 6 claves verdaderas y 7 claves falsas.
A fines de 2019, las cosas lucían muy bien para Donald Trump. Eran negativas 4 claves, 2 por debajo del umbral de 6: mandato partidario, escándalo, la ausencia de grandes éxitos de política exterior, y que no es carismático. Pero todo cambió en 2020, con la peor pandemia en 100 años y reclamos por justicia social y racial. Como resultado, perdió 3 claves más: la economía de corto plazo; la economía de largo plazo; y la clave del conflicto social, por toda la furia que hay a lo largo del país. Así que Trump pasó de 4 a 7 claves negativas, una más de las necesarias para predecir una derrota.
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