Tal como lo señaló el periodista Raymundo Riva Palacio, “la designación del senador James David Vance, mejor conocido como J.D. Vance, como compañero de fórmula de Donald Trump para la vicepresidencia, son pésimas noticias para México. Vance, un exmarine, se encuentra en la primera línea de la infantería que quiere que el jefe de la Casa Blanca, sin importar que sea republicano o demócrata, envíe tropas a México para combatir a los cárteles de la droga porque, afirma, han desestabilizado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y en un plazo no mayor de tres años podrían convertir este país en un Estado fallido.
Vance, a diferencia de Trump que ha jugado políticamente con el tema de los cárteles de las drogas mexicanos, está ideológicamente convencido de que hay que acabarlos antes de que el fentanilo acabe con la sociedad estadounidense. “Este tema es personal”, afirmó en un spot que difundió durante su campaña para el Senado en 2022”.
«Tras largas deliberaciones y reflexiones, y teniendo en cuenta el tremendo talento de muchos otros, he decidido que la persona más adecuada para asumir el cargo de vicepresidente de Estados Unidos es el senador J.D. Vance, del gran estado de Ohio», dijo Trump al hacer el anuncio el pasado lunes.
Poco después, el senador apareció en la Convención Nacional Republicana que se inició esta semana en la ciudad de Milwaukee. Fue recibido con una ovación por los miles de delegados que nominaron oficialmente a Trump como su candidato a la Casa Blanca.
«¡JD, JD, JD!», coreaban los delegados cuando les fue anunciado que había sido el elegido de Trump. Se le vio sonriente mientras hacía su entrada junto a su esposa Usha Vance.
Vance, que integró el movimiento Never Trump («Nunca Trump») durante las elecciones de 2016, cambió de posición en 2022 en el momento de iniciar su carrera política.
Trump espera que Vance, al ser un candidato joven, refresque la campaña republicana y lidere una nueva generación de republicanos fieles a su figura en el interior del partido.
Vance, nacido en Middletown, Ohio, en 1984, con el nombre de James David Bowman, fue criado por sus abuelos maternos -en el seno de una familia blanca de clase trabajadora- debido a los problemas de adicción de su madre y a la ausencia de su padre.
El ahora candidato a vicepresidente formó parte de los infantes de marina y sirvió en Irak antes de ir a la Universidad Estatal de Ohio, donde se licenció en Ciencias Políticas y Filosofía, para después pasar a la Facultad de Derecho de Yale y terminar siendo inversor en capital de riesgo.
Bautizado como católico en 2019, el candidato a la vicepresidencia de EE.UU. está en contra del derecho al aborto, si bien respalda la opinión de Trump de que el asunto debería dejarse en manos de cada estado.
En 2016, escribió un exitoso libro de memorias y ensayos, Hillbilly Elegy, donde narra su propia vida y crianza en una familia de clase trabajadora en el Rust Belt (cinturón industrial) de Estados Unidos.
En ese libro, Vance adoptó una visión decididamente conservadora: describió a sus amigos y familiares como derrochadores crónicos, dependientes de las prestaciones sociales y, en su mayoría, incapaces de salir adelante por sí mismos.
El éxito del libro hizo que la historia fuera llevada al cine en una película homónima de Netflix con Amy Adams y Glenn Close.
Hillbilly Elegy lo convirtió no solo en un autor de bestsellers, sino también en un reconocido comentarista de televisión que hablaba de la relación de Donald Trump con los votantes blancos de clase trabajadora en EE.UU.
Sin embargo, por aquella época, no dudaba en criticarlo.
«Lo que está haciendo [Trump] es darle a la gente una excusa para señalar con el dedo a alguien más, a los inmigrantes mexicanos, al comercio con China, a las élites demócratas o a cualquier otra cosa», decía Vance en 2016.
Ese mismo año, le escribió en privado a un contacto en Facebook: «Voy y vengo entre pensar que Trump es un imbécil cínico… o que es el Hitler de Estados Unidos».
Una vez que Vance se unió a la carrera por el Senado, en 2022, se disculpó con Trump y cambió de posición, consiguiendo el respaldo del expresidente para el Congreso.
En el Senado ha sido un voto conservador confiable para el expresidente. Respaldó políticas económicas populistas y ganó peso como uno de los mayores escépticos del Congreso respecto de la ayuda a Ucrania.
Vance se ha convertido en un actor cada vez más importante en el mundo de la política del Make America Great Again (el lema de campaña de Trump y el movimiento que lo sigue) y se ha sumado casi por completo a la agenda del expresidente.
Dada su corta experiencia en la cámara liderada por los demócratas, los proyectos de ley que ha promovido rara vez han avanzado y tienden a enviar más mensajes que a cambiar políticas.
En los últimos meses, Vance presentó proyectos de ley para retener los fondos federales para las universidades en las que hay campamentos o protestas por la guerra en Gaza, así como para las universidades que emplean a inmigrantes indocumentados.
Haciendo gala tanto de su belicismo en política exterior como de su experiencia en finanzas, Vance presentó en marzo una ley que impediría el acceso del gobierno chino a los mercados de capitales estadounidenses si no respeta la legislación comercial internacional.
Con esta agenda, en poco tiempo Vance se ha convertido en un actor cada vez más importante entre los republicanos, convirtiéndose en una voz influyente del trumpismo en Washington.
En su primer discurso como compañero de fórmula republicano de Donald Trump, el candidato a la vicepresidencia volvió a arremeter contra nuestro país, aseveró que Estados Unidos ha perdido grandes cantidades de empleos, muchos de ellos de alta calidad, por culpa del Tratado de Libre Comercio con México y Canadá.
“Cuando estaba en cuarto año de primaria -dijo- un político de carrera llamado Joe Biden apoyó el TLC, que es un mal acuerdo comercial para Estados Unidos que causó que buenos empleos manufactureros estadunidenses se fueran a México”. Vance marcó el ritmo del discurso republicano en Milwaukee al aceptar su segunda posición en la estrategia del expresidente Trump.
Pero Vance -de 39 años y senador por Ohio- no mencionó que fueron los republicanos los que promovieron y firmaron los acuerdos comerciales con sus pares canadienses y mexicanos. 34 votos republicanos, contra 27 demócratas en 1993 para un acuerdo que entró en vigor el 1 de enero de 1994, cuando el presidente de la Unión Americana era George Bush.
@salvadorcosio1