Sin querer aparecer como alguien que tomó una decisión precipitada, desinformada, o como un ignorante, el presidente del vecino país del norte, Donald Trump, ha dado un paso importante hacia lo que puede ser el retorno de los Estados Unidos de América, el segundo país que más contamina en el mundo después de China, a los tratados, acuerdos y acciones internacionales en los temas ambientales. El polémico magnate concedió una entrevista el pasado domingo por la noche a una cadena de televisión en la que se retractó de su dicho referente a que el cambio climático era un cuento chino y una farsa.
En noviembre del 2012, el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, que entonces se veía muy lejos de que pudiera llegar a la Casa Blanca, sostuvo que al cambio climático era como un “cuento chino”, una “farsa”, y desestimó las críticas que se le dejaron venir como tsunami principalmente de organismos ambientalistas que no daban crédito a semejante insensatez y se tomó como una afrenta a la comunidad científica. No conforme con ello, el año pasado, siguiendo su política de “América Primero”, retiró a los Estados Unidos de América del Acuerdo de Paris sobre el cambio climático.
Donal Trump tuiteó en aquella ocasión que “el concepto de cambio climático fue creado por y para los chinos a fin de hacer que la manufactura estadounidense no sea competitiva». Luego aclaró que estaba bromeando sobre la conexión con los chinos, pero años después ha seguido diciendo que el cambio climático es una farsa. Bromeaba dijo el mandataria, pero en junio de 2017 anunció que Estados Unidos de América se retiraría del Acuerdo de París sobre el cambio climático, con lo que cumplía una más de sus promesas de campaña para pintar un panorama muy oscuro en lo referente a la mitigación del calentamiento global y la lucha mundial por el medio ambiente. «Como alguien que tiene un profundo respeto por el medio ambiente, no puedo apoyar un acuerdo que castigue a los trabajadores de Estados Unidos para cumplir mi solemne deber de proteger a EU y sus ciudadanos, el país se retirará del acuerdo climático de París», dijo en aquella ocasión en un mensaje a los medios desde el jardín de la Casa Blanca.
Trump, además, calificó el tratado como sumamente injusto para la nación que gobierna, dejando a los trabajadores y los contribuyentes desamparados y disminuyendo la producción económica de su país. Apuntó que esperaría lograr «un mejor acuerdo» en el futuro. Declaró también que EU cesaría de inmediato toda implementación de estándares incluidos en el acuerdo climático de París. Apuntaba que “el aporte de EU al acuerdo, sólo produciría una diferencia de 2 décimas de grado centígrado en la temperatura global para el año 2100. Sólo 14 días de emisiones de carbón por parte de China borrarían lo que EU podría aportar al reducir sus emisiones para el año 2030, después de que hallamos gastados trillones dólares, perdido empleos, cerrado plantas y sufrido costos altos de energía”. Nunca detalló de dónde obtuvo esas cifras.
La semana pasada una noticia dio la vuelta al mundo; los principales diarios internacionales la publicaron y de ahí se han generado un sinnúmero de reacciones. Se trata de una investigación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU a través de la cual se da cuenta que el planeta podría cruzar el umbral crucial de 1,5 grados Celsius -por encima de los niveles preindustriales- en solo 12 años, lo que en su criterio, conllevaría a una «catástrofe global». En la publicación que replicaron los medios de todo el mundo se alerta sobre condiciones climáticas anómalas como sequías extremas, incendios forestales, inundaciones o escasez de alimentos para cientos de millones de personas, y se dice que podrían ser solo los primeros síntomas.
Tal vez esa alerta enviada por el Panel Intergubernametal sobre el Cambio Climático hizo reflexionar al magnate que gobierna desde la Casa Blanca, pues en una entrevista en el programa televisivo «60 Minutes», de ABC, transmitido el domingo por la noche, dijo que él no quiere poner a Estados Unidos en desventaja al momento de responder al cambio climático.
El presidente Trump que cada vez se parece más a un personaje cómico de la televisión mexicana que “como dice una cosa, dice otra”, modificó su postura y se retractó de su afirmación de que el cambio climático es una farsa pero señaló que no sabe si es que la causa de este fenómeno es el hombre.
«Creo que algo está pasando. Algo está cambiando y cambiará de nuevo», comentó. «No creo que es una farsa. Creo que probablemente hay una diferencia. Pero no sé si la está causando el hombre. Voy a decir esto: No quiero dar billones y billones de dólares. No quiero perder millones y millones de trabajos».
«No estoy negando el cambio climático», dijo en la entrevista. «Pero bien podría revertirse. Sabes, estamos hablando de … millones de años».
Trump, también dijo tener dudas sobre hallazgos científicos que vinculan el cambio climático con huracanes fuertes. “Ellos dicen que hemos tenido huracanes que han sido mucho peores del que tuvimos con Michael», agregó Trump. Cuando la reportera de «60 Minutes» Leslie Stahl le preguntó a quien se refería con «ellos», el presidente respondió: «Gente». «Tienes que decirme quienes son esos científicos porque los tienen una agenda política muy fuerte», puntualizó.
Ya antes el polémico mandatario había enviado una leve señal de que podría regresar, pero en este momento y sin querer lanzar las campanas al vuelo, podemos decir que la noche del domingo se dio una buena noticia para el mundo.
Opinión.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1