Ante el complejo panorama económico que se tiene de frente, cuando el peso mexicano se ha depreciado de forma dramática en los últimos días cerrando este viernes por arriba de las 25 unidades por cada dólar, y que el barril de petróleo azteca se vende por debajo de los 20 dólares, es de esperar que los actores que toman las decisiones en materia económica en nuestro país opten por las más adecuadas, aún cuando sabemos que el golpe a la economía de nuestro país es inminente.
Así lo dejo claro el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien en días pasados, durante la Convención Bancaria celebrada en Acapulco, Guerrero, reconoció frente a los banqueros que México verá en las próximas semanas una reacción económica frente a la crisis sanitaria. “Este es un fenómeno de salud que tiene un impacto económico importante”, dijo. “Aún en el escenario más favorable, va a haber un impacto”.
“Claramente los mercados nacionales estarán muy sensibles a la evolución epidemiológica del virus”, alertó el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León. La estimación del banco central es que los efectos adversos de la crisis sean en el corto plazo y que las fortalezas de la macroeconomía mexicana ayuden a mantener la estabilidad financiera del país. Díaz de León dijo que la crisis global ante la pandemia va a tener un efecto en las cadenas de suministro de insumos de las que México forma parte.
El martes pasado la Bolsa de Valores se desplomó 7 %. En tanto, ha continuado la depreciación del peso respecto al dólar sobrepasando durante la jornada la barrera de los 25 pesos por dólar.
Ante esta situación, líderes empresariales han realizado un listado de peticiones al presidente Andrés Manuel López Obrador, las cuales han clasificado como “urgentes” para evitar la disminución drástica de la inversión, apoyar a las pequeñas y medianas empresas y preservar el empleo de 21 millones de mexicanos, según publica Alto Nivel.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) pidió estas “medidas urgentes” al gobierno federal para mitigar los efectos de la crisis global por coronavirus y la volatilidad internacional de los mercados, y preservar el bienestar y empleo de millones de mexicanos.
“El daño a la economía real ya se muestra por el lado de la oferta, al interrumpirse el comercio y la actividad de diversas cadenas de producción. En el interno, por ahora el problema es primordialmente de demanda agregada. Por ello, las medidas deben enfocarse a fortalecerla”, indicó el organismo empresarial en un comunicado.
Concretamente, pidió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) 10 medidas para evitar la disminución drástica de la inversión, apoyar a las pequeñas y medianas empresas y preservar el empleo de 21 millones de mexicanos:
1.Asegurar la liquidez en el mercado financiero. “La prioridad es que la intermediación financiera sea fluida en el corto y en el largo plazos.”
2. Mantener el esfuerzo de austeridad y disciplina en el manejo de las finanzas públicas. “Sin embargo, en este momento de retos inéditos, el Gobierno debe abandonar el objetivo de lograr el 1% del PIB de superávit primario (…) Si es necesario, tomar deuda de una forma responsable.
3. Fortalecer el Acuerdo de Inversión en Infraestructura entre el Sector Privado y el Gobierno “y anunciar de inmediato el plan de inversiones del sector privado en el sector energético.”
4. Depreciación acelerada automática. “Establecer la posibilidad de efectuar la deducción inmediata de las inversiones que las empresas realicen sin limitación geográfica alguna, durante el ejercicio de 2020.”
5. Preservar el empleo. “En los casos en que sea inevitable el recorte de puestos de trabajo, otorgar apoyos del gobierno a las empresas con recursos fiscales, para que a estos trabajadores se les otorgue al menos un salario de subsistencia.”
6. Respetar de forma irrestricta el Estado de Derecho. “Evitando las amenazas de cambios a las normas ya en operación para empresas que invirtieron en el sector eléctrico, “y cambios inaceptables como consultas populares para inversiones que ya están hechas.”
7. Acelerar los pagos pendientes a proveedores de CFE y Pemex. “Es urgente el pago de pasivos a proveedores por productos y servicios ya entregados en cualquiera de los tres niveles de gobierno.”
8. Apresurar las devoluciones pendientes de IVA a las empresas y restaurar la compensación universal. “Las empresas necesitan más la liquidez que el gobierno, en este momento”
9. Conformar un equipo con representación tripartita del sector privado, trabajadores y el Gobierno. “Es necesario analizar el impacto económico, y determinar acciones a seguir en esta crisis económica.”
10. Activar programas especiales de garantías para fortalecer algunos de los sectores más afectados. “El papel contracíclico histórico de la Banca de Desarrollo en situaciones de crisis ha sido fundamental para preservar la planta productiva.”
Sin embargo, previo a que el CCE publicara dicho comunicado con el decálogo de medidas que considera urgentes, el presidente López Obrador descartó que por la emergencia del COVID-19 vaya a haber una reducción en los impuestos o estímulos fiscales adicionales a empresas.
El mandatario federal garantizó que durante este periodo no habrá modificación de la política fiscal, ni se promoverán nuevos impuestos.
“Reducción de impuestos, no, pero sí garantizar que no va a haber aumentos de nada de impuestos, eso sí, mantener la misma política fiscal”, afirmó López Obrador.
Indicó que el gobierno ayuda a que la cadena productiva se mantenga activa y sin sobresaltos autorizando la baja en los precios del combustible a raíz de la caída en los costos del petróleo.
Mientras tanto, Bank of América (BofA) ha previsto una caída del 4.5% en la economía mexicana este año debido a los efectos globales del coronavirus: una recesión mundial, una fuerte contracción en la economía de Estados Unidos y el desplome en los precios del petróleo.
El banco estadounidense dijo que el nuevo pronóstico, que está muy por debajo del -0.1% por anterior, está explicado en su mayor parte por la amplia relación comercial que mantiene México con su vecino del norte, cuya contracción se amplificaría en el país latinoamericano.
“Los riesgos están sesgados a la baja. México podría verse afectado directamente por el coronavirus y Estados Unidos podría cerrar su frontera“, dijo el economista en jefe del banco, Carlos Capistrán, en un reporte divulgado el jueves.
Por otro lado, este viernes, la Junta de Gobierno del Banco de México, informó a través de un comunicado que considerando los riesgos para la inflación, la actividad económica y los mercados financieros derivados de la pandemia del COVID-19, se plantean retos importantes para la política monetaria y la economía en general.
“Ante las afectaciones previstas, con la presencia de todos sus miembros, la Junta de Gobierno determinó por mayoría reducir en 50 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 6.5%. Un miembro votó por disminuir dicho objetivo a un nivel de 6.75%.
Y añadió que “La Junta de Gobierno tomará las acciones que se requieran con base en la información adicional, de tal manera que la tasa de referencia sea congruente con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta del Banco de México en el plazo en el que opera la política monetaria. Perseverar en fortalecer los fundamentos macroeconómicos y adoptar las acciones necesarias, tanto en el ámbito monetario como fiscal, contribuirá a un mejor ajuste de los mercados financieros nacionales y de la economía en su conjunto”
Así pues, para nadie es un secreto que la economía de nuestro país está siendo impactada de manera importante por diversas situaciones que se han conjugado en los últimos días para ello: la pandemia por Coronavirus, y la guerra del petróleo han golpeado las bolsas de valores y México ha resentido todo ello alcanzando el peso mexicano un mínimo histórico frente al dólar. De ahí que empresarios y especialistas en el tema estén inmersos en la tarea de buscar y diseñar alternativas que puedan ayudar a sacar avante la economía mexicana.
Opinión.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1