“Nosotros somos pasajeros, pero las instituciones siguen”, argumentó en una entrevista para la televisión, el Director del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur), Rodolfo Guadalajara, para de esta forma salir al paso por los daños sufridos en monumentos históricos por la construcción de la Línea 3.
Ante el recuento de afectaciones sobre todo a templos como El Santuario, Catedral y especialmente el de San Francisco que data del siglo XVII, el director y también “pasajero confeso”, insistió que no importa que concluya su encargo porque hay licitaciones que incluirán contratos más allá del primero de diciembre próximo.
Mencionó que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la UNAM como perito tercero, se encargó de emitir las licitaciones para las tareas de reconstrucción del patrimonio cultural y artístico de la ciudad.
Más o menos en el mismo tenor fue su explicación para las reparaciones de decenas de fincas de particulares que fueron perjudicadas durante los trabajos de la Línea 3.
Sin embargo, como la obra más importante del sexenio del gobierno federal en Jalisco no se ha caracterizado por su transparencia, hay muchas dudas en torno al proyecto que entra en su recta final.
Por ejemplo, aunque el INAH estableció una serie de requisitos a Siteur que deberían cumplir antes de comenzar los trabajos de la Línea 3, no figura en el apartado de transparencia del proyecto el dictamen aprobatorio de este organismo.
Aunque aparece en una carpeta bajo el nombre “INAH, Respuesta Autorización”, sólo muestra el oficio 401 F (9) 83 2015/436/Dirección del ocho de abril de 2015 donde la delegada del INAH en Jalisco, Martha Lorenza López Mestas Camberos menciona al organismo que deberán realizar las siguientes acciones:
Trabajos de salvamento arqueológico; además, un levantamiento actual de los monumentos históricos ubicados en el área de impacto para conocer su estado físico “antes de iniciar los trabajos”; instalar un sistema de monitoreo del comportamiento estructural de cada uno de ellos; un análisis de la capacidad de carga del suelo y técnicas para garantizar resistencias y la no afectación de los monumentos y hundimientos.
Además, se deberá otorgar una fianza por cada uno de los monumentos históricos en la línea de trazo del tren que garantice los daños. Hasta en tanto se cumpla con estos trabajos, el instituto “estará en posibilidades de emitir un dictamen”.
¿Se realizaron estos trabajos? ¿Se hizo el inventario? ¿Se otorgó la fianza para cada monumento? ¿Se instaló un sistema de monitoreo? ¿Son recursos de las fianzas con las que el gobierno federal reconstruirá los templos?
Una perla más: El contrato GCONS/SPV/27/2014 firmado por Siteur y Senermex, Ingeniería y Sistemas, S.A. de C.V. el ocho de octubre de 2014, ampara los servicios de Asesoría Técnica Especializada (Project Management) para el Proyecto de Construcción de la Línea 3 del Tren Ligero de Zapopan, Guadalajara y Tlaquepaque, por un monto de 707 millones 600 mil pesos.
En el documento se da cuenta de una fianza del 20 por ciento del monto del contrato para responder por daños y en la cláusula vigésima séptima menciona que será “el contratista” el responsable por daños y perjuicios que se causen a Siteur o a terceros.
¿Son recursos de esta fianza con las que el gobierno cubrirá los daños de fincas de particulares?
Y la cereza: A partir de la fecha de firma del contrato el ocho de octubre de 2014, la empresa se obliga a concluir los trabajos en mil 280 días naturales. Este miércoles cinco de septiembre de 2018, se cumplen mil 428 días del plazo pactado.