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Sigue el debate sobre el fracking

La aprobación del fracking o fracturación hidráulica, es un tema que siempre resulta polémico, toda vez que como su nombre lo indica, se trata de técnicas de extracción de hidrocarburos mediante fractura hidráulica que atenta, refieren los especialistas y ambientalistas, contra los recursos naturales en perjuicio de la gente, aunque también cuenta con voces de expertos que se pronuncian a favor de que se constituya una nueva ley en México que la valide.

Este asunto se ha puesto sobre la mesa para su discusión y ya incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador fijó una postura ante la posibilidad de que prospere una iniciativa del presidente de la Comisión de Energía en el Senado de la República, Armando Guadiana, quien busca el consenso en la Cámara Alta pero también pretende contar con el aval de otros sectores como el empresarial, para que esta práctica sea permitida en nuestro país, que si bien no la prohíbe, tampoco la permite.

Si bien en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020 se establece una partida de más de 10 mil millones de pesos para continuar explotando pozos de hidrocarburos con esta técnica, López Obrador ratificó en la mañanera del pasado martes que no está de acuerdo con esta práctica y no avala la propuesta del senador morenista que la plantea.

“Él tiene todo el derecho de plantearlo… Nosotros hemos decidido no recurrir al fracking para la extracción de hidrocarburos, lo tenemos ya descartado. En todo nuestro plan de producción, en el caso de la extracción de petróleo y gas, se puede llevar a cabo sin la utilización de ese método que consideramos afecta el medio ambiente”, expuso.

El tema del uso del llamado fracking para extraer petróleo y gas natural es una conversación que se ha extendido a todo el mundo, sobre todo, en los países que tienen un gran potencial para su extracción, como lo refiere una investigación de Expansión.

“La fractura hidráulica o estimulación hidráulica, como se conoce más entre el sector petrolero, se ha vuelto aún más relevante por las implicaciones económicas que ha tenido en Estados Unidos, donde la producción de hidrocarburos por esta técnica supera los 8 millones de barriles promedio diario de petróleo proveniente del shale. México produce cerca de 1.7 millones de barriles de crudo en total.

En México se hace fracking desde hace 50 años de la mano de la petrolera nacional Pemex.

La fractura hidráulica es una técnica para extraer petróleo o gas natural de rocas con poca permeabilidad. Hay algunos tipos de rocas que, por sus características, en algún momento de su existencia atraparon pequeñas cantidades de estos hidrocarburos en su interior, y formaron extensas placas. Como si fueran barras de cereal, pero muy bien apretadas.

Las petroleras perforan pozos en vertical hasta llegar a estas barras, para luego escarbar a lo largo de estas formaciones a través de los llamados pozos horizontales. A estos tubos que navegan a lo largo de estas formaciones se les inyectan a mucha presión agua, arena y químicos para romper a nivel microscópico las entrañas de estas rocas, y así liberar el gas y petróleo que contienen.

Los grupos ambientalistas acusan que estas tareas ponen en riesgo de contaminación a los mantos acuíferos que fluyen en el subsuelo y critican el uso intensivo de agua que requiere en zonas donde a veces hay escasez de agua potable, además de la contaminación que genera la maquinaria para su extracción. Mientras, la industria defiende que la técnica se ha refinado luego de tantas décadas de uso en Estados Unidos y en otras partes del mundo como Argentina, gracias a un mejor recubrimiento de los pozos.

En Estados Unidos, el gran uso del fracking sirve para romper rocas que se encuentran en el sur del país vecino, justo con la frontera con México. Pero no sólo sirve para romper este tipo de rocas, que entran dentro de la categoría de los yacimiento no convencionales (las aguas profundas también entran aquí, y no involucran a las lutitas). Pemex lleva décadas usando el fracking para lograr sacar más hidrocarburos de sus yacimientos convencionales, explica Ramses Pech, experto en el sector, y que ha trabajado para Pemex y otras compañías en este tipo de tareas desde los años 90.

“La fractura hidráulica de hecho nace para extraer hidrocarburos en los pozos convencionales, mucho antes del éxito del shale en Estados Unidos”, dice Pech.

Así que el fracking lleva bastante historia en el país.

“Se ha identificado que 8,457 pozos terrestres han tenido actividad de fracturamiento hidráulico en su historia, lo que representa 43% del total de pozos terrestres. Sólo 27 de estos pozos han sido perforados con objetivos no convencionales”, dice la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el regulador que vigila y tiene los datos de todo lo que ha pasado en la historia del sector petrolero en el país.

La gran mayoría de las tareas de fracking se han empleado en campos en tierra y, casi en su totalidad, en zonas con recursos convencionales. Sólo 27 se han destinado para buscar hidrocarburos en no convencionales, en específico, en zonas aledañas a las cuencas donde Estados Unidos produce petróleo y gas natural provenientes del shale.

Según se menciona, de esos 27 pozos ninguno ha tenido éxito comercial, así que México no produce shale oil ni shale gas como lo hacen en Estados Unidos. Pero hay otros 115 bloques petroleros en el país, con recursos convencionales, que producen 195,000 barriles promedio diario en la actualidad, y que usan esta técnica para complementar sus tareas de extracción.

“A la fecha, estos 8,457 pozos han recuperado 1,476 millones de barriles de aceite y 12,038 millones de pies cúbicos, equivalentes a 3,884 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Esta producción representa 7% de la producción histórica en el país”, explica la CNH. La Comisión aclara aquí que estas cifras de extracción no implican que todo el crudo o gas que se extrajo se dio gracias a esta técnica, sino que su uso estuvo involucrado dentro de estos pozos.

El 80% de los pozos que usan o han usado esta técnica se ubican en Tamaulipas (2,734), Veracruz (2,270) y Nuevo León (1,776). Los datos más exactos los tiene Pemex, aunque el regulador ha dicho que trabaja en un listado más a profundidad para que puedan ubicarse dentro de su catálogo en línea.

Opinión.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1

• Salvador Cosío Gaona

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Es Abogado por la U de G, con estudios de posgrado en Administración Pública, Economía Política, Economía del Sector Publico, Administración Municipal, Finanzas Publicas, Administración y Desarrollo de Recursos Humanos, Financiamiento para el desarrollo y Políticas Publicas, en diversas instituciones. Tiene el Grado de Doctor en Derecho con la distinción Maxima Cum Laude en la Universidad Complutense de Madrid en España.

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