Las noticias no son muy alentadoras para México tras la contundente victoria del candidato republicano Donald Trump, quien además de obtener su boleto de retorno a la Casa Blanca consiguió la mayoría en las dos Cámaras de Estados Unidos. Y aunque ya se conoce el desempeño de Trump en el poder estadounidense, no se descarta volatilidad e incertidumbre sobre la relación comercial entre México y su vecino del norte ante la amenaza de nuevos aranceles si el gobierno local no actúa en contra del narcotráfico y su relación con China.
En este contexto, la relación comercial entre México y Estados Unidos podría verse afectada por siete peligrosas promesas de campaña que hizo Donald Trump:
1. Tarifa del 25% a importaciones mexicanas: Trump busca frenar el tráfico de drogas y la migración a través de la imposición arancelaria a productos mexicanos.
Sin embargo, un arancel del 25% sería equivalente a que no existiera el TMEC; lo que generaría que la economía de México entre en una etapa de recesión, además que el tipo de campo alcanzaría los 22 pesos por dólar y que se recorte la calificación crediticia del país, de acuerdo con la economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller.
2. Deportación masiva de migrantes: Donald Trump propone la expulsión masiva de migrantes mexicanos indocumentados. Se estima que en Estados Unidos existen poco más de 10 millones de mexicanos, de los cuales 5.1 millones viven de manera ilegal. Las consecuencias inmediatas se presentarían en la entrada de remesas a territorio mexicano ya que, de acuerdo con datos del Banco de México, poco más del 95% son enviadas desde Estados Unidos, particularmente de California.
Sin embargo, durante su primer mandato como presidente prometió deportar cerca de 3 millones de migrantes y criminales, pero en la realidad fueron muchas menos personas.
3. Imposición de aranceles de entre 100%, 200% o 500% a autos chinos:Donald Trump sigue dispuesto a debilitar la economía china. Por ello, desde octubre refirió que impondrá “cualquier cantidad que haga que no vendan ningún coche”.
Esta medida podría afectar la inversión extranjera por nearshoring, incluso la construcción de la planta de BYD que esperaba darse a conocer rumbo al cierre de 2024.
4. Castigo al transbordo de productos chinos: está medida sale a relucir dentro de los planes de disuadir la relación comercial de México con China y podría complicar las relaciones comerciales trilaterales.
5. Bombardeo de laboratorios de fentanilo en México: frenar el tráfico de drogas y el incremento del crimen organizado en el país es una de las “tareas” del virtual presidente. En mayo de este año, Trump comenzó a emitir promesas de enviar escuadrones para eliminar a líderes del narcotráfico local.
Posteriormente, informó que serían drones y aviones del ejército estadounidense quienes sobrevolarían el país para lanzar bombas en los laboratorios de fentanilo.
6. Reanudar construcción del muro fronterizo: esta promesa de campaña no es única de Donald Trump; la mayoría de los candidatos presidenciales estadounidenses prometieron aumentar kilómetros a lo largo y ancho de la frontera.
En el pasado, Donald Trump incluso dijo que México entregaría los recursos para su construcción. Prometió que se construirían cerca de 800 kilómetros de extensión; sin embargo, el muro sí sufrió un mantenimiento, pero únicamente se ampliaron 129 kilómetros, de los cuales 53 kilómetros corresponden a vallas secundarias y el resto en vallas primarias.
7. Designar carteles de narcotráfico como terroristas: el plan de combatir el narcotráfico busca no solo escalar en ataques sino también en el nivel de relevancia ante autoridades fronterizas y de seguridad. Aunque no se estima un impacto económico, sí se consideran efectos diplomáticos.
Pese a que los elementos pueden generar incertidumbre en la relación comercial entre México y Estados Unidos, la presidenta Claudia Sheinbaum se mantiene optimista y considera que será “positiva” la relación con el virtual presidente estadounidense.
En tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dio detalles sobre su primera llamada telefónica con Donald Trump, un día después de que la mandataria lo felicitó a través de redes sociales y una carta por su triunfo en las elecciones del 5 de noviembre pasado.
En su conferencia mañanera del pasado viernes, Sheinbaum Pardo reiteró que “fue una llamada muy cordial”, destacando que Trump comenzó el diálogo felicitándola por ganar las elecciones a la Presidencia de México, por lo que ella le devolvió el cumplido.
“Fue una llamada muy cordial, quiero destacar esto, él inició la conversación felicitándome por el triunfo por las elecciones, obviamente le devolví la felicitación, para eso era la llamada para felicitarle por el triunfo y fue una llamada muy cordial”, dijo en Palacio Nacional.
La mandataria indicó que durante la llamada, el presidente electo estadunidense mencionó el “tema de la frontera”, a lo que ella le respondió que “ya habrá tiempo para poderlo platicar”.
Asimismo, Sheinbaum resaltó que Trump aprovechó para enviarle un saludo al expresidente Andrés Manuel López Obrador, con quien convivió el republicano cuando ambos eran mandatarios de las dos naciones, del 2018 al 2020.
“El planteó el tema de la frontera: “Está el tema de la frontera”, él así nada más lo dijo; y yo le dije: “Sí, está el tema de la frontera, pero ya habrá tiempo para poderlo platicar”.
“Aprovechó para pedir que le enviara saludos al presidente López Obrador, con quien dijo había tenido muy buena relación, esencialmente eso fue la llamada”, platicó sonriendo.
Quien sí habló sobre el tema fue Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Economía. Dijo que la integración comercial entre México y Estados Unidos es un proceso irreversible y ambas naciones están comprometidas a fortalecer sus vínculos económicos. Esto ante la incertidumbre que ha generado la victoria presidencial de Donald Trump por su amago de aranceles.
Ebrard subrayó el crecimiento en el comercio entre ambos países como muestra de la estrecha integración, ya que las exportaciones mexicanas a Estados Unidos crecieron un 6.5 por ciento anual en los primeros nueve meses de 2024, superando la tasa de crecimiento de la economía estadounidense.
“Estamos exportando más de lo que Estados Unidos crece”, afirmó Ebrard, destacando que esto demuestra que México está aumentando su participación en el mercado estadounidense, un logro que pocos países pueden igualar.
“Hay piezas que vienen de Estados Unidos, o procesos, o data. Nosotros lo integramos y luego lo mandamos como producto final, o viceversa. Esta tendencia es irreversible”, añadió Ebrard, insistiendo en que aunque pueden surgir desafíos, la integración no se puede detener, ni México ni Estados Unidos desean frenarla.
Respecto a la revisión del T-MEC en 2026, Ebrard argumentó que México debe abordar cualquier negociación futura con optimismo y sin temores.
Lo cierto es que si bien no se puede afirmar o garantizar cómo será la relación del nuevo gobierno de México con la administración Trump “recargada”, es fácil advertir que no será fácil, sobre todo si el nuevo inquilino de la Casa Blanca está dispuesto a cumplir sus promesas de campaña que constituyen amenazas para nuestro país.
*con información de medios
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