En una postura que a todas luces es contraria a la narrativa que ha venido manejando desde el inicio de su Gobierno, puesto que una y otra vez se ha escudado en la doctrina Estrada -principalmente cuando se trata de rehuir a temas que no coinciden con su ideología o que afectan a sus ‘amigos’-, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha fijado una posición amenazante ante la Casa Blanca, condicionando su asistencia a que se invite a países como Venezuela, Cuba y Nicaragua a la Cumbre de las Américas, sin reflexionar los riesgos que ello puede conllevar a la relación de nuestro país con el vecino del norte.
Fue a través de una llamada telefónica que sostuvo el pasado 29 de abril, cuando el presidente López Obrador contactó con su homólogo Joe Biden, para pedirle no hacer ningún tipo de exclusión para la Cumbre de las Américas a celebrarse en junio, y prácticamente condicionar su asistencia a que estén presentes otros mandatarios que por diferentes cuestiones han sido relegados de este tipo de eventos. En la mañanera del pasado martes 10 de mayo, el presidente dijo que contemplaba no asistir de forma presencial a Estados Unidos si se mantenía la política de exclusión. “Si se excluye, si no se invita a todos, va a ir una representación del gobierno de México, pero no iría yo”, dijo. “Me representaría el canciller Marcelo Ebrard”, añadió. A decir del presidente, su ausencia sería una forma de manifestarse en contra de la política de exclusión. “No quiero que continúe la misma política en América y quiero en los hechos hacer valer la independencia, la soberanía y manifestarme por la fraternidad universal. No estamos para la confrontación, estamos para hermanarnos, para unirnos. Y aunque tengamos diferencias, las podemos resolver, cuando menos escuchándonos, dialogándonos, pero no excluyendo a nadie”, señaló. Sin embargo, nadie o muy pocos, para ser exactos, ha visto con buenos ojos esta postura del mandatario tabasqueño que consideran, desafortunada y que además pone en riesgo las relaciones con nuestro vecino del norte. El presidente Andrés Manuel López Obrador solo está buscando irritar al principal socio comercial de México con anuncios como el de que no irá a la Cumbre de las Américas, si no va todo el continente, aseguró la asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), Érika Ruiz. En entrevista con El Financiero, la experta declaró que “sería un gravísimo error y tensaría todavía más una relación que se ha ido desgastando con el tiempo, y que además tenemos una cantidad increíble de temas muy complejos que requieren la máxima interlocución”. Al mismo tiempo, detalló que al no ir a la Cumbre, México estaría renunciando a un posible papel de socio muy cercano de Estados Unidos, al igual que estaría poniendo en duda que es un integrante comprometido y formal de América del Norte. Según la académica, en estos momentos “Estados Unidos tiene que saber con quién cuenta y con quién no, porque estamos ante el retorno duro de la geopolítica”, por lo que al no asistir a la cumbre, se pondría en duda que México pudiera ser un aliado importante. Para Ruíz, estos actos abundan en acciones que han demostrado que México puede no estar por completo del lado de Estados Unidos, como fue la negación de implementar sanciones económicas a Rusia después de la invasión de Ucrania. Por su parte, Iliana Rodríguez, directora del Departamento de Derecho y Relaciones Exteriores del Tecnológico de Monterrey, consideró que lo que estamos viendo es una contradicción en el discurso que ha manejado el presidente. En entrevista, afirmó que “el mandatario puede ser solidario en la causa de otras naciones, con otras formas de gobierno, y dada la Doctrina Estrada en México, que implica respetar la libre determinación de los pueblos para elegir gobernantes, en ese mismo sentido, el presidente tendría que respetar la postura de Estados Unidos”. Y aunque la académica consideró “el riesgo está en que “pasemos a ser un país en un nivel de interrelación mucho más bajo o menos activo”, con un distanciamiento por parte del gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, rechazó que se puedan dar sanciones económicas ya que el intercambio comercial queda protegido por el Acuerdo Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que cuenta con diferentes mecanismos para asegurar su implementación. Por otra parte, Gustavo López, investigador del Tec de Monterrey, consideró que la audiencia que busca el presidente López Obrador es mexicana más que la de Estados Unidos, enfocándose en sus seguidores más que en la Casa Blanca. “Él ha planteado que si no invitan a todos él no va como un posicionamiento que tiene su principal impacto aquí en México, porque aparece como si fuera independiente. Se acerca a los grupos que en algún momento lo habían sentido lejano (la izquierda más tradicional)”, detalló. Para el investigador, no existe un riesgo de sanciones, ya que el gobierno de Estados Unidos tiene la atención en otro lado, por lo que no vio ninguna ventaja ni desventaja en que no asista el presidente a la cumbre. Hay que decir que desde 1994, los jefes de Estado se reúnen en la Cumbre de las Américas para abordar asuntos diplomáticos, económicos, y comerciales a nivel continente. La IX edición a realizarse en Los Ángeles, California, ha causado polémica debido a que Estados Unidos, país sede, no ha contemplado invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela, exclusión por la que el presidente Andrés Manuel López Obrador decidiría no acudir y solo enviar una representación de su gobierno. Entre el 6 y 10 de junio, Estados Unidos será anfitrión de la IX cumbre de las Américas, cuya edición lleva por lema: “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo”. La última Cumbre de las Américas se realizó en 2018, antes de la pandemia de coronavirus, y Lima, Perú, fue la sede. Entre los propósitos de la Cumbre destacan: · Actuar como un centro de información y diálogo. · Garantizar la transparencia y la inclusión de los procesos de la Cumbre. · Reforzar la responsabilidad por los compromisos implementados en la Cumbre de Líderes mediante la demostración de los aportes de las partes interesadas. Además de este foro, habrán otros tres: el Noveno Foro de la Sociedad Civil, el Sexto Foro de Jóvenes de las Américas y la Cuarta Cumbre de CEO de las Américas. La intención de estos foros es impulsar el diálogo entre los jefes de gobierno para enfrentar de forma conjunta los desafíos que representan la inclusión social, la recuperación económica, el cambio climático, la democracia y la transformación digital. También participan: · El Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC). · El Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres (GTCC). · Sociedad Civil y actores sociales. · Secretaría de Cumbres de las Américas de la OEA. La exclusión de tres naciones Los mandatarios de los 35 países que componen América suelen participar en la Cumbre de las Américas, sin embargo, este año tres naciones no serían invitadas. Brian Nichols, subsecretario estadounidense para América Latina y el Caribe, argumentó la decisión de Estados Unidos de por qué no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela. “En un momento clave en nuestro hemisferio, estamos enfrentando muchos retos para la democracia, y Cuba, Nicaragua y Venezuela no respetan la Carta Democrática de las Américas y por lo tanto no espero su presencia”, dijo a una entrevista a la cadena NTN24. La decisión del gobierno de Joe Biden se fundamenta en que la Cumbre solo reúne a los mandatarios “democráticamente electos en las Américas” y quienes respetan la democracia. En el caso de Cuba, se le preguntó de forma directa a Brian Nichols sobre si se contemplaría invitar al gobierno de la isla representado por Miguel Díaz-Canel. «No, es una decisión del presidente (Joe Biden) pero yo creo que ha sido bien claro que (…) los países que por sus acciones no respeten la democracia no van a recibir invitaciones», sostuvo. opinion.salcosga@hotmail.com @salvadorcosio1Te puede interesar:
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