El pueblo le dio la confianza a las autoridades naranjas y éstas han defraudado. Beto Maldonado regresó a La Cofradía porque las demandas son muchas y hacen falta más recorridos para conocer a detalle la precaria situación que enfrentan sus habitantes. Esta vez caminó también por la Santibáñez, Parques y San Juan, donde las cosas no son mejores.
Por esta zona, si una calle está empedrada es un lujo, la mayoría es de terracería y ahora que viene el temporal los vecinos están alertas, porque corre el agua y pone en peligro su integridad, la de niñas, niños y familia enteras.
Asimismo, el ayuntamiento naranja ha dejado en el olvido algunos predios que los vecinos donaron para convertirlos en espacios públicos de convivencia, lo cual no ha sucedido y hoy esos lugares son baldío o basureros, focos de infección y fauna nociva.
El reclamo de la gente es contundente: el actual ayuntamiento no cumplió con su parte del compromiso luego de que los vecinos doran predios, los servicios en las colonias son de mala calidad, con trabajos entran por aquí camiones del transporte público y la polvareda enferma a niñas y niños de las vías respiratorias.
El abandono de las autoridades es tal, que entre los vecinos surge el temor de que los predios sean utilizados con otros fines, distintos al acuerdo tomado con el gobierno de Tlaquepaque de la actual administración.
Beto Maldonado se comprometió a revisar el caso, hacer una auditoría si es necesario y establecer desde el punto de vista legal cuál es el estado que conserva esta situación. Asimismo, evaluar desde el punto de vista presupuestal cómo dar respuesta a las demandas de la gente.