CONECTÁNDONOS
Por Adriah Brito
Nuestros sentimientos y emociones son como estar sentados en la orilla del mar… primero estás disfrutando de la vista relajada y riéndote con tu compañía viendo a lo lejos como las olas crecen y se desvanecen con el paso de las horas.
Pasa el tiempo y la marea sube… sube al grado que llega a tus pies. Después se va y regresa y ahora tal vez llega a tus piernas y tal vez se mojan las objetos que traías contigo; el enojarte porque se mojaron o porque tú te mojaste sería algo ridículo porque al momento que llegaste al mar sabías que existía la posibilidad de que el agua te alcanzara … (en parte por por elloquisiste ir a la playa) de lo contrario no lleváramos toallas o traje de baño con nosotros cuando nos sentamos en la orilla del mar.
Y creo que lo mismo pasa con nuestras emociones… el hecho de estar estables sentados en la calma, observando lo que pasa allá fuera no significa que la marea de nuestras emociones siempre se vaya a mantener igual; o bien nunca vaya a subir o bajar. Sin embargo, el hecho de que suba la marea o baje nos recuerda que está en nuestro poder el aprender a surfear en el mar de nuestras emociones.
Ese océano infinito que vale toda la pena del mundo que aprendamos a explorarlo y conocer más de él y sobre todo recordar… que todos tenemos un mar de emociones en nuestro interior disfrazado de cuerpos físicos y que eso nos hace humanos, nos hace únicos y a la vez nos une… porque todos venimos del mismo lugar y vamos a donde mismo.
@adriahbrito
adriahbrito.smnyl@gmail.com