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La decisión de dejar fuera en el proyecto de Mi Macro Periférico (sistema BRT de transporte masivo) al municipio de Tonalá, es en realidad una historia repetida.
El primero de septiembre de1989, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari inauguró la línea 1 del Tren Eléctrico Urbano y ahí mismo el gobernador Guillermo Cosío Vidaurri, anunció que la Línea 2 correría desde la glorieta Minerva hasta la presa de Osorio; la Línea 3, de periférico poniente en Zapopan hasta Federalismo y finalmente la Línea 4, que saldría de la estación Mexicaltzingo hasta la Nueva Central Camionera. Ninguna incluía a Tonalá.
En marzo de 1989, Cosío formalizaría un proyecto con tres líneas del tren ligero. Una de ellas, la Línea 2, iría de Periférico Oriente a Periférico Poniente y por fin aparecía Tonalá. Pero tampoco se realizaron.
En 1990 y siempre sólo en proyectos, se consideró modificar la Línea 2 para incluir cinco kilómetros desde la estación Tetlán a avenida Tonaltecas en Tonalá; la Línea 6, que partiría de Mariano Otero hasta el centro de Tonalá y de una vez la Línea 7, entre la avenida Revolución y Santa Paula, en Tonalá, pero ninguna se llevó a cabo.
En 2002, el gobierno de Jalisco recibió una propuesta de la empresa alemana Siemens, que planteó ampliar la línea 2 de Tetlán hasta Zalatitán en Tonalá, pero tampoco fue aceptado el proyecto.
El 20 de mayo de 2006, el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur), reveló la intención de construir tres estaciones en la Línea 2 para conectar a Tonalá, en una zona que reconocían de “gran rezago” en el transporte, pero no recibió el apoyo para concretarse.
En 2011, el entonces alcalde de Tonalá, Antonio Mateos, también informó de estudios para ampliar la Línea 2 en tres kilómetros para dar servicio a su municipio, pero no se autorizó.
Y el último intento ocurrió en 2016 con el gobernador Aristóteles Sandoval, quien pretendía ampliar 700 metros la Línea 2 desde la estación Tetlán hasta el Parque de la Solidaridad Iberoamericana, para al menos llegar a los límites entre Guadalajara y Tonalá. Sólo quedó en la intención.
Pese a que aparece por lo menos en estudios y proyectos desde hace 32 años, el municipio de Tonalá no fue tomado en cuenta para la futura línea del tren ligero, la 4, ya que ésta partirá de la estación de Fray Angélico del macrobús, pasará por Santa Fe y culminará en Circuito Metropolitano en Tlajomulco de Zúñiga.
Esta ruta favorecerá a decenas de fraccionamientos en Tlajomulco que aparecieron en un explosivo crecimiento registrado en los últimos 18 años bajo la sombra de la corrupción. Aunque son recientes comparadas con las colonias de Tonalá, se ubican en el bastión de los gobiernos de Movimiento Ciudadano.
Suprimir la ruta 380 para favorecer a Mi Macro Periférico y que afecta a los tonaltecas, también sucedió con la desaparición de la diagonal 275 que iba de Zapopan a ese municipio, pero que fue cancelada por la Línea 3.
Otro ejemplo más de la desdicha de vivir en quinto patio, es que la basura de la zona metropolitana de Guadalajara, por años ha sido depositada en los basureros de Laureles y Matatlán, que afectan a Tonalá.
Y en el colmo de la mala suerte, hasta tuvieron como alcalde, en dos ocasiones, a Jorge Arana.
