Si en algo coincidimos los habitantes de Jalisco es en que urgen medidas estratégicas por parte de las autoridades para combatir el flagrante problema de inseguridad que priva y que siendo realistas se vislumbra muy complicado que pueda amainar sin un adecuado trabajo estratégico y bien coordinado. El tema es que después de más de ocho meses de la toma de posesión del nuevo gobierno, finalmente este martes se presentó oficialmente la Policía Metropolitana que tantos obstáculos ha encontrado en el camino, incluso hasta al mismo seno del Partido Movimiento Ciudadano que impulsó al gobernador, donde a regañadientes la alcaldesa de Tlaquepaque ha tenido que dar su brazo a torcer y avalar la creación de este “nuevo modelo”.
Habrá de recordar que la presentación de la Policia Metropolitana estaba prevista inicialmente para llevarse a cabo el 1 de agosto, pero de último momento se suspendió cuando trascendió la negativa a firmar el acuerdo por parte de la presidenta municipal de San Pedro, María Elena Limón, aún cuando los alcaldes de Guadalajara, Zapopan, Tonalá, Tlajomulco de Zúñiga, El Salto, Zapotlanejo, Ixtlahuacán de los Membrillos y Juanacatlán, ya le habían dado el visto bueno y estampado su rúbrica.
Limón puso el dedo en la llaga al advertir las fallas del nuevo modelo de seguridad, en ese momento argumentó que el nuevo modelo podría debilitar a su equipo policial y repercutiría en las finanzas de los ayuntamientos. Señaló además que los alcaldes que firmaron el acuerdo para la creación del OPD se brincaron a los cabildos y que faltaba información relativa a la corporación.
De acuerdo con su análisis, para la creación del nuevo modelo no se partió de un diagnóstico ni existen metas concretas a alcanzar, tampoco se le especificaron las aportaciones que tendrán los Municipios miembros, aspecto que considera riesgoso, pues podrían dejar de recibir subsidios federales para el rubro de seguridad.
Pero por algún motivo La Nena Limón decidió hace un par de días tomarse la foto “pa’l face”, como dicen algunos, y posó junto al gobernador Enrique Alfaro quien tuiteó que ya había coincidencias entre ambos sobre el tema del nuevo modelo policial.
Ahora bien, de acuerdo a lo que ya se había adelantado sobre este organismo público descentralizado (OPD) sabemos que tendrá entre sus funciones coordinar a las comisarías municipales en un trabajo preventivo y reactivo; estará conformado por 2 mil 583 policías de Guadalajara, 2 mil 622 de Zapopan, 771 de Tlajomulco, 624 de Tonalá, 207 de El Salto, 96 de Zapotlanejo, 42 de Juanacatlán y 64 de Ixtlahuacán, más los que se sumarán de Tlaquepaque, además de 567 que se preparan en las Academias de policía de Guadalajara, Zapopan y Tonalá.
En el acto de este martes, con la presencia del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, el gobernador le tomó protesta al comisario metropolitano, el militar Arturo González García, ex secretario de Seguridad de Nuevo León, quien tiene un punto a favor ya solo con el hecho de haberse formado en la academia.
Se dijo que a partir de este martes, el comisario tiene 30 días para presentar su modelo operativo a la Junta de Coordinación Política de la Policía Metropolitana. No obstante. tiene ya la facultad de organizar operativos coordinados entre las distintas corporaciones municipales.
Lo cierto es que aún falta claridad en muchos tópicos, no sabemos de qué manera se van a coordinar las diferentes corporaciones que la integran, y como es una constante en este gobierno, falta información sobre las atribuciones y alcances. Al ciudadano de a pie no le han explicado exactamente de qué se trata este nuevo modelo ni cómo hacer para convivir con él. Podría afirmar, sin temor a equivocarme, que más del 90 por ciento de la población no conoce que a partir de hoy hay una policía metropolitana ni cual es su función ni atribuciones, mucho menos quienes la integran.
Tampoco podemos olvidar que ya ha habido intentos, fallidos por cierto, de agrupar a las policías sin ningún éxito.
La Fuerza Única Metropolitana (FUM), cuyo arranque lo encabezó el gobernador Aristóteles Sandoval el 15 de diciembre de 2013, tenía 123 oficiales de Guadalajara, 71 de Zapopan, 37 de Tlaquepaque, 28 de Tonalá, 25 de Tlajomulco, 12 de El Salto, y solo 154 de la Policía Estatal de Fiscalía.
La FUM nunca tuvo el respaldo de los gobiernos del Partido Movimiento Ciudadano (PMC), por lo que estos le retiraron a sus policías apenas tomaron protesta en 2015.
Esta decisión de los gobiernos que lideraba el entonces alcalde tapatío Enrique Alfaro, fue un golpe al corazón de la FUM, que dependía en su operación de un estado de fuerza mayoritariamente municipal: el 66 por ciento de sus 450 agentes totales eran municipales.
Otro intento fue la Agencia Metropolitana de Seguridad (AMS) que hasta la fecha no hemos sabido que trascendiera alguna de sus decisiones y mucho menos de sus acciones, podríamos interpretar que sus reuniones eran más bien un pretexto para encontrarse a tomar el café y un sitio para la camaradería.
Uno de los grandes problemas que imperan es la falta de articulación de los policías y la desorganización que se vive, ya que al existir varios cuerpos de seguridad, los mismos no se encuentran al tanto de sus obligaciones o funciones, y es por ello, la gran cantidad de indefiniciones que existen en cuanto a este tema, ya que al no saber qué obligación les compete, ninguno de los mismos realizan lo que deberían.
Ojalá esta Policía Metropolitana logre conjuntar acertadamente esos esfuerzos. Lo que indudablemente deseamos es que este nuevo modelo entregue los mejores resultados porque a lo que aspiramos los jaliscienses es a que nos regresen la tranquilidad en nuestra cotidianidad y si este proyecto puesto en marcha a partir de hoy, por alguna razón logra funcionar, seremos los primeros en reconocerlo y celebrarlo. ¿Será la panacea? Ya veremos!
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