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La gobernanza mundial en su forma actual está afianzando las divisiones y alimentando el descontento, dijo el Secretario General a los líderes mundiales que asisten a la Conferencia de Seguridad de Múnich, Alemania.
«Nuestro mundo se enfrenta a retos existenciales, pero la comunidad mundial está más fragmentada y dividida que en ningún otro momento de los últimos 75 años», afirmó António Guterres, subrayando la necesidad de «un orden mundial que funcione para todos».
Guterres afirmó que si los países cumplieran las obligaciones que les impone la Carta de la ONU, todas las personas del planeta vivirían en paz y dignidad.
Sin embargo, los gobiernos hacen caso omiso de estos compromisos y millones de civiles están pagando un precio terrible, con cifras récord de personas obligadas a huir.
Gaza y el «punto muerto» mundial
Refiriéndose al conflicto de Gaza, afirmó que nada puede justificar los desmedidos ataques del 7 de octubre, y nada puede justificar el castigo colectivo al pueblo palestino con la respuesta militar de Israel.
«La situación en Gaza es una acusación atroz del estancamiento de las relaciones mundiales», afirmó. «El nivel de muerte y destrucción es espeluznante en sí mismo. La guerra también está desbordando las fronteras de la región y afectando al comercio mundial».
Con la respuesta humanitaria «ahora con respiración asistida», advirtió de que una ofensiva a gran escala sobre la ciudad de Rafah, el núcleo de la operación de ayuda humanitaria en Gaza, y donde se refugia ahora casi la mitad de la población, sería devastadora para los civiles que ya luchan por sobrevivir.
«He pedido reiteradamente la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y un alto el fuego humanitario. Esta es la única manera de aumentar masivamente la entrega de ayuda en Gaza», afirmó.
Paz para Ucrania
Además, la guerra desencadenada por la invasión rusa de Ucrania hace dos años «en clara violación de la Carta de la ONU» no tiene cabida en la Europa del siglo XXI. El sufrimiento y la pérdida de vidas han sido atroces, mientras que el impacto en la economía mundial ha sido devastador, especialmente para los países en desarrollo.
«Necesitamos desesperadamente una paz justa y sostenible para Ucrania, para Rusia y para el mundo. Una paz acorde con la Carta de la ONU y el derecho internacional, que establece la obligación de respetar la integridad territorial de los Estados soberanos», afirmó.
Pero más allá de estas y otras crisis inmediatas, la comunidad internacional debe reforzar la arquitectura global de paz y seguridad para hacer frente a amenazas y desafíos que eran inconcebibles cuando se redactó la Carta, como la crisis climática, la inteligencia artificial o las armas cibernéticas.
Nueva agenda para la paz
Guterres se refirió a su Nueva Agenda para la Paz, lanzada el pasado mes de julio, que pretende actualizar los sistemas mundiales de seguridad colectiva a través de lo que ha denominado «un multilateralismo más interconectado e inclusivo».
Entre sus recomendaciones figuran reformar el Consejo de Seguridad de la ONU, comprometerse de nuevo a eliminar las armas nucleares y hacer mayor hincapié en el papel del desarrollo sostenible y la acción por el clima en la prevención de conflictos.
Además, el Secretario General abogó por el establecimiento de un mecanismo eficaz de alivio de la deuda y reiteró la necesidad de reformar la arquitectura financiera mundial.
En referencia al cambio climático, Guterres instó a los Estados a eliminar progresivamente los combustibles fósiles y promover una transición justa y equitativa hacia las energías renovables, liderada por los países del G20, “responsables del 80% de las emisiones mundiales”.
La Nueva Agenda para la Paz se debatirá en la Cumbre del Futuro, que se celebrará en septiembre en la sede de la ONU en Nueva York.
El Secretario General afirmó que la comunidad internacional debe trabajar por soluciones justas basadas en la justicia.
«Siempre existe la oportunidad de crear un orden mundial más inclusivo, integral y eficaz que funcione para todos».