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Si algo nos ha enseñado la historia, es que la actividad política y los partidos sobreviven a cualquier calamidad y una pandemia por un peligroso virus no es la excepción.
Es por esto que podrán suspenderse las ligas de futbol, conciertos, aplazar festivales y ferias, pero difícilmente podría dejarse de lado la actividad proselitista, el arranque del proceso electoral en este 2020 y por supuesto los comicios del 2021.
Lo que también es un hecho es que la emergencia sanitaria por el coronavirus Covid 19, se ha convertido en un aparador con potentes reflectores para los principales personajes que puede arrojarles dividendos políticos o convertirse en un enorme tobogán en caída libre.
Es el caso por ejemplo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha tenido un manejo desafortunado de la crisis de salud y que se niega a aceptar la realidad de un rescate financiero que otros países sí han emprendido de sus respectivas economías.
El declive de la popularidad del presidente y su poderoso movimiento que exitosamente se apropió de la fórmula de “la esperanza” para los mexicanos, plantean ahora de cara al próximo proceso electoral, si tendrá futuro la alianza “Juntos Haremos Historia” o mejor aún, si la 4T (Cuarta Transformación) logrará pasar la aduana de sus primeros comicios.
Si en el pasado AMLO fue la innegable locomotora que se echó a cuestas todo el proyecto de Morena y la alianza de varios partidos políticos, con la popularidad mermada por su desconcertante gobierno y lamentable actuación durante la pandemia, el presidente sería un pasivo en el próximo reto electoral.
Sin el Partido Encuentro Social que perdió el registro, la coalición Juntos Haremos Historia sería conformada por Morena, Partido Verde Ecologista y el Partido del Trabajo.
En su favor para la aventura de 2021 en Jalisco, destaca que ni el PRI ni el PAN representan fuerza política alguna por lo que seguramente se repetirá el choque con Movimiento Ciudadano.
Morena, con todos los peros que puedan colgarle a la labor de López Obrador, seguirá siendo el partido en el gobierno y es un elemento clave en la decisión de los electores.
¿Y qué actores políticos se perfilan en el panorama en el estado que respondan al llamado de la 4T?
La Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), que dirige Pedro Haces, será una pieza fundamental en el tablero político, especialmente por el activismo de Rubén Vázquez, su dirigente estatal.
Para el ayuntamiento de Guadalajara siguen en primera fila Claudia Delgadillo y Carlos Lomelí; para Tlaquepaque, Alberto Maldonado y en Zapopan se mantiene como único aspirante Óscar Abrego de León.
Dos factores serán fundamentales en las posibilidades de éxito de este movimiento: primero, elegir adecuadamente a los actores políticos que se conviertan en los candidatos formales y segundo, el evidente desgaste del partido en el gobierno que suele ser castigado en las elecciones intermedias.
En este panorama de crispaciones políticas, no es extraño que las diferencias entre el gobernador Enrique Alfaro y el gobierno federal se hayan profundizado en medio del gigantesco aparador en que se ha convertido la pandemia.
Y simplemente porque está en su naturaleza, suele ocurrir que los gobernantes conviertan un bautizo, una boda o una pandemia, en activismo político como el reparto de cubrebocas con el hashtag #Yo te cuido, de parte del Gobierno de Jalisco.
