CONECTÁNDONOS
Por Adriah Brito
Es imposible crecer sin caer en cuenta que el reconocimiento se gana con nuestras acciones, con nuestro carácter y con las medallas que nos van poniendo en nuestra frente. Vamos creciendo, acumulando esos puntos que sentimos que multiplica nuestro valor como personas en el exterior para simplemente sentirnos más queridos, importantes, aceptados y validados.
Pareciera que cada vez que crecemos… esos estándares se amplían y se hace más y más difícil satisfacerlos o llenarlos.
Por ejemplo, las mujeres queremos cada vez ser más hermosas y los hombres cada vez más y mejores proveedores porque sentimos que si no logramos ese reconocimiento en nuestro exterior… nuestra valía va a dejar de tener importancia.
Cuando al final de cuentas de lo que realmente estamos hambrientos es de ser vistos, ser reconocidos, ser amados y ser respetados de adentro hacia fuera y no al revés. Vamos por la Vida deseando que nos den “eso” que en realidad únicamente nosotros nos lo podemos dar.
Me ha tomado un tiempo y aún me sigue costando (unos días más que otros) darme cuenta de que mi verdadero valor no está en mis logros, en mi físico, en mis logros materiales o en cualquier otro detalle que habite en el exterior. Mi verdadero valor está dentro de mí y no hay nada ni nadie que lo pueda quitar, disminuir o cambiar porque es algo inerte a mí, que me sigue a todas partes a donde vaya y para ello no tengo que hacer nada, ni tampoco esperar que en el exterior me lo reconozcan.
Y tal vez así cambia el juego, en vez de dar por recibir algo a cambio… darlo porque ya estamos tan llenos de nosotros mismos que es ahí cuando realmente podemos contribuir más allá fuera.
¿Qué tal si nuestro verdadero valor simplemente se basa en que reconozcamos que ya vive dentro de nosotros y no necesitamos la validación del exterior para sentirlo?
La única persona que le da Vida y energía a tu valor propio… eres tú y nada ni nadie en el exterior puede cambiar eso.
www.adriahbrito.com
adriahbrito.smnyl@gmail.com