Si bien se habla de que se ha restablecido al 100% la energía eléctrica en la mayor parte de Venezuela, incluida Caracas, estados del occidente mantienen amplias zonas sin energía, seis días después del masivo apagón que los sorprendió el pasado jueves. Los venezolanos siguen sufriendo la falta de agua y alimentos tras el peor apagón de la historia del país, que dejó pérdidas por al menos 875 millones de dólares a una economía de por sí en ruinas, y siguen llorando a sus muertos, que según se mencionaba, extraoficialmente, la cifra habría alcanzado 21 decesos pero no se descartaba un número mayor a causa de la falta de energía en los hospitales.
Venezuela enfrentó el peor apagón de su historia y son de terror los relatos que alcanzamos a conocer de lo que ha vivido en estos últimos días el pueblo venezolano, provocando inclusive que fuese necesario que el lunes decretara el «estado de alarma».
Fue el jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, quien se juramentó presidente interino el pasado 23 de enero, el que envió la propuesta y calificó de «una calamidad pública” que ponía seriamente en peligro la seguridad de la nación y de sus ciudadanos. Solicitó también la «ayuda internacional para hacer efectiva la medida de no permitir más envíos de petróleo venezolano a Cuba», país caribeño que desde hace años se beneficia de un acuerdo bilateral a cambio de servicios médicos.
En rueda de prensa Juan Guaidó dijo ese día, que el apagón habría cobrado al menos 17 víctimas en los hospitales por falta de asistencia vital que requiere energía eléctrica, quedando por monitorear 17 nosocomios más de los 40 que normalmente se monitorean. Sin embargo, horas después la cifra aumentó a 21 decesos, de acuerdo con información discriminada por el diputado José Manuel Olivares tras una verificación en los diez principales hospitales del país.
Mientras tanto, el ministro de Salud de Venezuela, Carlos Alvarado, refutaba las informaciones al negar los fallecimientos.
Lo cierto es que los Centros de salud públicos y privados habían sido afectados por el apagón que también afectó la falta de agua potable. Desesperados por la falta de líquido, residentes de Caracas acudieron a todas las fuentes disponibles de este líquido para calmar la sed. De igual forma sufrieron una severa crisis de desabastecimiento de alimentos y algunos se vieron forzados a hacer largas filas para obtener los insumos básicos, mientras otros se obligaron a buscar alimentos entre la basura. Sin electricidad, los refrigeradores no estaban funcionando, y los alimentos perecederos se echaban a perder.
Por si todo lo anterior no fuera ya bastante trágico, en la madrugada del lunes explotó la subestación eléctrica de La Ciudadela ubicada en el sureste de Caracas.
El régimen venezolano dijo entonces que un «ataque cibernético» orquestado por Estados Unidos disparó la caída del servicio, pero expertos y opositores apuntaron a la ineptitud y desinversión como las principales causas del apagón.
Los cortes eléctricos son frecuentes en Venezuela desde 2009, pero se han acentuado en los últimos años, cuando el país entró en una crisis económica que el régimen de Maduro asegura se produjo por causa de una «guerra» contra su Administración.
La falla de energía la han explicado de ambos bandos: Nicolás Maduro, quien se aferra a la presidencia, acusó un sabotaje estadounidense, mientras que el autoproclamado presidente Juan Guaidó, aseguró fue resultado de la corrupción en ese país.
Para el chavismo, hubo un «sabotaje» en la mayor hidroeléctrica del país, el Guri, encargada de brindar servicio eléctrico al 70 por ciento del territorio venezolano y que se encuentra ubicada en el estado de Bolívar.
Para los expertos lo que ocurrió fue un incendio «en el corredor» de la principal línea de transmisión del servicio eléctrico del Guri, la «765 kilovoltios», según lo publicado por el diario El Nacional.
El sistema eléctrico venezolano es “vulnerable, frágil e inestable”. Así lo definió el ingeniero Winston Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines (Aviem) del Colegio de Ingenieros venezolano.
Pero mientras se culpan unos a otros, en redes sociales se hizo viral el video de una mujer que relata cómo su hija murió en sus brazos porque en un hospital no la atendieron por la falta energía eléctrica.
Maduro no duda en señalar a Donald Trump. Para el bolivariano, Estados Unidos está detrás de la falla. Encabeza el «boicot». Sin embargo, la oposición, liderada por el presidente encargado Juan Guaidó, entiende que lo ocurrido no es más que consecuencia lógica de la corrupción y el desmanejo del gobierno, que usó mal los recursos y no invirtió el dinero que prometió.
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