El galimatías en que se encuentra sumido el partido Morena en Jalisco, no es más que el reflejo de lo que ha sido a lo largo de su historia en casi ocho años de existencia: una quimera,
Surge a la vida a la par del movimiento nacional impulsado por Andrés Manuel López Obrador el 02 de octubre de 2012 y es elegido el 27 de octubre de ese mismo año el primero y único dirigente que ha tenido ese partido en el estado, Humberto Ortiz García.
La misma elección estuvo salpicada de protestas, roces e impugnaciones, en un zafarrancho que impidió que el ex candidato presidencial y líder del movimiento, Andrés Manuel López Obrador, acudiera al evento a encabezar la toma de protesta de la nueva directiva.
Según explicaría el entonces comisionado político de Morena en la entidad, Enrique Ibarra Pedroza (hoy secretario general de gobierno en la administración de Movimiento Ciudadano), López Obrador tuvo que regresarse al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso ya que el ambiente no “era el adecuado” para continuar la sesión, aunque Ibarra validó el resultado de las votaciones.
Humberto Ortiz, un empleado del poderoso empresario Carlos Lomelí, asumiría el cargo como dirigente estatal por el lapso de 3 años, hasta el 03 de octubre de 2015.
Lomelí había competido en el PRD en 2012 por el senado, pero en el 2015 Movimiento Ciudadano lo incluye en los primeros lugares de la lista plurinominal por lo que llega a la Cámara de Diputados.
Olvidado a su suerte, Morena recibe en julio de 2014 el registro como partido político apenas listo para contender en el proceso de 2015.
Sin el apoyo de Lomelí que jugaba en otras canchas, Humberto Ortiz sería desplazado por Jaime Bonilla, quien había llegado como diputado federal por el Partido del Trabajo y quien fuera nombrado delegado especial (cargo que no existe en los estatutos) de Morena para Jalisco.
Luego de Bonilla (hoy gobernador de Morena en Baja California), llega también como delegado en Jalisco Alejandro Peña Villa, quien no solamente no tenía nombramiento, también carecía de oficina y acostumbraba despachar desde su auto o en cafés y restaurantes.
Después de la elección de 2015 vino el intento de renovación de la directiva estatal y una vez más fracasó el proceso. Salvador Cosío Gaona buscó la dirigencia y contendió contra Juan Barajas, un personaje ligado a Humberto Ortiz y a Carlos Lomelí.
La asamblea fue impugnada y cancelada la elección. La Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, sin atribuciones de por medio, decide nombrar una dirigencia provisional: el senador Manuel Merino, la diputada federal Ernestina Godoy y el legislador Alfonso Suárez.
En 2017, Yeidckol Polevnsky asume la presidencia de Morena y designa como delegado encargado del partido en Jalisco a Hugo Rodríguez Díaz.
Y ahora, tras la sacudida nacional y el arribo de Alfonso Ramírez Cuéllar a la presidencia, dejó sin efecto todos los nombramientos de Yeidckol en los estados.
Esto quiere decir, que tras ocho años de haber nacido en Jalisco, Morena solamente ha tenido un dirigente estatal electo, Humberto Ortiz García, asesinado en el 2016.
Y Hugo Rodríguez, quien asegura ser reconocido por el INE como dirigente estatal de Morena, dice que dejará el cargo cuando tenga lugar una asamblea para elegir una nueva directiva.
Pero el último intento de una asamblea así fue en octubre de 2019 y se tuvo que suspender, para variar, por ataques a balazos.