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Médicos y maestros como carne de cañón

Nuestro país es primer lugar de América en defunciones de personal de la salud con un total de 4 mil 84 casos registrados, casi 40% del total en el continente, hasta el pasado 21 de julio, y aún habiendo sido inoculados las bajas se siguen registrando actualmente en el marco de un repunte de contagios por coronavirus. El otro sector más golpeado por la COVID-19 es el de los maestros, que incluso supera el número de fallecidos en el área de la salud, pero aún con esa estadística oficial el gobierno federal ha instruido el regreso a clases presenciales colocándolos en una situación de peligro inminente.

Un estudio reciente de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, revela que de las muertes entre empleados del área médica, 46% eran galenos; 30% fueron otros trabajadores de la salud; 19%, personal de enfermería, 3%, de odontología, y 2%, laboratoristas.

“La investigación Panorama epidemiológico de la Covid-19 en el personal de salud de México elaborado por la Facultad de Medicina de la UNAM advierte que en todo el continente americano se han notificado, de acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un millón 763 mil 315 contagios entre personal médico, incluidas 10 mil 278 defunciones por el virus.
“Estados Unidos y Brasil son los países con más casos con 515 mil 527 y 498 mil 422 respectivamente, seguidos de México con 244 mil 711 casos notificados, que representan 13% del total de casos de América Latina.

“En defunciones, nuestro país fue primer lugar con 4 mil 84 defunciones, que corresponde al 39.7 % del total de las muertes de personal médico en América Latina”, se añade.

Los investigadores y académicos de la UNAM, Abril Violeta Muñoz-Torres y Erick Osorio López, exponen que personal de salud ha sido de los grupos de la población más afectados en México, ya que representa 8.9% del total de casos: hasta el 19 de julio de 2021, se habían notificado 244 mil 711 casos de la Covid19 (62% son mujeres), y 4 mil 84 defunciones (69% son hombres).

Al respecto, el doctor en Epidemiología y Salud Pública por la Universidad de Yale y catedrático de la UNAM, Malaquías López Cervantes, expuso que “ha habido fallas, deficiencias en la adquisición y entrega de materiales de protección para el personal de salud que atienden el Covid-19 en el país, también al principio había fallas en la mala utilización, pero con el tiempo ha mejorado.

“No es que sé esté comprando y entregando el material por parte del gobierno federal, sino que el propio personal médico lo compra y lo sabe usar mejor para protegerse de contagios. El número de contagiados y fallecidos creció en los primeros ocho meses de la pandemia, pero las cifras que se publican oficialmente sobre el personal médico fallecido podrían ser mayores, pues no estaría incluyendo a médicos que laboran en el sector privado, sobre todo los que atienden en pequeños consultorios adyacentes a farmacias”, dijo”.(El Universal 16/08/21).

Durante la conferencia mañanera del pasado lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador, intentó elogiar a los médicos, pero lo que hizo fue evidenciar lo que ya se sabía, que se envió al sector salud como carne de cañón, y que en todo lo que va de la pandemia no se les han otorgado los elementos de protección necesarios para el desempeño de su labor, cuando dijo:

“Afortunadamente se han portado de lo mejor, imagínense si los médicos hubiesen actuado, las enfermeras, de manera mezquina y hubiesen parado, ‘yo no voy a trabajar porque no tengo las mascarillas, no tengo el equipo, necesito que me paguen más, no quiero correr riesgos’, pues entonces no hubiésemos podido”, dijo el presidente.

Fue un ataque directo a los maestros, muchos de los cuales se niegan a regresar a clases en la llamada tercera ola de contagios sin contar con los protocolos de sanidad adecuados para ello.

Y es que la estadística indica que la mortalidad por covid-19 entre maestros ya rebasó a la del personal de salud.

En lo que va de la pandemia, 5 mil 418 trabajadores de la educación han  enfermado  y muerto a causa del nuevo coronavirus, de acuerdo con datos  del Subsistema Epidemiológico y Estadístico de Defunciones (SEED) de la Dirección General de Información en Salud, es decir, 11 al día, en promedio.

Apenas en mayo pasado había 561 fallecimientos menos de personal educativo respecto a los trabajadores de la salud; sin embargo, ahora la cifra es superior entre los docentes, pues según el último reporte la Secretaría de Salud, cuatro mil 84 médicos, enfermeras, y otros trabajadores del área de la salud han muerto a causa del virus SARS-CoV-2, una diferencia de mil 334 respecto del personal educativo.

Esto a pesar de que en ambos sectores ya se concluyeron las jornadas de vacunación contra covid-19.

Ante este panorama, Héctor Hernández Bringas, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, dijo que habrá que tomar aún con mayor cautela el retorno a las actividades presenciales en las escuelas.

“Entonces la del sí o sí volvemos a clases es una decisión aventurada porque la realidad es que la pandemia sigue. Suponemos que la gran mayoría de la población está acudiendo a vacunarse, pero hay un déficit: hay población que no puede o no quiere tener acceso a la vacunación. Los maestros, como el resto de la población, están en riesgo de sufrir todavía el contagio o la muerte”, advirtió en entrevista.

Hernández Bringas, quien desde hace año y medio delineó el rostro de las muertes por covid-19 en México, aclaró que, al conformar uno de los gremios más grandes del país, la mortalidad entre los maestros tiene una tasa similar a la que se observa entre la población en general.

En este contexto, planteó que cuando se abran las puertas de las escuelas es previsible que el número de contagios crezca y también el de decesos en la comunidad educativa, incluyendo maestros, niños, niñas y adolescentes.

Para Pedro Hernández, secretario general de la  sección 9 de la CNTE en la Ciudad de México, es justo el resguardo de 16 meses lo que ha evitado, en parte, que el número de  muertes entre los docentes sea aún mayor.
“La cifra es muy fuerte, es lamentable y ya varias veces hemos dicho que los maestros tenemos varias condiciones que nos colocan en una situación vulnerable, como hipertensión, obesidad, diabetes, de entrada la propia edad”, expuso.
El líder gremial, quien estuvo hospitalizado por covid-19, insistió en que en el escenario que se enfrenta ahora mismo no caben afirmaciones tan tajantes respecto de la reapertura de las aulas para el próximo 30 de agosto, menos sin tomar en cuenta el riesgo que implica para la salud y la vida.
“Nosotros atendemos niños y adolescentes y hay un alto grado de posibilidades de contagio; aunque todos los docentes estemos vacunados, hemos visto que hay riesgos. Siempre las escuelas son centros donde confluyen muchas personas y vamos a tener riesgo. Aunado a ello, hay maestros que tenemos una serie de secuelas derivadas de ya haber sufrido covid y que se tienen que seguir atendiendo”, manifestó.

La titular de la Secretaría de Educación Publica, Delfina Gómez, ha cumplido como cualquier funcionario del actual régimen con un pobre desempeño siguiendo las órdenes del Ejecutivo, por ello, no se puede esperar que tenga una actitud propia que contradiga a su jefe quien ha declarado que “llueva, truene o relampaguee” el regreso a clases es un hecho. A los padres de familia se les había obligado a firmar una carta donde se hacían responsables ante cualquier eventualidad por el regreso a clases de sus hijos, es decir, su contagio o en un escenario más drástico, la muerte, no sería responsabilidad de las autoridades educativas, aunque ante las implacables críticas, López Obrador se hizo como el tío Lolo y dijo que él no había dado esa orden, por lo que se descartó la obligatoriedad de entregar dicha carta. La pregunta es ¿Quién responderá por el contagio, enfermedad, secuelas o eventual muerte de más maestros?

opinion.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1

• Salvador Cosío Gaona

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Es Abogado por la U de G, con estudios de posgrado en Administración Pública, Economía Política, Economía del Sector Publico, Administración Municipal, Finanzas Publicas, Administración y Desarrollo de Recursos Humanos, Financiamiento para el desarrollo y Políticas Publicas, en diversas instituciones. Tiene el Grado de Doctor en Derecho con la distinción Maxima Cum Laude en la Universidad Complutense de Madrid en España.

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