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MC y el riesgo de la derrota

Los datos son consistentes.

Las encuestas hasta hoy conocidas arrojan la siguiente información:  

Los principales activos de Movimiento Ciudadano en la entidad se llaman Pablo Lemus y Salvador Zamora.
El alcalde de Guadalajara cuenta con más aprobación que MC.
El presidente de Tlajomulco es el emecista con mayores probabilidades de alcanzar la victoria en la capital.
Solo Pablo Lemus, con una alianza de la oposición, podría ganarle la gubernatura a Movimiento Ciudadano con un margen superior a los 3 puntos porcentuales.
Salvo en el caso de Zapopan y Tlajomulco, Morena se ha posicionado como una marca partidista muy competitiva en el área metropolitana.
El rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, es el personaje con mejores condiciones de competencia si fuera el abanderado del morenismo en la disputa por la alcaldía tapatía.    

Ahora bien, ¿por qué es importante conocer esto, al margen de que observamos una fotografía del momento?

En principio porque desde hace un par de semanas, en las entrañas de Palacio de Gobierno, se retomó una estrategia en extremo aventurada: debilitar a Pablo Lemus.

En este espacio, a inicios del año, consigné que algunos incondicionales a Enrique Alfaro, diseñaron un plan para descarrilar al munícipe tapatío, sin importarles que con su trama se asome el riesgo de la derrota.

En aquella ocasión revelé que existe una especie de cronograma cuyo objetivo es cumplir ciertas metas; pues justo llegó el tiempo de aumentar la intensidad de los ataques mediante la promoción de la idea de que Lemus Navarro no es confiable en virtud de que “coquetea” su postulación por la vía morenista.

La intención es evidente: minar aún más la confianza de Alfaro en Lemus y abrirle el paso a Clemente Castañeda.

Sin embargo, colocar obstáculos en la carrera de Pablo rumbo a Casa Jalisco podría traer consecuencias no contempladas, y una de ellas es que en efecto, camine hacia otra dirección y se ponga en peligro el triunfo naranja en las elecciones que se avecinan.

Al respecto, se cruza esta pregunta: ¿qué hay detrás del propósito de sacarlo del juego?

En lo que se devela la respuesta, quizás sea conveniente que los tenebrosos que ya operan sin disimulo, hagan una pausa y dirijan también su atención a lo que está ocurriendo a su alrededor.

Y es que en la cancha ingresó un jugador implacable: el Grupo Universidad.

Mientras que los autoproclamados defensores del alfarismo dedican tiempo, dinero y esfuerzo para dinamitar el terreno por el que transita Pablo, el rector general, se puso el overol.

Así es. Si nos hubieran platicado hace un par de meses que Morena y el sanedrín universitario alcanzarían un acuerdo (no alianza), de seguro que no lo habríamos creído.

Tenemos a la vista suficiente evidencia de que el grupúsculo político que controla el dinero y los espacios en la UdeG vuelve con bríos renovados.

Es cierto, falta mucho por ver, pero la participación de Ricardo Villanueva como alfil de Raúl Padilla, no es un asunto menor.

En el impredecible mundo de la grilla no hay sorpresas, sólo sorprendidos.

Para entenderlo, debemos plantearnos qué ofrece el Grupo Universidad a López Obrador.

Entre otras cosas, organización, un partido político (Hagamos), movilización regional en el Estado, aliados de los sectores social y empresarial, un arsenal mediático y una buena tropa de opinantes profesionales.

El presidente sabe que Jalisco es clave para garantizar la continuidad de su proyecto (fallido) de nación, de tal modo que comenzó a dar un viraje en su trato hacia Padilla López.

Por eso que nadie se asuste si Andrés Manuel aparece en la inauguración de la Feria Internacional del Libro.

@oscarabrego111

@DeFrentealPoder

• Óscar Ábrego

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Empresario, consultor en los sectores público y privado, escritor y analista político.

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