“O hay encuesta, o hay favorita”.
Marcelo Ebrard
Marcelo Ebrard es el mejor candidato que puede tener el país.
No Morena. No la oposición. México.
Su trayectoria, que pasa por la experiencia legislativa, la titularidad al frente de la Ciudad de México- en la que fue evaluado como el mejor alcalde del mundo- y la cancillería, lo convierten en el abanderado más completo de la actual clase política, esto al margen de su formación en las entrañas del poder.
Sin embargo eso no es suficiente para López Obrador, quien lejos de dar señales de imparcialidad en el proceso de selección de Morena, acusa con más descaro su predilección por la actual jefa de gobierno capitalino.
Es por ello que Ebrard lleva semanas insistiendo en que el gerente del partido, Mario Delgado, tiene que definir los plazos para la elección con miras al 2024.
“Si no existen reglas claras al interior del partido para elegir candidato presidencial, este proceso será como la ley de la selva”, ha sentenciado.
Nada menos, en su gira por Denver, en el marco de la recuperación de la pieza arqueológica conocida como “Portal del inframundo”, monumento construido por los Olmecas, pidió que el Movimiento de Regeneración Nacional actúe en apego a “la autoridad moral”, algo que se antoja bastante complicado si se considera que el verdadero elector habita al oriente de la Plaza de la Constitución.
Pero fue más allá, durante la inauguración del consulado de México en Oklahoma, planteó que se incluya a los mexicanos residentes en Estados Unidos en la encuesta para elegir al candidato con miras al proceso del año que viene.
“Ellos son parte de la nación mexicana y Morena siempre ha sostenido, incluso promovió, que hubiera diputados migrantes allá. Entonces si va a ver una encuesta se tiene que tomar en cuenta a la población mexicana que está aquí en los Estados Unidos para que den su opinión”.
Hoy que en realidad sólo quedan dos en la competencia, Claudia Sheinbaum y él, vale la pena plasmar algunos trazos sobre el lienzo de la sucesión.
- Andrés Manuel, narcotizado por su delirio, hará todo lo que su patológica imaginación le inspire para mantenerse como mandatario.
- En esa “lógica”, si falla el plan de ampliar su sexenio, intentará imponer a Claudia con la idea de controlar los hilos de la corrupción y la impunidad que envuelven a su familia y colaboradores cercanos.
- Nuestra nación ya no soportaría una gestión aldeana, acomplejada y rancia como la que encabezaría Sheinbaum Pardo.
- ¿Alguien imagina a Claudia en un foro global deliberando sobre la Inteligencia Artificial y los riesgos que ésta representa para la humanidad? Yo no.
- La gran mayoría de las encuestas yerran al final; en los resultados que arrojan ciertos sondeos no se plasma el dolor de las decenas de miles de madres que han perdido a un hijo en manos de la delincuencia; no se nota la tremenda frustración de las miles de familias que han sido desplazadas de sus hogares por el crimen organizado. Esas cientos de miles también votarán. Y no será por las dádivas de los programas sociales ni los abrazos obradoristas.
- Las llamadas clases medias, las organizaciones de la sociedad civil, la mayoría de la comunidad científica y académica, emprendedores y aspiracionistas, ¿votarían por la jefa de gobierno? No lo creo.
- Si es verdad que Claudia encabeza las preferencias, ¿suponemos entonces que en entidades como Coahuila, Nuevo León, Durango, Jalisco, Puebla, Guanajuato, Colima, Querétaro o Yucatán, hay predilección por Sheinbaum? Tampoco lo creo.
- Andrés Manuel, en su épica demencial, ve en Marcelo Luis un peligro para su trascendencia.
- En dicha sintonía, el único opositor que existe en la cabeza del presidente es su secretario de Relaciones Exteriores.
- Así pues, en realidad a quien debe derrotar Marcelo Ebrard, es al embustero de Palacio.
@DeFrentealPoder