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En abril de este año, tras el devastador incendio en la zona denominada Los Asadores del Bosque La Primavera, algunos vecinos del lugar no dudaron en diagnosticar que el fuego habría sido provocado con la firme intención de fraccionar en la zona afectada, aún cuando existe una prohibición expresa que establece 20 años de veda en áreas siniestradas en forma intencional para evitar precisamente que constructores voraces recurran a estas prácticas en busca de beneficios económicos. Cuatro meses después, ya hay señales de que los vecinos no se equivocaron en su apreciación, tras conocerse que maquinaria pesada ya hace trabajos en la zona dañada.
En aquella oportunidad, los lugareños platicaban en una tortillería, según daba cuenta El Informador, y ahí los vecinos comentaban sus impresiones.
«Es tan fácil meterte, te puedes meter en cuatrimoto, en bici, caminando, aventarle un cerillo a La Primavera y echarte a correr».
«Qué casualidad que haya un incendio en zona residencial, haya otro incendio en la zona de Mariano Otero, si nos damos cuenta, la Zona Metropolitana de Guadalajara es muy grande y aquí es donde siempre pasan las quemazones y a los dos, tres años, ya empiezan a fraccionar, qué casualidad», presumió Javier Martínez.
«Es una situación igual a la que se vivió hace algunos años en el fraccionamiento El Cielo, ¿qué pasó? Se hizo una quemazón grandísima, salió en las noticias, empezaron a fraccionar y a vender los terrenos. El que no quiere ver se tapa los ojos».
La gente no se equivoca, la experiencia y lo que ha visto respaldan sus observaciones.
Este viernes el diario Mural exhibe en primera plana, -bajo el encabezado “Burlan prohibición; edifican en bosque”-, una imagen de grandes dimensiones en la que se puede apreciar maquinaria pesada trabajando “en la parte superior del cerro donde Tlajomulco estableció el área protegida ya hay un ingreso que está pavimentado y maquinaria trabajando, dicen, para hacer el desarrollo”.
Tras el devastador incendio que dejó alrededor de dos mil hectáreas dañadas, el Gobierno del Estado aseguró que se ceñiría a la ley y mantendría la veda inmobiliaria de 20 años en las partes del bosque que se quemaron.
«Nadie va a poder construir en áreas que hayan sido devastadas por incendios o que pudiera presumirse que se hizo con la intención de generar condiciones para poder hacer algún tipo de negocio», afirmó el Gobernador Enrique Alfaro el 23 de abril.
Sin embargo, la publicación refiere que en la zona donde ya trabaja maquinaria pesada, “hay encinos y pinos con el tronco negro descansando sobre un suelo oscuro, que ya comenzó a ser dividido por veredas de terracería. Además, el ingreso a esa área por la calle Paseo de la Frescura, al sur poniente del Cielo Country Club, ya está pavimentado con concreto”.
Una vez más han sido los vecinos del lugar quienes inconformes con la intervención que se lleva a cabo en el bosque, han puesto la alerta para evitar que constructores abusivos y sin escrúpulos se salgan con la suya.
Según los quejosos, las obras corresponden al desarrollo habitacional El Cielo II, porque incluso notaron que se está lotificando.
Mural da cuenta que el predio es propiedad de México Inversiones, empresa que cuenta con una licencia indefinida emitida en 1979 para urbanizar 700 hectáreas de Bosque, que el Municipio estableció como área protegida dentro de su Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) vigente.
Autoridades de Tlajomulco han advertido que no permitirán la urbanización en la zona aún cuando se tenga permiso.
“En tanto que el director de Protección Civil y Bomberos del Municipio, Rodrigo Arellano, aseveró que la construcción de fraccionamientos en la parte alta del bosque, como Santa Anita Hills o El Cielo II aumentarían los escurrimientos hacia la parte baja.
Y es que después de que ya se han registrado dos situaciones de emergencia durante el presente temporal en la zona de Bosques de San Anita, resulta natural que vecinos de la zona adviertan del peligro de “construcción en lo alto del Bosque que no permite la absorción del agua y se generan deslaves que ponen en riesgo la vida y el patrimonio de los que residen en el área”.
Ahí queda pues el llamado de atención a las autoridades estatales y municipales. Se tiene el antecedente, se cuenta con la advertencia, se conocen los riesgos, y en sus manos está que pongan orden e impongan la ley y la veda de 20 años cómo está debidamente establecido.
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@slvadorcosio1
