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Los goles del IEPC

Ha pasado un mes de la elección y aunque es un buen tiempo para revisar a la distancia lo sucedido, en realidad me referiré a los goles que le metieron al Instituto Electoral y de Participación de Ciudadana de Jalisco (IEPC) en los últimos tres procesos.

En las elecciones de 2015, el organismo fue olímpicamente burlado por un personaje de Villa Corona, quien montó todo un teatro para ser candidato sin estar registrado y gobernar el municipio, sin haber sido el ganador de las elecciones.

Ramón Sierra cabrera, mandó instalar anuncios espectaculares y decenas de bardas con su rostro con la leyenda “Soy humanista, Ramón Sierra”. El inusitado despliegue por parte de este personaje, llamó la atención del Partido Acción Nacional ya que Sierra no era el candidato de ese partido, sino Rodolfo Rubalcava Muñoz, quien luego se supo trabajaba para este empresario.

El PAN presentó ante el IEPC la queja PSE-QUEJA-133/2015 donde exigía medidas cautelares como era el retiro de la propaganda ya que al no ser el candidato provocaba confusión entre los habitantes.

Integrantes de la Comisión de Quejas y Denuncias consejera electoral Virginia Gutiérrez Villalvazo, acudieron a Villa Corona y emitieron la resolución RCQD-IEPC-081/2015 en el cual confirmaron el despliegue de propaganda, pero declararon improcedente la queja ya que efectivamente Ramón Sierra Cabrera no era candidato a ningún puesto de elección popular.

Si los consejeros electorales hubieran acudido a los mítines de Ramón Sierra, se habrían percatado que el supuesto abanderado Rodolfo Rubalcava Muñoz jamás hizo campaña y quien sí la realizó fue el propio Sierra, según queda acreditado en una treintena de videos que todavía circulan en internet donde muestra su proselitismo   (https://www.youtube.com/channel/UC7gBigm3m9nF4BTLPoaYGQg/videos?sort=dd&view=0&shelf_id=0).

Rubalcava ganaría la elección, pero quien gobernaba era Ramón Sierra, hasta que el gobierno estatal intervino y prácticamente expulsó al personaje. Sierra sería asesinado en 2019 en Acatlán de Juárez, donde encabezaba un movimiento para buscar la alcaldía.

En 2018, otra vez el IEPC fue sujeto de una burla. Gilberto Pérez Barajas, “El Arqui”, hizo abiertamente campaña por la alcaldía por la alianza PAN, PRD y MC, aunque la candidata registrada era Leticia Cárdenas y luego fue Yolanda Meza Zepeda.

Los medios de comunicación en la región dieron cuenta de la campaña del “Arqui”, pero el organismo electoral ni cuenta se dio. Es más, dos semanas antes de los comicios, aprobó el acuerdo IEPC-ACG-184/2018 para cambiar de candidata y aprobar a Meza, quien ganó y el mismo domingo renunció para que llegara Pérez Barajas.

Y en el pasado proceso 2021, el IEPC estuvo siempre en el ojo del huracán. No calculó los tiempos y calificó el registro de planillas con retraso, desechó registros de candidaturas que luego fueron repuestas por el Tribunal Electoral, permitió la elección en Jilotlán de los Dolores cuando no había condiciones de seguridad para efectuar los comicios ni se podía garantizar equidad con un solo candidato registrado.

No validó el triunfo de Morena en ese municipio porque no se podía integrar el ayuntamiento –lo que ya se sabía desde antes–.

Cercenó el tiempo de campañas de candidatos que lo vencieron en tribunales y el día de la jornada electoral, ocurrieron episodios grotescos.

Fueron robadas 105 paquetes electorales de los municipios de Casimiro Castillo, La Huerta, Unión de Tula y Villa Purificación.

Al recuperarse 99 de los paquetes sustraídos con violencia de los consejos electorales, se procedió a contar los votos y terminar el cómputo. En este proceso, se pudo advertir que en boletas fueron cruzados dos partidos distintos que no iban en coalición, lo que anulaba el voto.

Y aunque era evidente que fue utilizado un crayón distinto para incidir en el resultado de la elección, la autoridad electoral solamente procedió a considerarlo nulo y de esta manera validó la estrategia criminal.

En Villa Purificación también fueron robadas urnas y manipulados los paquetes electorales. La candidata ganadora, esposa del actual alcalde, recibió mil 52 votos contra 943 del aspirante del PRI, una diferencia de 109 votos.

Pero los votos anulados fueron mil 263, obviamente muchos más que la diferencia entre el primero y segundo lugar lo que obligaba a un recuento que nunca se dio porque el partido derrotado no lo pidió.

Pero la cereza del pastel del IEPC en los últimos tres procesos electorales, ocurrió en 2015 con el payaso Lagrimita, quien buscaba ser candidato independiente de Guadalajara y al que le negaron el registro porque le faltaron cerca de mil firmas.

Pero el instituto no se dio cuenta que el aspirante recurrió a una empresa para que le recabara las firmas. Al final, el Tribunal electoral corrigió de nuevo al Instituto Electoral y otorgó el registro al payaso quien apenas tuvo una semana para hacer campaña.

La Asociación Civil que había registrado a Lagrimita se llamaba “No más llanto”, con el lema: “Más vale payaso conocido, que políticos farsantes”.

• Carlos Martínez Macías

Director General de Paralelo 20. Es un periodista de larga trayectoria en prensa, radio, televisión y medios digitales. Ha realizado coberturas especiales en México y el extranjero. Ganador del Premio Jalisco de Periodismo.

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