Aunque a nivel nacional el PAN está más que apuntado para integrar la alianza Va por México junto al PRI y PRD para buscar competir y derrotar al presidente López Obrador y Morena, en Jalisco los blanquiazules mantienen una estrecha cercanía con Movimiento Ciudadano, nada menos que el partido que se ha negado a sumarse a la unión opositora.
MC, a través del dueño de la marca, Dante Delgado Ranauro, ha dicho en varias ocasiones que irán solos en las elecciones de 2024, porque sumarse a la alianza es ir a “un precipicio”.
Sin embargo, a nivel estatal, los panistas han mantenido una estratégica cercanía y se han sumado en el Congreso del Estado prácticamente a las principales iniciativas del gobierno naranja, por lo que la oposición en el poder legislativo es bastante descolorida, ya que apenas Morena y Hagamos, han mostrado contrapesos, puesto que hasta el PRI se ha sumado al voto mayoritario.
Por eso la siguiente pregunta es inevitable: ¿por qué el PAN decidió ir solo en las elecciones de 2021 (un proceso antes había integrado alianza con MC y el PRD) si en la práctica avalaría todo el proyecto de gobierno de Movimiento Ciudadano?
Al margen de las cinco diputaciones locales, seis federales y 19 alcaldes, ¿qué es lo que representa Acción Nacional en Jalisco?
Hubo una vez una mística política entre los panistas jaliscienses que se enfrentó al poder en tiempos del partido único, padeció los ataques y siempre mantuvo inamovibles sus principios del bien común y una posición decorosa como oposición.
Al triunfo del panismo con Alberto Cárdenas Jiménez, vino una auténtica metamorfosis y luego de tres gobiernos blanquiazules consecutivos (Cárdenas, Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez), apareció una generación de políticos que se acostumbraron al poder y a los negocios.
Actuaron con tal voracidad, que hasta en el seno de ese mismo partido se cuentan, sin rubor alguno, las transacciones millonarias por terrenos, casas de lujo, tráfico de influencias, permisos de taxis, licencias de bares, licencias de construcción, desfalco en el congreso estatal y sinnúmero de linduras.
Hubo panistas que acostumbraban viajar a Las Vegas a apostar decenas de miles de dólares y otros que decidieron invertir en restaurantes, bares, cafés o casas en zonas exclusivas.
Exactamente los principales vicios que cuestionaron a los gobiernos priístas, fueron replicados con absoluto descaro. Y fue precisamente eso y una coyuntura política con Enrique Peña Nieto, que permitió el regreso del PRI con Aristóteles Sandoval y la irrupción en escena después de Movimiento Ciudadano con Enrique Alfaro, que se convirtió en la tercera opción.
Las profundas divisiones internas en el PAN, con un grupo político enquistado en el comité estatal que toma las decisiones y reparte candidaturas, puestos y posiciones, han motivado un hartazgo en el panismo tradicional (casi extinguido) y una escasa formación de nuevos cuadros.
A diferencia de lo que sucedió en 2021 cuando Acción Nacional no llegó a un acuerdo con MC y decidió competir solo, para las elecciones de 2024 es el partido naranja que desde ahora ha desechado una posible alianza con los panistas, a pesar de que en la práctica, estos han apoyado su labor de gobierno.
Un botón de muestra del extravío del PAN en el estado, ocurrió con un festejo sucedido en marzo pasado. Movimiento Ciudadano se reunió en Tlajomulco de Zúñiga, “la cuna de este movimiento” (ahí ganó por primera vez Enrique Alfaro), para celebrar 10 años de vida.
Un veterano miembro del PAN al observar toda la militancia naranja reunida para la ocasión, simplemente comentó sobre esta fiesta: “hace tiempo que no veía a tantos panistas reunidos”.