Por Carlos Martínez Macías
Seis años después de la condena de muerte, el escritor británico Salman Rushdie, acudió a la Feria Internacional del Libro en 1995, en medio de un comprensivo despliegue de seguridad.
Diez años después, en 2015, Rushdie regresó a la FIL para presentar su novela “Dos años, ocho meses y veintiocho noches”, con un dispositivo de seguridad discreto, pese que para entonces ofrecían 3 millones de dólares por su cabeza.
El escritor sería víctima de un ataque en Nueva York en agosto de 2022.
En 2013, Israel fue el invitado de honor de la feria. Acudió a la misma el presidente y premio Nobel de la Paz, Shimon Peres, en una edición en la que se desplegó un cerco de seguridad por el gobierno anfitrión y el equipo israelí, en al menos diez cuadras a la redonda de Expo Guadalajara.
El colombiano premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, fue un visitante asiduo de la feria; como también sucedió con Carlos Fuentes y lo es ahora con el también Nobel, Mario Vargas Llosa.
Presidentes sudamericanos han desfilado por los salones de la FIL, así como personajes de la vida pública nacional, internacional y hasta de los propios libros, que han abandonado las páginas para estar presentes, como sucedió con la inmortal Mafalda.
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara, también ha sido caja de resonancia de México y el resto del mundo. Aquí retumbaron los ecos del fin del partido único y las alternancias posteriores.
O el movimiento de mujeres y un grito de reclamo que desbordó plazas y tomó por asalto todos los escenarios posibles y, la feria, no fue la excepción.
Por los pasillos de la FIL, han pasado autores de decenas de países, al tiempo que se bailaba tango, ballenatos y flamenco, mientras el ropaje y las escenografías, han cambiado dependiendo del idioma y de la destacada labor de los traductores y las editoriales.
Es esta fiesta de los libros, la del debate de las ideas, la libertad y de la democracia, la que abrió una ventana a los partidos políticos para reclamar al gobierno federal un auténtico federalismo, espacio donde participó, por cierto, el senador y dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.
Una feria donde han desfilado decenas de países, más de 800 mil visitantes por edición y que en 2020 fue merecedora del Premio Princesa de Asturias de España y que pudo haber recibido uno más, al re inventarse ese año y celebrar las actividades en línea debido a la pandemia del covid 19.
Y es esta FIL, la de Fuentes, la de Vargas Llosa, de Rushdie, de Gabo y de Mafalda, la que fue convertida en botín por una disputa absurda, en una demostración donde se abrió un boquete en el tiempo y fueron exhibidos el acarreo, las presiones, el chantaje, la ira y la intransigencia.
El episodio de la contra marcha y el resto de expresiones que buscaron boicotear a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, quedarán como una anécdota más, ya que la fiesta siguió y, los libros, los invitados más importantes, acudieron puntuales a la cita como siempre.
Irónicamente, el pasaje seguramente será reseñado por alguien y es muy probable que encuentra alojamiento, años más tarde, en las páginas de alguna obra.
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En la vorágine que enfrentan los medios de comunicación, la irrupción de las redes sociales, han significado un auténtico reto para comprender y adaptarse a los nuevos contenidos que demandan los consumidores,
Cada día las nuevas generaciones consumen miles de horas de videos y breves producciones en distintas plataformas, que hasta ha representado una auténtica odisea mantener la atención a un evento internacional como es el mundial de futbol de Qatar, donde los partidos todavía duran larguísimos 90 minutos.
De esto y mucho más, se hablará y debatirá este martes 29 y 30 de noviembre en TVMorfosis, con el lema Medios Sociales y Digitales, en el marco de la Feria Internacional del Libro.