Como ha sido la constante en su accidentada historia, la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano, cambió la fecha de inicio de operaciones de enero a abril de 2020, debido a retrasos y correcciones que deben realizar todavía a la malhecha y costosa obra.
Pese a que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador insistiera en que sería en diciembre de 2019 cuando terminarían los trabajos y en enero comenzaría a brindar el servicio, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, reconoció que estaría en condiciones de funcionar hasta el mes de abril.
El proyecto que rebasará los 32 mil millones de pesos, casi 15 mil millones más del presupuesto original, batirá otros récords además del monto destinado para su construcción, como los más de cinco años que cumple sin concluirse, las decenas de observaciones por irregularidades acreditadas por auditorías federales y, sobre todo, por no haber sancionado a nadie pese a graves omisiones y errores.
La Auditoría Superior de la Federación, detectó pagos indebidos por más de 109 millones de pesos, retrasos, pagos duplicados y fallas en el trazo de una curva en el viaducto de Zapopan que impediría que el tren circulara ahí a más de 30 kilómetros por hora.
El entonces gobernador electo Enrique Alfaro denunció en su momento los deficientes neoprenos que fueron colocados en los viaductos y que requieren ser remplazados. Hasta ahora de las mil 500 piezas que hay que cambiar y que fueron fabricadas especialmente en Europa, apenas han sido colocadas la mitad.
También falta corregir el desnivel detectado en algunos tramos de la vía férrea en el subterráneo de más de 5 kilómetros. En la parte más desigual se encontraron diferencias hasta de 7 centímetros y tendrán que colocarse calzas para nivelar las vías.
Además de estos detalles, el túnel deberá sortear la presencia constante de agua que busca controlarse y que al momento ha propiciado al menos cuatro socavones a lo largo del trayecto subterráneo.
No obstante los retrasos, omisiones y fallas, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha rechazado que haya sanciones para los responsables de la obra.
La deficiente supervisión de todo el proyecto, involucró a tres empresas: para el viaducto 1 entre Periférico-Zapopan y Federalismo, 7 estaciones elevadas y adecuación urbanística, DIRAC, S.A.P.I de C.V. según contrato DGTFM-35-14 con la SCT. El monto por la supervisión y control de las obras fue por 142 millones mil 102 pesos y 21 centavos.
La supervisión del viaducto 2 entre Plaza de la Bandera y Central Camionera y 6 estaciones elevadas, fue para Cal y Mayor Asociados, S.C. según contrato DGTFM-49-14 por 100 millones 996 mil 198 pesos con 78 centavos.
Y para el túnel, la empresa que supervisaría las obras era Lumbreras y Túneles, S. A. de C.V. según contrato DGTFM-41-14 por 231 millones 737 mil 780 pesos con 17 centavos.
En total, para la tarea de supervisión los contratos sumaron 474 millones 735 mil 81 pesos…
El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado, Armando Brenez, insiste que la obra no estará lista en diciembre, que necesitará certificaciones y pruebas en el primer trimestre, operaría parcialmente para mayo, pero que definitivamente podría funcionar al cien por ciento hasta fines del 2020.
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