Las revisiones realizadas en México por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), parecen seguir un camino misterioso del que pocos nos enteramos los resultados y mucho menos vemos los ajustes de cuentas.
Un ejemplo de ello es la obra de la Línea 3 del Tren Eléctrico Urbano, que tan solo en una auditoría realizada a los dos viaductos y las 13 estaciones elevadas construidas dentro del proyecto de ampliación del sistema del tren ligero en la zona metropolitana de Guadalajara, arrojó pagos indebidos por 198 millones 906 mil pesos.
El organismo auditado fue la extinta Dirección General de Transporte Ferroviario y Multimodal, ahora llamada Dirección General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Fue revisada la construcción del viaducto 1 entre Periférico-Zapopan y Federalismo, 7 estaciones elevadas, adecuaciones urbanísticas en Zapopan y el viaducto 2 entre Plaza de la Bandera y Central Camionera y 6 estaciones elevadas.
El informe individual emitido por la Auditoría Superior de la Federación, determinó un monto por aclarar de los más de 198 millones de pesos por pagos indebidos derivados de 18 pliegos de observaciones.
A lo largo de la auditoría, fueron también emitidos oficios a la ASF para solicitar la intervención del órgano de control interno de la SCT y de las autoridades hacendarias, para actuar a través de recursos de responsabilidad administrativa sancionatoria con motivo de 3 irregularidades detectadas y que ameritan este procedimiento específico.
Entre las observaciones relevantes detectadas en los trabajos de la auditoría, destacan el pago de los neoprenos que no cumplieron con la calidad requerida.
El escándalo de los neoprenos fue de sobra conocido cuando la empresa responsable de su fabricación, Neoprenos Moldeados, S.A. de C.V., incumplió con las características exigidas para la obra y tuvieron que ser remplazados en una operación que se prolongó casi un año.
No obstante, fue la misma SCT a través del área de servicios técnicos de la dependencia con domicilio en Coyoacán número 1985 en la colonia Acacias en la Ciudad de México, quien dio el visto bueno a las piezas de neopreno enviadas por la compañía que tiene su domicilio en Valle de Chalco, Estado de México.
Otra de la anomalía encontrada fue la duplicidad de pagos. Por ejemplo, en esta situación se encuentra el pago de suministro e instalación de luminarias para las estaciones de Arcos Zapopan, Periférico Belenes, Mercado del Mar, Zapopan Centro , Plaza Patria, Circunvalación Country y Ávila Camacho, por 21 millones 970 mil pesos mismos que ya habían sido cubiertos en otro catálogo de obra, por lo que se presume un daño a la Hacienda Pública Federal por dicho monto y los intereses que se acumulen hasta su recuperación.
Hay también observaciones por diferencia de volúmenes, pagos no contemplados en el proyecto, mala calidad en los trabajos, incumplimiento con la fecha establecida de trabajos e incumplimiento de supervisión.
Otro ejemplo de la mala planeación y los constantes ajustes en los plazos y montos de la obra, ocurrieron con Consocio Guadalajara, Viaducto, S.A.P.I. de C.V., que recibió el contrato DGTFM-14-14 del 24 de agosto de 2014 por 2 mil 646 millones 467 mil pesos por la obra del viaducto 1 que debería entregar el 27 de octubre de 2016.
Recibió 8 ampliaciones del plazo y 3 ajustes de montos pactados, para pasar de 2 mil 646 millones 467 mil pesos a 3 mil 632 millones 111 mil pesos. El último de los convenios modificados para entregar la obra le ampliaba hasta el 29 de enero de 2019 los trabajos, 3 años después del plazo inicial pactado.
De todos estos detalles da cuenta una auditoría efectuada al ejercicio de 2018 de la Línea 3 por la ASF, quien en ese caso específico del viaducto 1, señalaba que a noviembre de 2019 los trabajos “continuaban en proceso de ejecución”.