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La pandemia que nunca llegó

En los archivos de la Secretaría de Salud federal, destaca un amplio y completo documento denominado Plan Nacional para la Preparación y Respuesta Ante una Pandemia de Influenza, ya que a raíz de la crisis de salud de 2009 que afectó severamente a México, se decidió desarrollar todo un proyecto para enfrentar a esta enfermedad.

Era la temible Influenza A (H1N1) o una mutación de esta, la pandemia que esperaba México y para lo cual se desarrolló un amplio protocolo que involucró a toda la estructura del sector de la mano rectora de la Organización Mundial de la Salud.

El organismo internacional advirtió en su  momento tras la aparición de la gripe aviar (H5N1), que era inminente la aparición de un nuevo virus de influenza que derivaría en una epidemia mundial con efectos devastadores, como finalmente ocurrió con el H1N1.

Aunque no mencionaba nombre alguno, el documento de la Secretaría de Salud estimaba que podría aparecer un tipo de virus de la influenza nunca antes visto, que fuera más resistente y virulento, con capacidad para infectar a millones de personas de todos los grupos de edad hasta convertirse en una pandemia.

Específicamente, el proyecto de prevención contra la influenza, ubicaba en China desde 2013, la transmisión de aves a humanos del virus H7N9.

Tres condiciones señalaban para que se considerara una pandemia: primero, que fuera un nuevo subtipo de virus de la gripe; segundo, que debe infectar a los humanos y causar enfermedad grave y tercero, que debe transmitirse fácilmente y en forma sostenida entre los seres humanos.

Hacía un recuento de las pandemias que han afectado a la humanidad desde 1918 con la influenza española que causó la muerte de entre 40 y 100 millones de personas; hasta la pandemia de 2009-2010 que generó 18 mil 450 muertos, mil 244 en México y 75 en Jalisco.

El despliegue del Sector Salud en México a través de un Sistema de Alerta Sanitaria que señala que en caso de pandemia (por influenza), debe considerarse declarar cuarentena; se suspenden actividades económicas no esenciales y se restringe el transporte público y concesionado; se mantiene en funcionamiento servicios de emergencia, protección civil, seguridad y salud; se mantienen actividades de sectores críticos como luz, agua, alimentos y medicinas, entre otros.

El documento elaborado por el anterior equipo de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud (en el gobierno Enrique de Peña Nieto), mencionaba los riesgos de la pandemia, la fases de la pandemia, el alertamiento, nombramiento de un vocero, fases pandémicas, objetivos de la Organización Mundial de la Salud, líneas de acción, transición entre fases, acciones de preparación, componentes de acción, coordinación, atención médica (incluidos protocolos de laboratorios, muestras, diagnósticos, etcétera), vigilancia epidemiológica (sistema centinela), comunicación, acciones de mitigación y marco jurídico, entre otros puntos.

El plan contempla la fase post pandemia, que incluye la reactivación de actividades de acuerdo con las evaluaciones de riesgos.

El documento de 212 cuartillas de la Secretaría de Salud, sólo equivocó los pronósticos respecto a una nueva pandemia de influenza que nunca llegó. Pero la planeación, organización y lineamientos, se agradecerían ahora donde reina la anarquía y cada estado y hasta algunos ayuntamientos, parecen tener sus propios protocolos de medición, vigilancia y fases de combate contra el Covid 19.

• Carlos Martínez Macías

Director General de Paralelo 20. Es un periodista de larga trayectoria en prensa, radio, televisión y medios digitales. Ha realizado coberturas especiales en México y el extranjero. Ganador del Premio Jalisco de Periodismo.

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