Si Puerto Vallarta fue mundialmente conocido por “La Noche de la Iguana”, hay otra noche de este destino turístico que seguramente pasará a la historia como un ejemplo del despojo que se puede hacer desde el abuso del poder.
Muestra del estilo muy particular de gobernar que ha sido cuestionado –aunque en voz baja—por sus propios compañeros en Movimiento Ciudadano, Ramón Demetrio Guerrero obsequió otra “perla jurídica” antes de pedir licencia como alcalde para buscar una diputación local.
Ocurrió la noche del dos de febrero de 2015 cuando el presidente convocó a una sesión de ayuntamiento a las 21:00 horas, inició antes de la medianoche con un receso y realmente comenzó a las 03: 40 horas del tres de febrero.
Ramón Demetrio Guerrero sometió en asuntos generales la desincorporación del patrimonio municipal de 18 predios que serían empleados para cubrir distintas deudas con proveedores.
Seis de estos terrenos serían utilizados para pagar una supuesta deuda de más de 120 millones de pesos a la empresa Tecnología en Proyectos Inmobiliarios, S. A. de C. V., derivada del juicio civil 1116/2008.
En el proceso, la citada compañía reclamaba el incumplimiento de un contrato de concesión de la Plaza del Pitillal por un estacionamiento y la operación del mismo, por lo que requería el pago de daños, perjuicios y gastos y costas del juicio.
Para hacer frente a este, Guerrero proponía a los regidores desincorporar los siguientes predios:
Rastro Municipal de seis mil 023 metros cuadrados; Taller Municipal, ocho mil 192 metros cuadrados; Servicios Municipales, de seis mil 440 metros cuadrados; El Cerro, de 24 mil 805 metros cuadrados; Centro Cívico, de diez mil 355 metros cuadrados y predio del coto San Xoaquín, de cuatro mil 196 metros cuadrados.
Poco después de las 06:40 horas del tres de febrero, los ediles aprobaron la desincorporación pese a que no fueron presentados avalúos ni la supuesta deuda con la empresa. Tampoco fueron presentadas las deudas de los demás proveedores y el municipio se quedó sin 18 predios que algunos peritos estiman tenían un valor de más de 400 millones de pesos.
Por increíble que parezca, el mismo tres de febrero, después de la maratónica sesión, el mismo presidente municipal todavía firmó el convenio con los representantes de Tecnología en Proyectos Inmobiliarios, S. A. de C. V. donde acepta una deuda de 123 millones 760 mil 148 pesos con veinte centavos, de los cuales una parte son la sentencia dictada y 91 millones 344 mil pesos de intereses.
Sin embargo, la citada sentencia 1116/2008 emitida por el juez Cuarto de lo Civil, Fernando de Alba Paredes, conmina al ayuntamiento a pagar 24 millones 600 mil pesos por daños, cuatro millones 866 mil 702 pesos por perjuicios y dos millones 946 mil 670 pesos con veinte centavos por gastos y costas.
Pero la historia no termina aquí. El mismo tres de febrero luego de la sesión y de la firma del convenio con Tecnología en Proyectos Inmobiliarios, S. A. de C. V., el “Mochilas” todavía acudió ante el notario público número siete de Puerto Vallarta, Elías Amezcua González, para formalizar el acuerdo.
Según consta en el convenio en la escritura 1053/ BIS (sic), el acto protocolario fue a las 13:30 horas y ante el fedatario público, compareció Ramón Demetrio Guerrero, quien se identificó como presidente municipal, mexicano y además soltero (pese a que contrajo nupcias el ocho de noviembre de 2014 con Ada Vidal Cabrera).
El documento notariado, sin anexo ni el acuerdo de ayuntamiento 442/2015, fue entregado al juez cuarto de lo civil el nueve de marzo de 2015, seis días después que Ramón Demetrio Guerrero había solicitado licencia como presidente municipal.