Artículos relacionados
Es urgente que se generen las condiciones para el combate a la inseguridad; las autoridades de todos los niveles deben comenzar por reconocer las funciones que les corresponden y no deslindarse con el cómodo y añejo discurso de responsabilizar a la federación, al gobierno estatal o al municipal, y repartir culpas para evadir sus responsabilidades.
Son las autoridades y corporaciones policíacas quienes están obligadas a asumir la parte que les corresponde para generar prevención, participación ciudadana y auto-vigilancia. Pero para eso se requiere un trabajo a fondo para reformar la actividad por la seguridad pública.
En el caso de Jalisco, ya son cada vez más frecuentes los enfrentamientos en las calles de la zona metropolitana de Guadalajara y sin duda es un tema que no puede esperar más para que sea abordado de manera contundente y eficaz.
En este contexto, habrá que recordar los sucesos más sonados en lo que va del presente año.
El 8 de febrero se registró una enfrentamiento en un restaurante de la zona Real Acueducto, una de las más pudientes económicamente del municipio de Zapopan. Después de las múltiples detonaciones en el lugar que alertaron a comensales y vecinos de plaza Andares, la policía localizó a dos heridos de bala al interior del restaurante Los Otates, de la misma forma en redes se reportó que los presuntos sicarios subieron a un hombre mal herido a una camioneta y se lo llevaron sin que hasta el momento se sepa si era de su bando o privaron de la libertad a uno de sus contrarios.
El tiroteo se dio sobre la avenida Acueducto al cruce con Real Acueducto, en la colonia Puerta de Hierro donde sujetos armados a bordo de una camioneta Pickup en color blanco y una roja llegaron al lugar y dispararon en contra de un par de hombres que se encontraban en el restaurante por lo que se registró el intercambio de disparos.
El sábado 27 de febrero, un comando asesinó a 11 albañiles mientras esperaban a que les pagaran su «raya».
En ese momento, individuos encapuchados y armados con rifles de asalto descendieron de por lo menos tres vehículos y comenzaron a dispararles. Enseguida escaparon a bordo de sus automotores, de color negro. De acuerdo con testigos, los vehículos usados por los agresores eran una camioneta Mazda, otro tipo Ford Explorer y una Ram, todas del color referido. En la zona los automotores fueron buscados, pero no fueron localizados.
Más tarde, el fiscal Gerardo Octavio Solís se presentó al lugar y confirmó la muerte de 11 personas, así como el hallazgo de más de 70 casquillos de arma larga y corta en la escena.
El sábado 17 de abril, Irving Olivas, hermano del cantante grupero Alfredito Olivas, conducía sobre Avenida Periférico en Zapopan, Jalisco, a bordo de una camioneta Cadillac, Escalade, alrededor de las 11:30 horas; viajaba con su esposa, hija e hijo y la niñera que cuidaba de ellos. Pero al pasar la vía 5 de Mayo, el vehículo fue atacado a balazos del lado izquierdo.
El conductor perdió el control y se impactó contra un muro de contención, cerca de un poste de señalamiento. Su esposa de 25 años, el bebé de un año y ocho meses, así como el hermano del interprete de 30 años murieron brutalmente acribillados en aquel sitio.
En tanto, la menor de cuatro años y su niñera solo resultaron con algunas lesiones por el impacto de la camioneta negra al contactar con la pared vial, según confirmaron fuentes de Seguridad a Infobae México.
Por imágenes filtradas en redes se aprecia que fueron activadas las bolsas de aire del piloto y la copiloto. Con impactos de bala en brazos, la parte frontal del cuerpo y ensangrentados, se encontraron los cuerpos de Irving Olivas y su pareja.
Alrededor de las tres y media de la tarde, peritos ministeriales levantaron los cuerpos y los trasladaron al servicio forense para la autopsia de Ley. Mientras que la niñera y la menor fueron trasladadas a un hospital para ser revisadas.
Sobre los supuestos sicarios aún no se tienen datos ni el rumbo que tomaron tras ejecutar al hermano, cuñada y sobrino de Alfredito Olivas. Tampoco se sabe el móvil del asesinato, pero se presume la intervención de algún grupo del crimen organizado.
Apenas dos días después, el lunes 19, se vivió una intensa balacera en la colonia Chapalita en Zapopan, Jalisco, luego de que presuntamente intentaron secuestrar a un policía que se resistió al mismo y disparó contra sus agresores.
Al parecer uno de los policías fue tomado como rehén, pero logró liberarse de sus captores y disparó contra ellos. Se habla de dos personas muertas y al menos un policía lesionado.
Fue a partir de la balacera ocurrida en la colonia Chapalita, que las autoridades estatales localizaron tres fincas posiblemente relacionadas con los hechos, en las cuales se encontraron más de 30 personas que ya fueron presentadas ante el Ministerio Público (MP) de la Fiscalía de Jalisco.
De acuerdo con el fiscal del Estado, luego de que se registrara la balacera en una finca de la avenida Guadalupe, al cruce con Capuchinas, algunas de las personas que se hallaban en ella intentaron escapar introduciéndose a algunas fincas contiguas, en las cuales intervino la Policía del Estado como primer respondiente.
En ellas, dijo, se localizaron decenas de personas de las cuales hasta el momento no se ha establecido si se trata solo de posibles integrantes de la delincuencia organizada o si también había personas privadas de la libertad.
De las personas presentadas entre las cuales también hay mujeres, añadió el fiscal, la mayoría son jóvenes, aunque también hay personas de entre 35 a 40 años y al menos una adolescente de 17 años.
Ya vimos pues que no es con abrazos ni con acusaciones a la mamá ni con una cartilla moral que se va a lograr dar la pelea al crimen organizado, que valga decirlo, ya no respeta ni a las familias ni a los niños que son la parte más vulnerable y menos culpable en todo el contexto de enfrentamientos, ajustes de cuentas y agresiones.
opinion.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1
