A cambio de obras públicas, empresas españolas se hicieron de terrenos municipales para realizar un multimillonario negocio en Guadalajara.
En un sitio privilegiado como es la ceja de la barranca de Huentitán, las autoridades de Guadalajara cambiaron los proyectos de un parque y áreas verdes, por el mega desarrollo denominado Iconia, un complejo que incluye una torre de 62 pisos, 18 edificios de departamentos, un hotel y un centro comercial.
Se trata de la entrega de un predio municipal de 13.6 hectáreas, que pasó a las manos de empresas particulares que realizarán un negocio de por lo menos cuatro mil millones de pesos.
A cambio de esto, los empresarios pagarán en especie con obras que sumarán solo 688 millones de pesos.
Sin embargo, la historia de este negocio privado con bienes públicos, registra un rosario de irregularidades como el hecho de que ha pasado dos veces de manos del primer beneficiado a otras dos empresas, sin haber cumplido con lo establecido en el decreto que aprobó la entrega de los terrenos.
Las áreas verdes
La historia de los terrenos y el uso como parque y áreas verdes de la barranca de Huentitán, se remontan incluso a la década de los sesentas cuando el entonces alcalde de Guadalajara, Eduardo Aviña Bátiz, gestionó ante el gobierno federal la expropiación de parte de la barranca para esos fines.
De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación del nueve de junio de 1983, se da cuenta de la solicitud de expropiación solicitada por Aviña Bátiz y el secretario Fernando Gallo Lozano el 24 de marzo de 1965.
En el oficio 2033 dirigido al jefe del Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, se informa que en sesión del 29 de enero de 1965, se acordó solicitar la expropiación de 99 hectáreas pertenecientes al ejido de Huentitán el Bajo por causa de utilidad pública.
En concreto, la utilidad que pretendían darle a la superficie es la de hacer plantación de árboles para constituir un bosque con zona de recreo anexa.
Además, beneficiar el clima de la ciudad de Guadalajara actuando el bosque como pulmón purificador y regulador del ambiente, crear una zona de recreo para los habitantes de la ciudad de Guadalajara y poblados circunvecinos, constituir un nuevo motivo de atracción turística para la ciudad por encontrarse dicha zona inmediata a la ciudad y aprovechar los escenarios naturales del terreno y de la barranca de Oblatos en cuya ceja termina dicha zona.
De las gestiones de Aviña Bátiz como alcalde para convertir la zona de la barranca en áreas verdes, dio seguimiento primero Guillermo Cosío Vidaurri como alcalde con la construcción del Parque Mirador Dr. Atl y posteriormente Arnulfo Villaseñor Saavedra en 1981 cuando adquiere otra superficie de manos de particulares para construir un parque.
Curiosamente los alcaldes tapatíos buscaron siempre el vocacionamiento de áreas verdes y espacios recreativos, incluido el zoológico Guadalajara que ocupa 50 hectáreas y fue inaugurado en la gestión de Eugenio Ruiz Orozco.
Fue hasta 2008 cuando el alcalde panista Alfonso Petersen Farah, impulsa el proyecto de Puerta Guadalajara a través de la compañía Mecano América, filial de la compañía española del mismo nombre.
La entrega
El 19 de junio de 2008 el ayuntamiento encabezado por Alfonso Petersen Farah, aprobó mediante decreto D54/17/08 el proyecto Puerta Guadalajara, mediante la cual se cedían 13.6 hectáreas del municipio a Mecano América, S.A. de C.V., filial de Grupo Mecano, consorcio español.
El proyecto incluía una torre corporativa de 62 pisos, 18 edificios de departamentos, nueve de 25 pisos y nueve de 35 pisos; un hotel, un centro comercial y estacionamientos. Sin embargo nada de esto se realizó.
Mecano fue a la quiebra pero antes cedió el negocio en 2012 a Operadora Hotelera Salamanca, en una operación de dudosa legalidad ya que la cesión debió pasar por el pleno del ayuntamiento para ser avalada.
Por si fuera poco, el convenio aprobado por el cabildo en 2008, especificaba en su apartado segundo que la inversión para el municipio era de 65.5 millones de dólares (de 2008, a razón de 10.50 por dólar), los 688 millones de pesos equivaldrían al tipo de cambio de hoy de 20 pesos, a poco más de 34 millones de dólares.
Es decir, más de 12 años después de haberse publicado el decreto, la inversión se redujo en 31.5 millones de dólares. Además, el mismo apartado especificaba que la figura financiera que se establecía en los compromisos a cumplir por parte de Mecano era la moneda de curso legal de Estados Unidos de América.
Por si fuera poco, en la cláusula décimo tercera del fideicomiso, se detalla que no podrá transmitir las obligaciones del mismo a un tercero sin aprobación expresa del cabildo, lo que nunca sucedió por lo que Operadora Hotelera Salamanca ni siquiera debió tener la posesión del terreno.
En ese mismo año, 2012, el municipio pudo haber hecho efectiva la décima tercera cláusula prevista en el convenio marco para cobrar la sanción de más de 40 millones de pesos por incumplimiento en la entrega de las obras. Todavía más, la cláusula décima cuarta establece la pena de 688 millones de pesos a partir del 2014 si no se han entregado los equipamientos prometidos y también regresar las 13.6 hectáreas.
Aunque en un principio se opuso, el entonces alcalde tapatío Enrique Alfaro Ramírez, volvió a dar luz verde en 2016 al polémico proyecto. Ahora denominado “Plan Maestro Huentitán”, el convenio con Operadora Hotelera Salamanca deja sin efecto el apartado cuarto del decreto de 2008, que incluía un centro de convenciones, museo panamericano, escuela primaria, urbanización en la zona, una estación de Cruz Roja, rehabilitación del Planetario, rehabilitación del parque Huentitán y reforestación del zoológico Guadalajara.
En cambio, con el nuevo acuerdo se reciben estudios y proyectos, obras de mitigación de inundaciones, espacios públicos (parques y unidades deportivas), parque Huentitán, Parque de la Barranca, centro deportivo, una avenida, repavimentación de vialidades, banquetas, calles, malecón panorámico, cruceros seguros y equipamiento deportivo. Todo por una inversión de 688 millones de pesos (unos 34 millones de dólares).
En una publicación del ayuntamiento tapatío, se aclara que el nuevo convenio se ha cumplido y que se han entregado obras por 405 millones de pesos. Destacan que recibieron por los 57 mil metros cuadrados en que fue recortado el proyecto inicial de 136 mil metros cuadrados (13.6 hectáreas), un total de 688 millones, es decir un pago de12 mil pesos por metro cuadrado cuando en la zona el valor oscila entre 4 y 6 mil pesos, según datos del mismo ayuntamiento.
Lo que no se aclara es que el negocio de Iconia lo representa las torres, centros comerciales y el hotel que pretenden levantar, lo que significan 800 mil metros cuadrados de edificaciones, que a 5 mil pesos metro cuadrado (tan solo por su valor comercial), sumarían unos 4 mil millones de pesos.
Aunque como se ha señalado Grupo Mecano nunca debió entregar Puerta Guadalajara a Operadora Hotelera Salamanca sin autorización del ayuntamiento, además de no hacer efectiva las autoridades la cancelación del proyecto; ahora Salamanca ha vendido una vez más el cuantioso desarrollo a Hoteles Riviera que para variar también le cambió el nombre a “Distrito Iconia”.
La operación fue cerrada por 500 millones de pesos.
“Inversión altruista”
En una carta enviada al diario Milenio, Alejandra Vásquez García, apoderada legal de Operadora Salamanca, hace precisiones sobre una publicación donde prácticamente da a entender que el “negocio” lo realiza el ayuntamiento al venderles el terreno hasta en cinco veces su verdadero valor comercial, por lo que reciben un precio “MUY JUGOSO”.
Asegura que el gobierno no aporta absolutamente nada y recibe por un terreno “usado como cementerio de carros y tiradero de desperdicios”, parques, museos, escuelas y le generación de 26 mil empleos, repoblar la ciudad y generar impuestos, para que los tapatíos “tengan una mejor calidad de vida”.
También argumenta que no son 13.6 hectáreas, sino 5.7 las que van a poder utilizar, por lo que el precio real pagado por metro cuadrado fue de más de 12 mil pesos –-argumento similar al que en su momento esgrimió Enrique Alfaro–.
Sin embargo, la representante de la empresa elude los siguientes puntos: primero, el decreto D54/17/08 que dio pie al fideicomiso de convenio de asociación entre el ayuntamiento y Puerta Guadalajara, establece en su claúsula décimo tercera que no podrá transmitir las obligaciones del mismo a un tercero sin aprobación expresa del cabildo, lo que nunca sucedió por lo que Operadora Hotelera Salamanca ni siquiera debió tener la posesión del terreno.
Segundo, que fue violentado el convenio y el desarrollador debió pagar una multa de 688 millones de pesos y devolver las 13.6 hectáreas.
Tercero, al hacer sus cuentas, ignora que como está actualmente el convenio, no recibieron 136 mil metros cuadrados, ni siquiera los 57 mil que ahora argumentan, sino la posibilidad de aprovechar con sus torres, centros comerciales y estacionamiento, cerca de 800 mil metros cuadrados para construcción.
Pese a todo, estos inversionistas “altruistas”, decidieron vender en 500 millones de pesos el citado proyecto y no obstante que Juan Cano Forrat, director de Mecano España y socio de Operadora Hotelera Salamanca, había anunciado en 2008 que venían a México por un negocio de seis mil millones de pesos.