El recién reelecto presidente de la FIFA, Joseph Blatter no pudo más a las presiones y renunció a su cargo en medio del escándalo de corrupción que sacude al organismo.
El dirigente suizo justificó su decisión en la necesidad de que la FIFA «necesita una profunda renovación frente a los desafíos que no se detienen», por lo que «pongo mi mandato a disposición».
Lo que consideraba una victoria sin línea de fuera, las miradas mundiales lo obligaron a tomar la decisión, reconoció: “Aunque fui relegido, no tenía el apoyo de todo el mundo del futbol».
Su renuncia se produce menos de una semana después de que la policía suiza detuviese, a instancias de las autoridades judiciales estadunidenses, a siete dirigentes de la FIFA, entre ellos dos vicepresidentes del organismo, en un hotel de Zurich, acusados de haber recibido 150 millones de dólares en sobornos.
El suizo preside la FIFA desde 1998 y el viernes había sido relegido para un quinto mandato consecutivo con vencimiento en 2019.
El Congreso extraordinario, según informó el directivo de FIFA Domenico Scala, podría realizarse entre diciembre y marzo de 2016, previo al Congreso ordinario que se realizará en ciudad de México en mayo del año próximo.
Autoridades de Estados Unidos acusaron de corrupción hace seis día a varios destacados dirigentes de la FIFA y ejecutivos corporativos, en su mayoría latinoamericanos, mientras que Suiza investiga por separado el proceso por el que se eligió a Rusia y Qatar como sedes de los Mundiales de 2018 y 2022.
Las investigaciones suizas incluyen estudiar si los procesos de adjudicación a Rusia y Qatar fueron fraudulentos.