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En México, solo aumenta la desigualdad

Solo 12% de la población de México (16 millones de personas) vive en condiciones de bienestar, es decir, tiene un ingreso igual o superior a dos canastas básicas y ninguna carencia social, pero al interior del país aumenta la desigualdad: mientras que 20% de los habitantes de ocho entidades federativas sí tienen condiciones de bienestar, en 14 estados más del 90% de la población vive sin ellas, según concluye un estudio de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.Los datos provienen de la Escala de Bienestar, una medición de esta asociación hecha con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), incluida en el informe Ir a la raíz de la pobreza.El análisis documenta que ganar poco más de lo equivalente a una canasta básica alimentaria (indicador del Coneval para determinar si se vive en pobreza) “no significa tener un ingreso digno para vivir sin penurias y ser parte de la clase media”.Esto se refleja en los 84 millones personas (66% de la población total) que presentan al menos una de las seis carencias sociales que mide el Coneval, como falta de acceso a servicios de salud, a seguridad social, a vivienda, alimentación nutritiva, servicios básicos y rezago educativo.Además, México está todavía entre los 53 países con mayores niveles de pobreza, según datos del Banco Mundial. Con 36.3% de la población mexicana en pobreza, el país se ubica por debajo solo de Bolivia, Argentina, Colombia, Mali y Somalia.Los estados con mayor población sin bienestarEl 96.8% de los habitantes de Chiapas viven sin condiciones de bienestar. Esta entidad federativa del sur del país acumula 1.6 millones de personas en pobreza extrema, es decir, 28% de su población total. Aquí, 70% (4 millones de personas) vive sin ingreso suficiente para adquirir una canasta básica mientras que menos del 3% percibe un ingreso digno y no tiene carencias sociales.Oaxaca es el segundo estado mexicano con más población (96.1%) sin condiciones de bienestar. Registra 20% de su población en pobreza extrema; 61% sin ingreso suficiente para una canasta básica, y 4% con ingreso digno y sin carencias sociales.Le siguen Guerrero, donde 95.1% de la población no tiene condiciones de bienestar; Puebla, con 94.9% de sus habitantes en la misma situación, y Tlaxcala, con 94.6%.Impacto mayor en mujeres e indígenasEntre los grupos poblacionales, son las mujeres y las personas indígenas quienes en mayor proporción viven sin condiciones de bienestar. De las personas indígenas, solo 3% percibe ingresos iguales o superiores a dos canastas básicas; 10% de la juventud no registra carencias sociales, y 12% de las mujeres tienen condiciones de bienestar.Publicado en el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se conmemora el 17 de octubre, el informe expone que no basta con superar el límite mínimo de las carencias sociales para que la población ejerza plenamente sus derechos a la salud, educación, alimentación y vivienda.“Por ejemplo, la carencia de acceso a servicios de salud refleja únicamente la afiliación a un servicio médico, público o privado. No mide el acceso efectivo; es decir, no ‘mide’ si la persona recibió la atención cuando la requería, ni mucho menos si la atención tuvo la calidad suficiente para resolver su necesidad médica”, explica.Estados con más población en condiciones de BienestarBaja California Sur, Baja California, Nuevo León, Chihuahua, Coahuila, Colima, Ciudad de México y Sonora son los únicos ocho estados del país donde al menos 20% de su población sí tiene condiciones de bienestar.Aunque son las entidades mejor posicionadas, tampoco alcanzan bienestar para la mayoría de sus habitantes y esto se relaciona con un sistema laboral que paga salarios precarios.Desde 2012, seis de cada 10 personas trabajan sin salario suficiente para superar el umbral de pobreza y, desde 2005, más de la mitad de las personas que trabajan carecen de acceso a servicios de salud y seguro social, es decir, tienen trabajos informales, señala el estudio.“Aún con la recuperación de los salarios, el aumento al mínimo y el crecimiento real de la masa salarial y el salario promedio de los años recientes, México sigue ocupando el último lugar en una lista de 37 países de ingreso medio alto y alto”, apunta.Salarios bajosEl salario promedio en el conjunto de los países de la OCDE es 3.2 veces mayor al de México. Esto significa que los trabajadores del país ganan en promedio menos de la tercera parte que lo que perciben en otras naciones.La media salarial de México es 78% menor al sueldo de Estados Unidos, 72% menor al de Canadá, 50% menor que el salario de Chile, 46% que el de Costa Rica y 25% menor que el de Colombia. “Incluso es 47% menor al de Turquía, país con el que generalmente compartimos los últimos lugares en las estadísticas de la OCDE”, expone el reporte.Con este análisis, Acción Ciudadana urge a implementar una nueva política laboral que apruebe un salario mínimo suficiente para dos canastas básicas y a crear un sistema de protección social universal no condicionado al trabajo..También pide concretar la creación del sistema de cuidados con infraestructura suficiente para facilitar la inclusión económica de las mujeres, así como una estrategia de empleo para jóvenes con rezago educativo y “otras desventajas acumuladas por provenir de contextos adversos”.El presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado en repetidas ocasiones que hay menos pobreza y menos desigualdad en México.Recientemente señaló que el porcentaje de población en pobreza en el sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006) fue del 47%; con Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) fue de 46.1%; con Enrique Peña Nieto (2012-2018) fue de 43.2%, mientras que en su gobierno, que inició en 2018, es actualmente del 36.3%.Sobre este tema habló el periodista Carlos Loret de Mola en su columna Historias de Reportero, titulada El gran-gran éxito y los 3 fracasos.En ella, el periodista destaca el hecho de que, según lo informado por el Coneval, haya 5 millones de personas menos de situación en pobreza. Explica que ese es el gran éxito del mandatario nacional. Dice, en su texto, que el aumento al salario mínimo y el dinero de los programas sociales han demostrado su efectividad. También hace una crítica a que el gobierno “está dando pescado y no enseñando a pescar”, esto, porque consideró que en vez de las personas dejen de ser pobres por tener mejores empleos, mejor educación, capacitación y salud, las personas dejaron atrás la pobreza por recibir dinero por los programas sociales, del presupuesto público.Sin embargo, el periodista señala otros tres datos del estudio del Coneval, a los cuales llama “tres fracasos preocupantes”. El primero y más grave, dice Loret, es el de la salud, pues en el estudio se dio a conocer que 30 millones de mexicanas y mexicanos se quedaron sin acceso a este servicio.Menciona que en este sexenio, no ha habido peor política pública que la salud. “No ha habido berrinche más catastrófico que dejar de comprar medicinas a las farmacéuticas sin tener plan de suministro, porque eso generó el peor desabasto del que se tenga registro”, se lee en la columna.El segundo fracaso que menciona, es el aumento de la pobreza extrema, también señalado por el Coneval. Y es que, explica, las personas que no tienen ingresos ni para alimentarse, aumentaron en 400 mil.El tercer fracaso que menciona, de este sexenio, es en torno a la educación. Y es que millón y medio de personas se han quedado sin servicios educativos este sexenio, lo que refuerza, según Loret de Mola, la teoría general de que el mandatario puede presumir que ha ayudado a resolver la emergencia, pero no está solucionando el fondo de los problemas.*Con información de mediosopinionsalcosga23@gmail.com@salvadorcosio1

• Salvador Cosío Gaona

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Es Abogado por la U de G, con estudios de posgrado en Administración Pública, Economía Política, Economía del Sector Publico, Administración Municipal, Finanzas Publicas, Administración y Desarrollo de Recursos Humanos, Financiamiento para el desarrollo y Políticas Publicas, en diversas instituciones. Tiene el Grado de Doctor en Derecho con la distinción Maxima Cum Laude en la Universidad Complutense de Madrid en España.

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