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El Zapotillo, de nuevo en el centro de la polémica

De pronóstico reservado será el “estira y afloja” que ya se vislumbra sostendrán el presidente electo Andrés Manuel López Obrador y el próximo gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramirez en el tema de la presa El Zapotillo. Mientras el primero, -que al puro estilo de la chimoltrufia como dice una cosa dice otra- se comprometió a principios de esta semana en su visita a Guanajuato ante el gobernador de esa entidad  a reactivar la construcción del embalse para garantizar el abasto de agua a la ciudad de León, Alfaro Ramírez decidió tomarse la mencionada declaración con calma, aunque sí sostuvo que el agua del Río Verde debe surtir a Jalisco y la altura de la cortina no superará los 80 metros cúbicos. La coincidencia entre ambos, y esa es la buena noticia, es que ninguno contempla la inundación de los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

Cómo se recordará, el problema del agua entre Jalisco y Guanajuato data de la época del gobernador Guillermo Cosío Vidaurri, quien en 1987 impulsó un proyecto para aprovechar el caudal del Río Verde, pero intereses mezquinos y políticos le impidieron ver la luz y solo quedó en una buena propuesta que no prosperó. El complejo denominado “La Zurda Calderón” que contemplaba la construcción de cuatro presas no llegó a buen puerto debido a la falta de apoyos de la federación, apenas y se pudieron edificar dos presas; una en Cañadas de Obregón y la Elías González Chávez.

Posteriormente, en el Congreso del Estado, siendo gobernador Alberto Cárdenas Jiménez, los diputados de mi fracción nos opusimos al crédito japonés que proponía por tratarse de un proyecto de 7 mil millones de pesos que únicamente le daba un metro cúbico de agua  a Guadalajara, la mitad para saneamiento y la mitad para abastecimiento, con un costo muy alto cuando por un poquito más de eso se podían construir las dos presas faltantes de La Zurda Calderón, pero había una terquedad de no continuar y no usar lo que fue hecho por el gobernador Cosío. Al final convenimos dividir lo que era para abastecimiento quedó pendiente y lo que era para saneamiento se aprobó pero no se ejerció. Después de eso el proyecto se enterró y vino el que conocemos, el que aprovecha los caudales del Río Verde y viene el tema del reparto de los caudales.

Durante la pasada campaña electoral, de visita por la zona, los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo pidieron a López Obrador frenar la construcción de la presa y evitar la inundación de los tres poblados jaliscienses. El hoy presidente electo se comprometió a evitar su desaparición. Prometió que se buscarían estrategias técnicas para continuar sin afectarlos toda vez que la inversión ha sido costosa.

Esta semana como parte de su gira de agradecimiento AMLO asistió a un mitin en León Guanajuato, dónde anunció que la Presa El Zapotillo será utilizada para dotar de agua a los leoneses pero no se violentarán los derechos humanos ni se desaparecerá a los pueblos. “Es polémico pero lo tengo que decir, ya saben que mi pecho no es bodega y siempre digo lo que pienso. Vamos a resolver el problema de la presa de El Zapotillo para que haya agua para León. No se van a violar los derechos humanos, no van a desaparecer los pueblos. Vamos a ser respetuosos de la altura de la cortina y vamos a tener un acuerdo con el gobierno de Jalisco”.

Exigencias y conflictos para complacer las diversas promesas y reclamos del pueblo en cada ciudad o región y estados está teniendo AMLO, pues ya están resultando contradicciones y sobre todo el cruce de intereses entre los habitantes de cada zona, y el ejemplo más claro es el tema del abasto de agua, especialmente en lo relativo a Jalisco y Guanajuato.

Respecto a este añejo conflicto entre Jalisco y Guanajuato  se han suscrito cualquier cantidad de acuerdos, convenios, proyectos, iniciativas y propuestas, que han marcado el tortuoso transitar sin que hasta el momento se cuente con una opción viable para resolver el tema del agua para Guadalajara y para solucionar a los jaliscienses que se ubican en la zona de Los Altos una exigencia y una obligación de la autoridad de brindarles lo que por derecho les corresponde.

Sabemos que Enrique Alfaro tiene el panorama claro y está consciente de  lo que el agua le puede dar. Por ello, ahora más que nunca deberá explorar y tener un manejo excelso en la ruta que habrá de seguir para lograr que el futuro presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, le brinde el apoyo que requiere para revertir ese acuerdo que tanto daño ha hecho a los jaliscienses y por el cual se ha pagado un altísimo costo.

Opinión.salcosga@hotmail.com
@salvadorcosio1

• Paralelo Veinte

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