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En la emisión vespertina del último día del 2023, el pasado viernes 29 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador, publicó en el Diario Oficial de la Federación, el decreto que declara zona de restauración ecológica a la región de la presa El Zapotillo, en las localidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.
La medida, que abarcará a los municipios de Cañadas de Obregón, Mexticacán, Yahualica de González Gallo, Jalostotitlán y Teocaltiche, en una superficie de 20 mil 810 hectáreas, representa una especie de blindaje para el polémico proyecto de la presa.
El decreto, implica la cancelación de todos los cambios de uso de suelo en la zona, no se expedirán nuevas concesiones forestales, ni se permitirá el derribo de un solo árbol, además que pretende restaurar y proteger los Río Verde y Ancho, así como sus zonas de captación de agua.
La zona de restauración ecológica de la región que impacta la presa El Zapotillo, deberá contar con un programa para hacer efectivo el decreto, mismo que será elaborado por las dependencias federales que tienen relación con el tema, como Semarnat, Comisión Nacional del Agua, Comisión Nacional Forestal y Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y deberá ejecutarse en un lapso de cinco años a partir de su elaboración.
Aunque en su exposición de motivos el decreto alude a la fragilidad ambiental de la región y un saqueo constante de materiales pétreos en el Río Verde, para los productores de los Altos de Jalisco, significa un yugo más para su actividad pecuaria, ya bastante castigada con la veda impuesta desde 1995 cuando otro decreto presidencial reservó las aguas de la cuenca del Verde para uso público urbano.
Los productores esperaban que tras la cancelación de la construcción del acueducto de la presa El Zapotillo a la ciudad de León, Guanajuato, hubiera una abrogación de esa disposición que sigue vigente desde 1995 y que además el presidente López Obrador emitiera un decreto con una nueva redistribución del agua que los tomara en cuenta.
Desde que fue reservada el agua del Río Verde para uso público urbano, a los productores les tienen vedado usar aguas superficiales, pozos y hasta construir bordos y abrevaderos para el ganado, a pesar de que la región es la número uno del país en productos pecuarios, primera en carne de cerdo, segunda en bovinos y primera en leche.
Al decretarse zona de restauración ecológica, los propietarios deberán conservar el área y sujetarse a las tareas y acciones previstas en el programa.
Advierte que no se autorizará cambio de uso de suelo en terrenos forestales, con excepción de aquellos que sean necesario para el mantenimiento y operación de la presa El Zapotillo. Sólo se permitirá la remoción del arbolado muerto, con plagas o enfermo y hasta la obra pública y privada, deberá sujetarse a las condiciones previstas en el programa de restauración.
Consulté con dirigentes de organizaciones de productores alteños y estiman que unas ocho mil familias ganaderas y unas 40 mil familias de agricultores, se verán afectados por este decreto.
En junio de 2014, la Asociación Ganadera de San Juan de los Lagos y ejidatarios de Agua de Obispo, tramitaron un amparo contra la construcción del acueducto a León, Guanajuato y el proyecto de la presa El Zapotillo, mismo que fue resuelto en forma favorable para los quejosos en agosto de 2023.
Uno de los elementos que la Corte resolvió, es que el gobierno federal no cumplió con las consultas respectivas para realizar la presa. Y ahora en el nuevo decreto de restauración ecológica, la historia se repite. No hubo un proceso abierto de consulta para escuchar a los afectados, por lo que productores consideran que todo se realizó a escondidas.
No en balde esperaron al último día del año y en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación, para publicar el nuevo decreto.
